IMPORTANTE DIFUNDIR!!!... PARA TOMAR CONCIENCIA Y ACCIONAR POR EL RESPETO POR LA VIDA Y LIBERTAD DE LOS DELFINES Y BALLENAS!!!
IMPORTANTE DIFUNDIR!!!... PARA TOMAR CONCIENCIA Y ACCIONAR POR EL RESPETO POR LA VIDA Y LIBERTAD DE LOS DELFINES Y BALLENAS!!!
TAIJI -JAPÓN: PLEACE- STOP CON LA MATANZA Y CAUTIVERIO DE LOS DELFINES!!!
ARTÍCULO
IMPORTANTE para comprender por qué la campaña de los Guardianes de la
cala se llama "Paciencia Infinita", por qué consiste en documentar
actividades, divulgarlas Y NO realizar acciones directas.
Redactado por el Capitán Paul Watson, traducido por Sea Shepherd España.
Defendemos a los delfines ante todo, por encima de todo y siempre
Comentario del Capitán Paul Watson
Este es el planeta Tierra aunque yo lo veo como el planeta Océano.
Cuando lo miras desde el espacio exterior no ves fronteras artificiales. Ves un planeta.
Todo está conectado y cuando una especie disminuye, disminuimos todos.
Se ha debatido sobre si la presión "extranjera" con respecto a la
matanza de delfines en Taiji es contraproducente. Existe la opinión de
que es un problema japonés y requiere una solución japonesa.
No estoy de acuerdo. Los delfines no son propiedad de los japoneses.
¿Deberían ser los españoles los únicos en oponerse a las corridas de
toros? ¿O deberían ser los chinos los únicos en oponerse al
shark-finning?¿O deberían ser los canadienses los únicos en oponerse a
la matanza de focas arpa?
Durante las dos últimas décadas el
gobierno canadiense ha arremetido contra la protesta extranjera que se
opone a la matanza de focas sin embargo, durante las anteriores dos
décadas, la oposición a la caza de focas fue exclusivamente canadiense.
Brian Davies empezó en la década de los 60, Peter Lust se unió a
principios de los 70 y yo a mediados de los setenta. Desde 1974 hasta
1977, el gobierno de Canadá ignoró las protestas de los canadienses. Fue
en 1977 cuando llevé a Brigitte Bardot a los témpanos de hielo y el
movimiento despegó.
El Primer Ministro de Canadá Pierre Trudeau
se indignó ante la intervención extranjera pero si bien antes nunca nos
había respondido, sí lo hizo ante ella. De repente, la matanza de focas
se hizo internacional y Canadá empezó a sentir la presión.
De
no haber sido por los medios de comunicación internacionales y las
protestas no se hubiera logrado nada. Canadá recibió más correos de
protesta contra la matanza de focas que el número de habitantes en
Canadá y como canadiense aplaudí cada carta, protesta e intervención
extranjera.
Y finalmente, fue el Parlamento Europeo en
respuesta a la presión europea quien forzó la prohibición de los
productos derivados de foca en Europa, un movimiento que ha destruido
prácticamente las operaciones comerciales de caza de focas en Canadá.
No ha habido ni un solo acto legislativo para la conservación
relacionado con la pesca, las ballenas o los delfines que se haya
aprobado en Japón sin la presión extranjera. Luchamos contra las redes
de deriva de Japón y fue la prohibición internacional sobre las redes de
deriva lo que forzó a Japón a cumplir. Hemos luchado contra la caza de
ballenas japonesa y, aunque recientemente el ciudadano medio japonés no
sabía nada sobre la caza de ballenas en el Océano Austral, se puede
argumentar que hoy prácticamente todos en Japón son conscientes de ella.
La polémica consigue publicidad, la publicidad crea conciencia y la
conciencia motiva la presión política, extranjera y nacional.
Los feroeses no dejarán de matar calderones por su cuenta ni los
japoneses dejarán de matar delfines por la suya, ni los namibios dejarán
de matar lobos marinos ni los chinos de matar tiburones.
¿Deberíamos todos aquellos que queremos poner fin a la matanza de delfines volver a casa y ocuparnos de nuestros asuntos?
Creo que defender a los delfines de los despiadados pescadores
japoneses o de quien sea que quiera matarlos es un asunto nuestro. Es un
asunto de todos.
En 1978 el americano Dexter Cate estaba en una ladera observando la isla Iki cerca del pueblo de Katsumoto.
Abajo, en un puerto de aguas poco profundas, los pescadores locales
habían tensado unas redes que atrapaban a cientos de delfines para
convertirlos en fertilizantes y comida para los cerdos. "Estos
pescadores simplemente estaban allí para hacer su trabajo," decía Cate.
"No lo veían como un asesinato, yo sí. Supe que tenía que hacer algo."
