SANANDA via Gillian MacBeth-Louthan
SANANDA via Gillian MacBeth-Louthan
21-10-2014
Tú Y Sólo Tú Puedes Hacer El Cambio.
La humanidad es nada más una ‘curita’ sostenida en su lugar por tu propio sistema de creencias.
No puedes engañar al cuántico ni a tí mismo. Sé honesto y sé adónde quieres ir.
Siempre y cuando te aferres a
la lucha como si fuera un bote salvavidas, él sólo te dejará a la deriva
en los mares de la desesperación.
Tú Eres El Capitán De Tu Destino, el Maestro De Tu Ser. Cambia tu pensamiento, cambia tu vida.
Tú
eres Dios cuando eres pobre de espíritu y sustancia. ¡Tú eres Dios
cuando estás lleno de las riquezas del día; eres Dios cuando te dejan
solo a dormir por la noche, y cuando eres sostenido en los brazos de un
amado/a!
Tu
fe debe sellarse y ser tan sólida como la roca de las montañas, tan
poco fascinante como la implacabilidad de los mares, cambiando solamente
para aferrarse de manera más profunda a tu propio yo.
Despliega tu humanidad y descansa en las alas de la verdad, pues no puedes ser ninguna otra cosa más que lo que eres.
No
flaquees en lo acalorado de la situación, sino comienza la trayectoria a
la noche del ser, andando solo a lo largo del acantilado del futuro,
sin ver pero con la lente del corazón.
Tú
te meces con cada ondita de la personalidad, pasando tanto tiempo
luchando con los dragones que te quedás exhausto en tu propia esencia.
Yo soy los dragones al igual que soy tú, que no se te pase esto de largo.
Pues tú luchas interiormente en tu propia finca, luchando contra las sombras que son creadas por tu misma Luz propia.
Quita
lo que te atemoriza viendo profundo dentro de las grietas de tu ser
para ver por qué está tocando esta música que atemoriza tu corazón; por
qué no has recibido el amor que aguarda cada una de tus caricias.
Buscas
a alquien que te rescate, alguien que cabalgue sobre su montura, su
corcel de la constancia, y te recoja de la vida misma que tú has creado.
Aún en esta fantasía hay un temor de ser dejado caer, de ser dejado ir, de ser abandonado sin más pensamiento.
Sé,
querido niño, que Yo soy tú, al igual que tú eres yo, y que nunca
podemos ser abandonados porque somos uno en el corazón y en la cadera,
en cualquier forma que asumimos.
Lo
que buscas no es una seguridad monetaria ni amor ni sabiduría, sino
saber que yo soy tu firme liberador en la luz y las sombras de tu
experiencia.
Y que Yo te estoy dando esta verdad. Mira Mi Reflejo en la plenitud de tus lágrimas.
En esta experiencia de vida tú has elegido aprender y manifestar a partir del mismo polvo sobre el que andas.
Querías recordar cómo hacer un bolso de seda a partir de la oreja de un cerdo sin la ayuda de nadie.
Ahora preguntas por la pieza que falta en el rompecabezas, pidiéndome un consejo.
Tú
piensas que algo perdido está roto, perdido en tu interior; pero
querido niño, yo sabía que se llegaría a esta intersección algún día y
escondí con cariño dentro de tí la pieza que falta, que buscas.
Las llaves del Reino del Cielo en la Tierra yace en tu interior; busca
tu propio consejo y el Código Lumínico que buscas, pues será revelado.
Los cielos te sonríen con una gran pesadez en sus corazones. Ama quien eres, ama quien te has vuelto, ama quien puedes ser.
¡No busques ser amado, busca ser el amor! Tu maestro, tutor, hermano, Sananda.
Traductor: Gloria Mühlebach
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