Por Sarah Varcas
7 de Mayo 2014
Una Alianza de la Mente y el Corazón
Mercurio
entra en su propio signo de Géminis hoy, y al hacerlo está en
conjunción con el asteroide Hygeia. Aquí vemos una alianza entre el
reino de la mente - de la información y la comunicación -, y el reino de
sanación del alma. Esta asociación astrológica nos recuerda que
necesitamos un equilibrio entre la mente y el corazón para que se logre
la sanación verdadera.
No podemos lograr la totalidad sin que ambos
aspectos estén en armonía. Si nos esforzamos mucho en entender y
encontrar la lógica en todas las cosas descuidamos esa parte de nosotros
que conoce, más allá del pensamiento y de las ideas, que todas las
cosas surgen y cesan por una razón.
De igual forma si descuidamos la
mente y rechazamos su contribución a nuestras vidas, arriesgamos perder
la belleza del pensamiento creativo, del conocimiento compartido y
aplicado, de cuerpos de sabiduría y habilidades que se trasmiten de
generación en generación.
En estos días corremos el riesgo
de demonizar la mente como una contra respuesta a su deificación, lo
cual ha caracterizado la era moderna. Ninguna posición es cierta, por
supuesto. La mente justo es. Es lo que hacemos con ella lo que importa.
Tiene su lugar y su papel y el tránsito de Mercurio a través de Géminis
en las tres semanas próximas busca revelarnos ese papel.
Cuando la mente
es nuestra herramienta, la cual podemos tomar y dejar según sea
necesario, cuando podemos involucrarnos con ideas y lógica tan
fácilmente como con intuición y paradoja, estamos en un estado de gracia
que facilita que nuestro ser sea inundado por todo tipo de fuerzas de
sanación y equilibrio, llevando a la totalidad todo lo que nosotros
somos.
Hoy Mercurio e Hygeia nos recuerdan que la mente es una fuerza
sanadora tanto como el corazón y justo ahora tenemos la oportunidad de
profundizar nuestra relación con y apreciación de esta faceta de nuestro
ser.
Lo cual no quiere decir que todos necesitemos
centrarnos completamente en la cabeza ¡y descuidar todo lo que esté
debajo de la barbilla! Mercurio es un mensajero y pretende conectar
nuestra mente y corazón a través de un canal abierto de comunicación e
intercambio, al igual que pretende abrir el mismo canal entre nosotros y
los demás.
El promueve la conexión y crea alianzas donde no había
ninguna previamente, así que si hemos estado descuidando nuestro
corazón a favor de nuestra cabeza o viceversa, tenemos ahora la
oportunidad de conectar ambos ¡y comenzar el diálogo!
Hygeia nos
habla de sanación y totalidad. Nos recuerda que la sanación no es algo
que suceda de una vez, haciéndolo todo nuevo, sino que es un proceso
constante de ajuste y recalibración, de desintoxicación y nutrición, de
exploración y descubrimiento.
La sanación sucede a cada momento a medida
que nuestros cuerpos, mentes y espíritus trabajan de conjunto para
mantenernos abiertos y en resonancia con la fuerza de vida que nos
alimenta cada día.
Nos recuerda que la sanación es una parte natural de
la vida. No es algo que podamos hacerle a otro o aun a nosotros mismos.
Es meramente el estado de gracia al cual aspira regresar cada célula de
ser y nuestro papel es simplemente quitarnos de en medio y permitir que
se manifieste la gracia.
La forma que tomará ese
quitarse de en medio variará de persona a persona. Para algunos requiere
de un ajuste emocional que retire los obstáculos de temor, represión y
negación para permitir que la fuerza de vida fluya hacia áreas
previamente desatendidas de su vida interior.
Para otros puede ser
ajuste a nivel físico lo cual permite que las fuerzas naturales de
sanación hagan lo suyo. Para muchos es un poco de ambos. Cada uno de
nosotros debe identificar donde y cómo evitamos que la energía de
sanación del universo fluya hacia y a través de nosotros y entonces
decidir que debemos hacer al respecto.
Y aquí es donde entra Mercurio,
porque al identificar cómo cambiar nuestra energía de bloqueada a
fluyendo momento a momento, estamos estableciendo la comunicación a
través de nuestro campo de energía, a lo largo de nuestros cuerpos
físico, mental, emocional y espiritual y estamos reconociendo que todos
los aspectos de nuestro ser, incluyendo a la mente, tienen un papel que
jugar en este proceso.
Hemos aprendido mucho sobre el
poder de la mente en años recientes, pero mucho de este conocimiento se
ha convertido en partículas firmes que contradicen las complejidades de
la condición humana. Sí, nuestros pensamientos bien pueden dictar
nuestra realidad, pero nuestra realidad es también algo más que nuestros
pensamientos, nosotros mismos y nuestra perspectiva.
Estamos viviendo
en un mundo en el cual las conexiones entre todas y cada una de las
cosas vivas están ahora súper cargadas. A cada momento estamos
conduciendo energía que nos conecta con toda vida. Estamos resonando
cada vez más como un todo en lugar de un conglomerado de partes
independientes.
Como tal, la ‘realidad’ se convierte en un campo de
fuerza vibrante de energía, impactado por cada pensamiento, cada
sentimiento, cada acción de todos. Todos contribuimos a y extraemos de
este campo de energía con cada respiración y por tanto cada uno tiene
alguna responsabilidad por el estado de la vibración colectiva. Los
pensamientos que tenemos respecto a la vida importan, por supuesto. La
actitud puede crear o destruir una vida.
Pero igualmente nos enfocamos
solamente en nuestros pensamientos sin tomar en cuenta la fuente de
energía que constituye nuestras emociones, nuestro inconsciente, el
campo colectivo de ser, nuestro sendero kármico o herencia genética, no
logramos abarcar la complejidad de los ingredientes que crean el momento
presente y el conjunto de elecciones que tenemos en términos de cómo
hacer de esto algo íntegro en lugar de lastimado.
La
alianza actual entre Mercurio e Hygeia nos impulsa a pensar sobre
nuestra experiencia, a hacer conexiones, a buscar respuestas y actuar
según la información que resuene, justo al igual que nos impulsa a abrir
nuestros corazones a las posibilidades que no se pueden poner en
palabras, y conceptos que superan a la mente y hablan directamente al
corazón.
Las respuestas convenientes que subestiman la complejidad no
nos llevarán muy lejos a esta alturas, pero las soluciones que
encapsulan la paradoja de ser un individuo que tiene una experiencia
colectiva lo harán, siempre que unamos la mente y el corazón como un
todo y reconozcamos que ambos conducen la misma energía aunque a través
de diferentes canales y para sus propios fines.
Es tiempo
de abrazar la mente, no como nuestro amo sino como un amigo querido, un
aliado del corazón, no opuesto a este. Una vez que los abracemos a ambos
y permitamos que se mezclen y fundan sus perspectivas, tendremos una
experiencia de vida verdaderamente holística que estará imbuida de
sanación y plenitud con cada pensamiento, latido del corazón y
respiración.
Sarah Varcas
© Sarah
Varcas 2014. Todos los derechos reservados. Se permite compartir
libremente este artículo en su totalidad si se otorga crédito total a la
autora, se distribuye libremente y se incluye la www.astro-awakenings.co.uk
Traducción: Fara González
Difusión: El Manantial del Caduceo
No hay comentarios:
Publicar un comentario