Así que durante una noche de tormenta en febrero, Cate penetró en la
bahía en un kayak hinchable. "Desaté tres redes fijadas a la orilla,"
recuerda. "La última estaba tan tensa que tuve que cortar el nudo." Sin
embargo el trabajo de esa noche no había acabado. Aterrorizados y
desorientados, muchos de los delfines se agitaron sin rumbo fijo en las
ensangrentadas aguas, incapaces de regresar al mar. "Me sumergí en el
agua e intenté guiarlos fuera," recuerda. "Permanecí en la isla toda la
noche haciendo regresar al mar a los delfines embarrancados."
Por la mañana, había liberado entre 200 y 300 delfines. Los pescadores
regresaron a las redes. "Estaban furiosos." Cate se pasó tres meses en
la cárcel aguardando el juicio. Fue hallado culpable de obstruir el
negocio por la fuerza, recibió una sentencia suspendida de seis meses y
fue deportado a su casa en Hawaii.
Dexter Cate trabajaba con la
organización Fund for Animales con sede en USA. Anteriormente había
sido cofundador junto a mí de Greenpeace Hawaii. Decía: "Es muy
importante que la gente vea que el verdadero asunto no son los
pescadores contra los delfines ni América contra Japón. El asunto es
cómo nos relacionamos con nuestro entorno. Estamos explotando nuestra
tierra y nuestros recursos. A menos que no cambiemos nuestras
costumbres, podemos decirles adiós a nuestros nietos."
Las
acciones de Dexter junto con el dramático y explícito vídeo del
productor Hardy Jones atrajo la atención mundial a la matanza de
delfines y por tanto también de Japón. A pesar de ello, Dexter fue
acusado de persona non grata e incluso se realizó un montaje en la isla
Iki mostrando a Dexter como un espíritu maligno enviado para robar a los
delfines de los valerosos pescadores japoneses.
Patrick Wall
liberó delfines de nuevo en 1981 y fue encarcelado. Yo mismo fui a la
isla Iki en 1982 y agradecí los esfuerzos de Cate, Wall y Jones y pude
negociar un fin de la matanza. Lo que resultó interesante ese año fue
que uno de nuestros miembros de equipo era Mina Fukuda, una azafata
japonesa de Air France. Era nuestra traductora. Cuando llegó fue
retenida por la policía e interrogada. Les dijo que se ocuparan de sus
asuntos. Más tarde me explicó que la única razón por la que podía
participar era porque vivía en Francia y podía ignorar las amenazas de
ir a por su empleo o familia.
La realidad es que dentro del
sistema japonés es difícil cuestionar a la autoridad sin consecuencias.
Es la razón del porqué los tripulantes japoneses a bordo de nuestros
barcos tienen sus caras tapadas excepto los expatriados.
En
1975, cuando yo y otros participantes trabajamos con el fotógrafo Eugene
Smith para ayudar a promover su dramático ensayo fotográfico sobre
Minamata y el envenenamiento por mercurio, ayudé a acogerle en Canadá
junto con David Garrick y Taeko Miwa. Smith no era japonés pero expuso
Minamata al mundo y, mientras el gobierno japonés no hizo casi nada por
ayudar a las víctimas de Minimata antes que Smith, Japón se vio obligado
a abordar el asunto gracias a su activismo. También se le dijo que no
era bienvenido a Japón y recibió tal paliza por los trabajadores del
sector químico que las heridas contribuyeron a su muerte prematura.
De no ser por Eugene Smith y su esposa Eileen, el horror en Minamata hubiera sido ocultado bajo la alfombra y olvidado.
En 2003, envié a Taiji a la canadiense Brooke MacDonald, una tripulante
y fotógrafa a bordo de la campaña antártica 2002-2003. "Comprueba si
está pasando algo allí," le pedí.
Y desde una ubicación
privilegiada tomó las fotografías que dieron la vuelta al mundo a los
pocos días. Puede decirse que esas fotografías y video son la mejor
documentación que se ha tomado nunca en Taiji debido a la falta de
obstáculos. Cuando vi las fotografías, envié a un equipo de apoyo y Ric
O'Barry se unió a nosotros. Allison Lance y Alex Cornelissen se
sumergieron en la cala, cortaron las redes y liberaron a 15 delfines.
Fueron arrestados y pasaron cuatro semanas en la cárcel y fueron puestos
en libertad tras pagar 8.500 dólares de multa cada uno.
El
abogado en Tokio que contraté para defenderles quedó asombrado cuando
oyó lo que estaba ocurriendo en Taiji y me dijo abiertamente: "Admiro su
pasión pero es algo que no hará nunca ningún japonés." Cuando le
pregunté el porqué, respondió: "Aquí es sumamente inusual desafiar el
status quo."
