13 de agosto de 2014
El
Ojo de Horus es el símbolo que determina la capacidad de visión
espiritual y que anatómicamente se relaciona con la glándula pineal.
Pero es mucho más que eso.
Primero habría que explicar
mejor qué es eso de visión espiritual. Todos estamos familiarizados con
el conecto de Tercer Ojo o Visión Astral y pensamos que es la única
conexión que tenemos con ese otro lado, con el sutil y espiritual, pero
no es así, éste es sólo una parte del todo.
Es
importante aclarar que al tener activo o abierto el Tercer Ojo, no
implica tener abierta la capacidad de ver, en muchos casos ésta no llega
nunca, sin embargo, lo que sí se produce es la apertura a los planos
sutiles que nos permite conectar con lo que hay ahí y sentirlo.
La
activación del 3º ojo, es la activación de los sentidos
extrasensoriales, pero de todos, no solo el de la vista. Así, cada uno
despertará unos más que otros o, inclusive, algunos no despertarán
nunca, como digo.
El problema es que se le ha dado
tanta importancia a la clarividencia, que se ha vuelto una necesidad, de
forma que parece que si ésta no se despierta, ya no se puede hacer
nada, infravalorando así al resto de sentidos y todos son igualmente
fiables, incluso más que la visión, ya que ésta puede anular el resto de
sentidos por lo que la valoramos y al mismo tiempo, puede ser el
sentido que más nos engaña detectando visiones no reales, producto de
nuestra psique o de engaños de entidades de baja frecuencia.
Esta
visión astral o actividad del Tercer Ojo va ligada anatómicamente a la
función de la glándula pituitaria y pineal, pero sin una unificación con
los otros dos eslabones necesarios en esta cadena y en otra frecuencia a
la necesaria para la activación del Ojo de Horus.
Por
otro lado, está lo que llamamos Visión Espiritual, que deriva del Ojo de
laMente, que es la que realmente va ligada al llamado Ojo de Horus.
Cuando se activa esta visión superior no hace falta que se active la
clarividencia, porque SE SABE lo que hay, de forma que la necesidad de
vislumbrar formas y colores desaparece, ante la seguridad de esas formas
y colores.
El Ojo de la Mente hace que las visiones
que se tengan se den dentro de nuestra mente, como si volteásemos los
ojos hacia dentro de nuestra cabeza y nuestro cerebro se transformara en
una bola de cristal que nos muestra todo lo existente. Igualmente,
puede pasar con la audición.
Pensemos que no son
nuestros ojos los que ven ni nuestros oídos los que oyen ni nuestra piel
la que siente ni nuestra lengua ni nariz, las que degustan o huelen, es
nuestro cerebro, entonces la visión interna o el ojo de la mente, nos
permite percibirlo todo sin que sea alterado por ningún sentido externo o
extraexterno.
Al activarse esta conexión divina, el
verdadero Ojo de Espiritual, va a traer toda una serie de cambios
interno, ya que la frecuencia de la persona sube, las capacidades se
incrementan, los dones se despiertan, la persona cambia.
También
en el ámbito más terreno se ven los cambios, ya que la glándula mejora
su funcionamiento, produciendo más neurotransmisores, entre los que
estarían la Melatonina, Serotonina y Endorfina.
Pero lo
que no es garantía de que estén siempre en niveles óptimos, debido a la
actividad de la persona o a su forma emocional de vivenciar las
experiencias.
También se armoniza la conexión e
interactúa con los demás puntos importantes orgánicos con implicación
espiritual como son: Glándula Timo, Glándula Pituitaria e Hipotálamo.
Como
he dicho antes, para la activación de la glándula Pineal hay que tener
encuenta, que forma parte de un sistema mayor y que enriquece sus
funciones y les da la fuerza y asentamiento precisos. En este sistema se
incluye las glándulas:Timo, Pituitaria, Pineal y el Hipotálamo como
pilar y sustento de todo el conjunto.
