por Jennifer Hoffman
11 de Agosto 2014
En
el juego del ‘tironeo’ dos grupos sostienen los extremos opuestos de
una cuerda, tratando cada uno de jalar al otro en su dirección o
forzándolo a soltar la cuerda. Es una lucha de ‘tironeo’ para controlar
la cuerda hasta que un lado gana. El grupo más fuerte (el que jala con
más fuerza) eventualmente tomará el control de la cuerda.
Pero si los
dos grupos tienen igual fuerza, se mantienen inmóviles porque la tensión
dinámica equilibrada que ellos ejercen sobre la cuerda no permitirá el
movimiento en ninguna dirección. El entendimiento de cómo funciona este
juego permite explicar nuestros papeles sanadores, el karma y cómo
podemos dar los pasos siguientes en nuestra evolución, transformación y
ascensión.
En todas nuestras relaciones, estamos jugando
un juego de ‘tironeo’, donde una persona ejerce justamente suficiente
energía para equilibrar la energía de la otra persona. Esperamos que al
equilibrar la oscuridad de ellos, en la forma de alguna sanación que
nosotros pensamos que ellos necesitan, los ayudaremos a encontrar su
propia luz.
Esto crea una tensión dinámica, donde cada persona está
igualmente equilibrada en la cantidad de oscuridad y luz que ellos están
expresando, y la relación nunca va más allá del modo de sanación porque
cada persona está esperando que la otra suelte el extremo de la energía
de ella.
La persona a quien estamos tratando de sanar, por ejemplo,
está esperando que nosotros nos detengamos, y nosotros, como el sanador,
estamos esperando que ellos acepten e integren la luz que les
ofrecemos, y que cambien.
Con esta tensión dinámica ambos
lados están equilibrados, empujando y jalando con igual fuerza y el
resultado es un punto muerto total o de inmovilidad porque ninguna de
las partes cederá o ‘perderá’. También podemos llamarle a esto polaridad
o dualidad, el equilibrio de la oscuridad y la luz.
La solución radica
en que uno de los dos lados eleve su energía, para elegir una nueva
vibración que desplace la energía, pero eso también terminará con el
‘tironeo’, el cual veremos como una pérdida o una ganancia. ¿Quién tiene
la mayor cantidad de vigorosidad, determinación y poder? ¿Quién está
más decidido a ganar? ¿Es más fácil para la oscuridad ser menos oscura
que para la claridad brillar con mayor esplendor?
La
única forma de cambiar la polaridad es inyectando más luz y eso tiene
que venir de la persona que tiene la voluntad de soltar su extremo de la
cuerda. ¿Pierde ella algo con esto?
Quizás la necesidad de mostrarse a
sí misma que puede hacer lo que ha logrado dentro del marco de su
experiencia de sanador y sanación, ¿pero era esa la intención realmente
después de todo? Creo que lo que pensábamos que era nuestra misión,
iluminar la oscuridad, no se pensó totalmente con claridad.
Al
contrario, si hacemos brillar nuestra luz, la oscuridad se desvanecerá
naturalmente. ¿No es eso lo que sucede cuando sale el sol cada día?
¿Hemos nosotros, en nuestro esfuerzo en ganar el ‘tironeo’ en pos de la
iluminación para la humanidad, perdido de vista este punto importante
que lo hace todo mucho más sencillo?
Al aproximarnos a
otro ciclo en el viaje de experiencia de ascensión de la humanidad,
tenemos que preguntarnos si queremos ganar el juego del ‘tironeo’
energético o si estamos listos para justo brillar.
El costo para
nosotros es mayor de lo que sabemos porque ya no podremos rescatar
nuestra luz para sanar la oscuridad, ya no podremos limitar nuestra
senda de vida y nuestra misión del alma en la esperanza de que la
oscuridad eventualmente ‘vea la luz’.
¿Cómo puede ser esto, cuando
estamos haciendo brillar nuestra luz lo suficiente para no obstruir?
¿Qué sucede cuando dejamos de utilizar nuestro interruptor para atenuar
la luz y en su lugar encendemos el que proporciona rayos de luz
superiores?
Es una nueva era para nosotros, una que no
puede enfrentarse según las viejas reglas, o dentro del contexto del
viejo ‘tironeo’. No perdemos nada si nuestros compañeros kármicos no
sanan tal como nosotros pensamos que ellos debían o podían, pero
limitamos en gran medida nuestra propia experiencia energética cuando
equilibramos la energía de ellos con la nuestra, quedándonos en un nivel
que nos mantendrá dentro de la esfera de ellos, para que podamos ver
como ellos (finalmente) sanan.
¿Qué si les proporcionamos a ellos la luz
que ellos pueden utilizar y entonces podemos nosotros avanzar hacia una
realidad de nuestra propia elección, que está más allá de la oscuridad
de ellos, de sus necesidades de sanación y de su karma?
Eso es lo que
ganará el juego para todos y liberará la tensión dinámica que nos
mantiene en los ciclos kármicos y de sanación de la 3D y de la
polaridad. Y nos libera a nosotros, a nuestro grupo álmico, a nuestros
ciclos de sanación y kármicos, a la humanidad, a la tierra y a nuestro
universo del ‘tironeo’ que nunca se puede ganar a menos que ambos lados
decidan que ya no quieren jugarlo.
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el Paradigma de la Atlántida, que se explica en mi libro, El Legado de
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Derechos
de autor © 2014 por Jennifer Hoffman. Todos los derechos reservados.
Pueden citar, traducir, reimprimir o referirse a este mensaje si
mencionan el nombre de la autora e incluyen un vínculo a http://enlighteninglife.com
Traducción: Fara González
Difusión: El Manantial del Caduceo
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