Bromeando le dije: "Miyamoto Musashi lo hizo,"
refiriéndome al legendario héroe japonés del siglo XVII. Sonrió y
contestó: "Y esa es la razón del porqué Musashi es un héroe único."
Y por tanto Ric O'Barry, habiendo visto la dificultad que suponía
liberar a los delfines, creyó que el activismo de liberación se vería
rápidamente sofocado y restringiría completamente el acceso a Taiji y
por esa razón adoptó la estrategia de supervisar y documentar la
matanza. Luego se unió a Louis Psihoyos y juntos produjeron la
galardonada película The Cove.
Fue una película de producción
occidental pero no cabe duda de que el gobierno japonés prestó atención
cuando fue nominada y ganó el premio al mejor documental. Con gran
reticencia decidimos evitar más liberaciones de delfines y hacer como
Ric. Y creemos que es una estrategia que puede funcionar pero no de la
noche a la mañana. Ese es el porqué la llamamos Operación Paciencia
Infinita.
Así pues, tras el éxito de The Cove, Sea Shepherd
regresó a Taiji para llevar a cabo la estrategia promovida por Ric.
Supervisar y documentar dentro de los límites de la legislación
japonesa.
Pero añadimos algo que nunca se ha había visto antes y
era tener a un equipo sobre el terreno en Taiji, día tras día,
observando continuamente y documentando cada movimiento de los asesinos.
¿Los Guardianes de la Cala son impopulares entre los pescadores japoneses?
Por supuesto que lo son.
Nos decepcionaría si no fuera así.
Esperamos que los pescadores y sus seguidores nos demonicen. No esperamos que nuestros aliados les den la razón.
No nombraré nombres ni señalaré a ningún grupo. Me niego a permitir que
los asesinos de delfines y sus seguidores inciten a creer que Sea
Shepherd es divisionista. Simplemente no lo haremos.
Pero debo
abordar una crítica, y de nuevo sin nombrar nombres, y esa crítica dice
que "no tiene derecho a dirigir los Guardianes de la Cala porque nunca
ha estado en Taiji."
No estoy seguro del porqué se hizo pública
esa crítica pero el hecho es que no soy ni he sido nunca el coordinador
de los Guardianes de la Cala. Y la razón de no haber estado nunca en
Taiji es porque el gobierno japonés nunca me ha permitido ir a Taiji.
Sin embargo estuve en la isla Iki, por tanto he visto la matanza.
La actual coordinadora de los Guardianes de la Cala es Melissa Seghal y
está perfectamente cualificada. Es apasionada, resuelta, prudente,
experimentada y eficiente. Creo que es chauvinista por parte de los
críticos sobre el terreno en Taiji ignorar o negar el liderazgo real de
una mujer desahogándose con alguien que piensan que es el líder porque
es un hombre.
No estoy al cargo de los Guardianes de la Cala en Taiji ni lo haré nunca. Lo hace Melissa.
La posición de la Sea Shepherd Conservation Society es: 1. Los
Guardianes de la Cala no abandonarán Taiji hasta que acabe la matanza.
2. Los Guardianes de la Cala se centrarán en su principal objetivo que
es poner fin a la matanza de delfines. 3. Los Guardianes de la Cala
cooperarán con todas las demás organizaciones que se opongan a la
matanza, tanto extranjeras como nacionales. 4. Si alguna organización
desea distanciarse de los Guardianes de la Cala se respetará su deseo
sin comentarios. 5. Los Guardianes de la cala operarán dentro de los
límites de la legislación japonesa. 6. Los Guardianes de la Cala
aplauden y alientan la implicación de los ciudadanos japoneses. 7. Y más
importante, los Guardianes de la Cala nunca abandonarán a las
verdaderas víctimas de este horror, los delfines inocentes e indefensos
masacrados despiadadamente por un pequeño puñado de individuos que traen
la vergüenza a toda la nación de Japon.
Dolphin Project, Earth
Island, Save Japan's Dolphins, Surfer for Cetaceans y FLIPPER. Deseamos
mucho éxito a estos grupos y apreciamos todo lo que han hecho y están
haciendo.
La fuerza de un ecosistema reside en la diversidad y
en la interdependencia. Son las leyes de la ecología y los movimientos
sociales funcionan del mismo modo. Diversidad e interdependencia. La
diversidad en las tácticas, estrategias, opiniones, perspectivas e
imaginación. Debemos ser interdependientes para lograr el éxito o como
una vez escribió el mayor de todos los legendarios samurais: "El doble
filo de la pluma y la espada. La educación y la confrontación."
HAY QUE HACER ALGO CUANTO ANTES AUNQUE CREO QUE YA SE ESTA HACIENDO ALGO , POR UNA PUBLICACION ANTERIOR DEL BLOG.
ResponderEliminarPOBRES DELFINES CON LO EVOLUCIONADOS QUE ESTAN Y LAS VIDAS QUE HAN SALVADO