Pero también, necesitamos un
anclaje para todo este sistema de activación frecuencial que nos permita
estar estables y que nuestro organismo no sienta alteraciones ante este
torrente de energía, por lo que también tendremos que activar y
trabajar con las glándulas suprarrenales que son las que están en
sintonía con el chakra Raíz, encargado de este anclaje. De aquí, la
energía descenderá hasta la tierra siguiendo el canal de conexión con
ella.
Las glándulas, en general, son centros del
control de nuestro organismo, desde el punto de vista físico, pero
también tienen una implicación y actividad asociada a nuestro sistema
anatómico energético.
Las Glándulas Endocrinas son los
puntos de conexión del cuerpo físico con el energético a través de los
chakras. Estos dos puntos, glándula y chakra, son los enlaces que hacen
que la energía entre en el cuerpo y lo reestructure, así como la red
electromagnética que lo recubre.
Así, las glándulas, se consideran
portales o puentes a los distintos planos o niveles de conciencia.
Dependiendo de la glándula podremos conectar con uno u otro plano, en
resonancia con el tipo de energía que mueven y sus funciones orgánicas.
Si seguimos el orden de planos desde el más próximo a 3D, al más
alejado, el orden glandular sería el siguiente: Adrenales o
Suprarrenales, Gónadas, Páncreas, Timo, Tiroides, Pituitaria oHipófisis y
Pineal o Epífisis. Sobre ellas está el Hipotálamo como filtro de todo,
como puente entre el sistema nervioso y el hormonal.
Otro
aspecto muy importante para la activación del Ojo de Horus es que no es
una activación mecánica, que con tocar energéticamente o poniendo unos
símbolos, es suficiente, es más que todo eso.
Para una verdadera,
armoniosa y duradera activación del Ojo de la Mente, es preciso un
constante trabajo interno, hay que ser responsables de lo que se quiere
hacer y de la propia evolución, entendiendo que si no se produce este
trabajo, no se dará una transformación de base, necesaria y fundamental
para que la glándula pineal y todo el sistema cambie su frecuencia y se
active.
Es preciso que haya una total conexión con el ser interno y, por
tanto, que se tenga bien identificado todo lo que desde la sombra actúa
sobre nuestra psique y nos trampea el camino. Pero, ¿qué es esto que
está en la sombra? Nuestro propio inconsciente, lo que tenemos ahí
guardado y tapado para que parezca que no existe, que no está.
Por
tanto, cuando realizamos este trabajo de reconocimiento interno y de
depuración de todo aquello que no vibre en la frecuencia adecuada,
tenemos que entender que lo más importante es conseguir unificarnos como
un ser y, para esto, mente y corazón tienen que ir de la mano. Esto dos
puntos son las dos piedras angulares de nuestro ser y, por tanto, no
pueden ir cada una por un lado, es fundamental que caminen de la mano y
se ayuden a realizar los cambios.
El humano en realidad
tiene dos cerebros, el intelectivo y el emotivo; el que piensa y el que
ama. Pero solo cuando unificamos, podemos decir que pensamos con el
corazón y sentimos con el cerebro y no es ninguna tontería o juego
depalabras, porque la realidad es ésta. A esto se le llama la
unificación mente-corazón y así y solo así podremos caminar unificados.
Para
conectar y activar este Ojo de Horus o el Ojo de la Mente, se realizan
una serie de iniciaciones, mediante meditaciones y visualizaciones
guiadas, que lo posibiliten. No son ejercicios para abrir la
clarividencia, sino para despertarla visión interna, la visión
espiritual que nos indicará lo que en realidad son las cosas. Nos
mantendrá despiertos y alerta independientemente de nuestro estado de
vigilia o de sueño.
Igualmente, la glándula pineal,
tendrá una mejor actividad y no solo para nuestros dones o despertar a
los otros niveles de conciencia, sino también a su funcionalidad física.
Así, sucederá que podremos conectar con nuestra
Sabiduría ancestral a través de mi auténtico Yo, por tanto, podremos
decir: YO SE, PORQUE YO SOY.
Sol Ahimsa
Terapeuta holística y profesora
Directorade etaci
secretaria.etaci@gmail.com
Tno.609233135 / 608747200
No hay comentarios:
Publicar un comentario