Los Ángeles vía Ann Albers. Confíen en la vida
Los Ángeles vía Ann Albers. Confíen en la vida
21-06-14
Mis queridos amigos, los amamos mucho. Nunca pueden estar sin amor, sin guía o sin dirección.
Solo son sus pensamientos los que los limitan a ustedes y sus ideas de lo que puede o no lograrse en su realidad humana.
Cuando oran, muchos de ustedes oran en desesperación en vez de fe.
Si
en verdad conocieran el amor de Dios por ustedes, si creyeran con todo
su corazón que el poder que los hace querer sostenerlos y elevarlos,
entonces orarían con confianza, creyendo que sus oraciones serán
contestadas en el momento correcto y de la forma más hermosa.
Queridos,
van por la vida tratando de controlar cada aspecto de ella. Quieren que
las cosas se vean de cierta forma para que “sean felices”, pero la
verdad es que muchos de ustedes están dispuestos a sacrificar su
felicidad ahora esperando un futuro más feliz.
En realidad, pueden elegir disfrutar su vida ahora mismo. Pueden elegir saborear el amanecer u oler el dulce aroma de una rosa.
Pueden dar gracias por su respiración, el techo sobre sus cabezas y la comida que nutre su cuerpo.
Pueden confiar que todo está en orden, todo está bien y si simplemente
se apoyan en la fe haciendo lo que saben hacer ahora y se relajan en el
momento, entonces su vida se puede desenvolver en formas que ni siquiera
han soñado o imaginado.
Se pueden abrir a la vida en vez de controlarla. Pueden elegir la corriente más impulsadora en el arroyo y disfrutar el paseo.
Pueden decir, “ah, esto se siente bien ahora, déjenme ver a dónde lleva”.
La vida nunca debería ser un forcejeo. Y aun así la humanidad elige forcejear con la vida.
Abrácenla.
Digan, “aquí estoy, justo aquí, justo ahora, ¿hay algo que sepa hacer
en éste segundo que se sienta maravilloso y apoye mis sueños?” Si es
así, háganlo.
Sino disfruten el momento. Confíen en la vida, queridos. No hay nada
menos que el Amor, interactúen con el Amor en una interminable danza de
descubrimiento que pueda llegar a ser.
Dios los Bendice. Los amamos mucho.
© Ann Albers. Todos los derechos reservados.
Traducción: Gustavo T
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