Escenario 2012 por Steve Beckow... El Arcángel Miguel: La Declaración de la Libertad Humana
NOTA IMPORTANTE: Durante más de un año he guardado el secreto del autor de este documento.
Creo que revelé el nombre del autor en una ocasión, pero el verdadero
autor — el Arcángel Miguel — y yo acordamos en ese tiempo que llegaría
el momento apropiado en que yo revelaría públicamente quién lo escribió.
Pero en esos momentos era mejor que dijera que yo lo había escrito. Si
acaso, soy el autor solamente de los errores involucrados cada vez que
mi ego se interpuso en el camino.
Tuve que regresar y sacar mis errores porque sabía que se habían interpuesto.
El Arcángel Miguel lo escribió en apoyo del Día de la Libertad Mundial, el cual se celebró el 6 de marzo del 2011.
Así que lo he vuelto a publicar con el nombre del verdadero autor, y estoy contento de poder aclarar el asunto..
Cada
ser en un Ser Divino y eterno viviendo en un cuerpo temporal. Cada ser
estaba vivo antes del nacimiento y vivirá después de la muerte.
Cada
ser entra a la vida física con el propósito de experimentar y educarse,
para que pueda en el transcurso de muchas vidas aprender su verdadera
identidad como un fragmento de la Divinidad.
La
vida en sí misma es un proceso constante de evolución y despliegue
basado en el libre albedrío, el cual continúa hasta tal tiempo en que
nos demos cuenta de nuestra verdadera naturaleza y regresemos a la
Divinidad de la cual provenimos.
Ningún
ser entra a la vida para servir a otro — a menos que sea por elección
propia — sino para servir su propio propósito y el de la Divinidad de la
cual provino.
Toda vida está gobernada por leyes naturales y universales que preceden a, y sobrepasan las leyes de la humanidad.
Estas leyes – tales como la Ley del Karma, la Ley de la Atracción, y la
Ley del Libre Albedrío – son decretadas por Dios para ordenar la
existencia y asistir a cada persona a lograr el propósito de la vida.
Ningún
gobierno puede ni debe sobrevivir si deriva su existencia a partir de
la obligada sumisión de su gente, o si les niega sus derechos y
libertades básicas.
La
vida es un movimiento de una existencia a otra en diversos lugares por
todo el universo, y en otros universos y dimensiones de existencia.
Nosotros no estamos solos en el universo sino que lo compartimos con
otras civilizaciones, la mayoría de las cuales son amantes de la paz,
muchas de las cuales son mucho más avanzadas que nosotros, y algunas de
las cuales pueden ser vistas a simple vista y otras no.
La evidencia de nuestros cinco sentidos no es el árbitro final de la existencia.
Los humanos son entidades tanto físicas como espirituales, y el lado espiritual trasciende lo físico.
Dios
es un Espíritu y el criterio final de la Verdad de Dios no es lo físico
sino lo espiritual. La Verdad se encuentra en el interior.
Dios es Uno, y debido a esto los seres son Uno. Ellos forman una Unidad.
Están destinados a vivir en paz y armonía juntos, en una “unidad común” o “comunidad”.
El
uso de la fuerza para resolver asuntos es contrario a la ley natural.
Cada persona tiene el derecho de conducir sus propios asuntos sin ser
obligados, siempre y cuando sus elecciones no causen perjuicios a otros.
Ninguna
persona será forzada a contraer matrimonio contra su voluntad. Ninguna
mujer será forzada a tener o no hijos contra su voluntad.
Ninguna persona será forzada a sostener opiniones o no, o a adorar de alguna manera que sea contraria a sus elecciones.
Nada que sea vital a la existencia será retenida de otro si está dentro del poder de la comunidad de proporcionarlo.
Cada persona retendrá la habilidad para pensar, hablar y actuar según elija, siempre y cuando no causen perjuicios a otros.
Cada
persona tiene el derecho de elegir, estudiar y practicar la educación y
carrera de su elección sin interferencias, siempre y cuando no causen
perjuicios a otro.
Nadie
tiene el derecho de matar a otro. Nadie tiene el derecho de robar a
otro. Nadie tiene el derecho de imponerse a sí mismo sobre otro de
ninguna manera.
Cualquier
gobierno que cause perjuicios a sus ciudadanos, los prive de su
propiedad o sus derechos sin su consentimiento, o conduzca una guerra
ofensiva contra sus vecinos, sin importar cómo tergiverse o falsee la
situación, perderá su legitimidad.
Ningún
gobierno podrá gobernar sin el consentimiento de su gente. Todos los
gobiernos tienen la labor de velar por el bienestar de sus ciudadanos.
Cualquier
gobierno que obligue a sus ciudadanos a velar por su propio bienestar
[del gobierno] sin atender al de ellos pierde su legitimidad.
Los
hombres y mujeres han de vivir vidas que los satisfagan, sin carencias,
dondequiera que deseen y bajo las circunstancias que deseen, siempre y
cuando sus elecciones no causen perjuicios a otros y sean humanamente
asequibles.
Los
niños han de vivir vidas bajo la benévola protección de todos, sin ser
explotados, y con acceso sin trabas a las necesidades de la vida, la
educación y el cuidado de la salud.
Toda
forma de explotación, opresión, y persecución van contra la ley
universal y natural. Todo desacuerdo debe ser resuelto amigablemente.
Cualquier ley humana que vaya contra la ley universal y natural es inválida y no debe sobrevivir.
La promulgación de y el hacer cumplir leyes humanas que vayan contra la
ley universal y natural trae consigo consecuencias que no pueden
evadirse, ya sea en esta vida u en otra.
Aunque uno pudiera escapar la justicia temporal, uno no escapa la justicia Divina.
Todo
resultado es para la mayor gloria de Dios y nos volvemos hacia El para
la satisfacción de nuestras necesidades y para el Amor, la paz, y la
sabiduría. Que así sea. Aum/Amén.
Traductor: Gloria Mühlebach
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