DEPOSITANDO EN EL BANCO AKÁSHICO. Gillian MacBeth-Louthan
DEPOSITANDO EN EL BANCO AKÁSHICO.
Gillian MacBeth-Louthan
A
medida que la primavera del 2014 empuja su camino a través de cada poro
de su persona, sentimos un sentimiento de expectancia como el de una
mujer embarazada en su noveno mes.
La
necesidad de dar a luz a otro nivel de nuestro Ser nos ‘patea y empuja’
desde dentro hacia fuera, haciendo nuestra vida incómoda y provocando
nuestro temperamento.
Toda la Tierra refleja este impulso de avanzar adelante, fuera del largo
invierno de espera hacia un lugar que sólo puede ser visto por el
observador.
Nos vemos a nosotros mismos viendo una novedad que todavía no ha encontrado su camino a la superficie.
Nos sentimos instados e impulsados a salir de la tristeza invernal
buscando ciegamente ver las cosas color de rosa como solíamos hacerlo.
Somos veteranos como un buen vino añejado que busca llenar una copa de cristal.
A diario la vida nos da un bocado a digerir, un aperitivo que nos previene llegar a nuestra destinación deseada.
Nuestra gente conocida y querida deja la Tierra, dejando un pequeño agujero en nuestro corazón.
Los arrepentimientos se apilan como ropa sucia al tiempo que nos aferramos a lo que era y lo que hubiera podido ser.
Nos lamentamos por tiempos más fáciles y reflexionamos sobre lo que fue alguna vez.
El elemento del tiempo en sí mismo ha acelerado nuestro pulso y nuestros deseos.
Como un piloto de coche de carreras damos vueltas y vueltas sin ver nunca la salida de nuestro laberinto autocreado.
La gente está innatamente enojada consigo misma, con el mundo, con sus elecciones, con sus gobiernos.
La Tierra misma jadea con las fallas geológicas al tiempo que señala con el dedo a sus guardianes.
Todo sale a la superficie justo a tiempo para ser alimentado por las emanaciones solares desde el espacio sideral.
Esta
energía no se trata de un cataclismo, sino de una promesa que hicimos
hace mucho tiempo antes de que viniéramos a la Tierra. Dentro de nosotros vive una sola rosa, alrededor de la cual hay mucha maleza.
¿Nos
enfocaremos en la rosa o perderemos nuestro tiempo quitando la maleza y
olvidándonos completamente del dulce aroma de la rosa?
Cada vez más situaciones surgirán inesperadamente como una luna llena esperando al eclipse.
Habrá
cada vez más interrupciones de nuestros bien intencionados planes que
nos desvían de nuestra senda que estamos destinados a andar.
A diario algo tratará de robar nuestra Luz, nuestro gozo y nuestra paz. A diario nos desviaremos de la senda de Luz en la que partimos.
A diario pedimos perdón al tiempo que redoblamos esfuerzos para volvernos ese Ser Divino que sabemos que somos.
Cuando Dios creó a los humanos, Él estiró la Creación más allá que en cualquier otro tiempo.
Él se permitió darse más espacio para crecer en sus campos creacionales.
El Universo permitió a la criatura humana ser responsable a todo nivel
sin interferencia Divina en el patrón de crecimiento.
Se pusieron herramientas dentro de la biología misma de la Creación.
Todas las sendas a Casa, todas las sendas a la iluminación fueron
codificadas dentro del ADN, accesibles solamente creyendo
verdaderamente.
El
Universo ve el panorama total y permanece en curso sin ser responsable.
Nosotros, meros mortales, tenemos una labor mucho más difícil.
Tan
pronto como vemos el futuro, lo cambiamos. Cada vez que vemos el
futuro, aunque sea tan sólo por un fugar segundo, lo cambiamos.
El futuro cambia porque fue visto. Como visionarios todos estamos destinados a cambiar el resultado a diario.
No es cosa del destino versus el libre albedrío; es el destino y el
libre albedrío. Una visión es sólo una fotografía instantánea de un
posible futuro.
El campo geomagnético de la Tierra cambia a medida que se acelera el tiempo geomagnético.
A
medida que los vientos solares erizan los pelos de la nuca de toda la
humanidad, dos moños destellantes son atados al viejo árbol Akáshico.
Los horizontes de los eventos se programan a sí mismos sin pedir
permiso. El campo de juego de la Tierra ha cambiado para siempre.
Un “campo” es una matriz, una región de influencia que conecta dos o más puntos en el tiempo/espacio.
Se piensa que el campo Akáshico existe en la realidad física, aunque no pueda ser observado directamente.
El campo Akáshico es como una super computadora del Universo. Es un
sistema que actúa como un almacén central de toda la información de cada
individuo que haya vivido jamás en la Tierra.
Los
Registros Akáshicos contienen cada obra, sentimiento, pensamiento e
intención que haya ocurrido jamás a cualquier momento de la historia del
mundo.
Los Registros Akáshicos contienen la historia entera de cada Ser desde
el amanecer de la Creacin. Estos registros nos conectan a cada uno de
nosotros mutuamente.
Ellos moldean y forman la conciencia humana. Son una porción de la Mente Divina.
Son un juez y jurado imparciales que intentan guiarnos y transformar a cada persona para que se vuelva lo mejor que puede ser.
Ellos personifican una exhibición fluida siempre cambiante de futuros posibles. Akasha es el medio que porta el “campo del punto cero,” es un “éter” portador de Luz.
El
campo del punto cero es un “vacío unificado.” Este vacío transporta luz
y sonido y genera el campo holográfico que es la memoria del Universo.
El
campo Akáshico sostiene todo lo que somos. Nuestra energía nunca es
destruida, ni tampoco se destruye ningún pensamiento o posible futuro.
El campo Akáshico es como un “capullo vibratorio” que gira a una velocidad siete veces mayor que la de la luz.
Este capullo actúa como un papel secante, absorbiendo y registrando cada evento.
El
campo Akáshico guarda cada pensamiento y respuesta que tenemos
concerniente a todas las situaciones de la vida en todas las vidas.
Nosotros entramos a estas energías emancipadas a medida que la primavera empieza justo a ponerse su vestuaje floral.
Durante
un mes se les dará campos probados por el tiempo de iluminación en
preparación para los cambios venideros y surgimientos de los eclipses de
abril.
El
Embrollo Cuántico se volverá una forma de vida. El entrar y salir
sigilosamente del tiempo y la memoria podría volverse un deporte
olímpico.
Todos los episodios de actividad solar influencian el tiempo y la manera como lo percibimos.
El
pasado, presente y futuro se encuentran a diario para tomar una ‘mocha
latte.’ No hay manera de escaparse del Gran Oz Solar que sabe todo y ve
todo.
A
medida que navegan a través de estos mares del yo, estén conscientes de
los depósitos que hacen en el banco Akáshico Universal.
según lo recibió Gillian MacBeth-Louthan
Traductor: Gloria Mühlebach
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