Por Sarah Varcas
20 de Abril 2015
Eligiendo el Borde del Barranco
Urano
y Plutón han recibido mucha atención desde el 2012 cuando comenzaron a
formar su dilatada cuadratura que ahora se disuelve en la historia. El
impacto de esta cuadratura, que ha sacudido la vida de innumerables
personas, ha sido imposible de ignorar.
Para muchos, mirar atrás a la
vida antes del 2012 es como mirar a una persona diferente, casi
irreconocible en algunos casos. Tanto ha cambiado, dentro y fuera que
la noción de renacimiento total no es una descripción muy drástica de
los eventos de años recientes.
Muchas personas han sido sacudidas a
despertar por esta cuadratura, forzadas a confrontarse a sí mismas y a
sus vidas, las consecuencias de elecciones hechas previamente y el
impacto de vivir una medio-vida en las sombras de la posibilidad
durante mucho tiempo. Ha sido un tiempo de trauma y éxtasis, desafío y
liberación. Pocos han quedado incólumes. La iniciación a la Era de Acuario ha comenzado realmente.
Sin
embargo como todas las cuadraturas, es solamente el comienzo, no toda
la historia y la verdadera fortaleza nace del conocimiento de cómo
responder después que la intensidad ha pasado y la próxima fase ha
comenzado.
Es aquí donde nos encontramos ahora. Los temas energéticos
de los tres años pasados están liberándose y cambiando, transformándose
hacia algo totalmente diferente. Urano y Plutón están separándose,
liberando su agarre mutuo. Esto señala una partida en nosotros también,
como es arriba es abajo. El cambio viene en nuevas formas ahora y
necesitamos reconocerlo cuando llegue a nuestra puerta.
Urano
y Plutón son pesos pesados planetarios enormemente poderosos. Juntos
auguran el nacimiento de ciclos globales y cambios sociales masivos.
Cuando dos planetas establecen una cuadratura estamos forzados a actuar
so pena de sufrir una intensidad y frustración crecientes.
Nuestro
entorno nos bloquea y obstruye constantemente, nos arrincona, nos
desaloja de donde necesitamos estar hasta que asumimos la
responsabilidad de nuestras vidas y hacemos los cambios necesarios para
el verdadero progreso y transformación profunda. Plutón rige la sombra,
esas partes nuestras que evitamos e ignoramos, negamos y proyectamos
en los demás.
En su cuadratura con Urano hemos sido enfrentados con las
consecuencias de hacerlo a medida que nuestra sombra se ha elevado
repetidamente para enfrentarnos desde el exterior, confrontándonos con
las consecuencias de tratar de ser alguien que no somos, de negarnos a
reclamar nuestra soberanía, de vivir pequeños y seguros cuando
necesitamos hacer una ruptura y arriesgar la libertad. Urano, el Gran Despertador, crea el caos radical.
Exige
nada menos que la verdad, sea ésta tan estremecedora como sea. Percibe
un futuro en el cual no hay mentiras, ni temor ni encogimiento. Este
prospecto puede parecer peligroso en nuestro mundo tal como está, pero
Urano no es de este mundo y no abandonará su agenda para acomodar
nuestras aspiraciones terrenales.
Esta
es la realidad que enfrentamos al trabajar con fuerzas cósmicas: ellas
nos exigen grandeza y dádiva, no en términos de reclamo egoico y
absorción narcisista sino de ser lo suficientemente grandes, sabios,
poderosos para ver más allá de las limitaciones de la mente egoica a
algo más allá de nuestra imaginación.
Ellos exigen que vivamos en el
borde del barranco de la vida, la misma frontera de posibilidad donde
siempre se nos desafía a ir más allá. Ellos exigen profunda integridad,
una honestidad afilada y una voluntad para cambiar en formas que pueden
parecer imposibles desde nuestra posición actual.
Cuando los gigantes
como Urano y Plutón cuadran entre sí, a pesar de la increíble
intensidad de su acción, somos más capaces de responder en cierta
medida. Simplemente no tenemos elección. Encontramos que dentro de
nosotros debemos hacer lo que ellos exigen. Aun y especialmente cuando
creemos que no vamos a hacerlo.
Porque de todo el estrés y el dolor de
sus acciones en nuestras vidas, el resultado siempre está más allá de
nuestra imaginación más descabellada al descubrir la fortaleza que no
sabíamos que teníamos, la opciones que nunca imaginamos que podían ser
nuestras y una vida esperándonos que reanima esas partes internas que
previamente estaban mustias y moribundas.
Es duro, seguramente, pero
los cambios que experimentamos cuando nos ofrecemos a estos procesos de
transformación profunda y a largo plazo hacen que el ofrecimiento lo
merezca.
Los sacrificios hechos se recompensan muchas veces en la
moneda de la sabiduría, la libertad y la verdadera presencia en medio
de nuestra vida misteriosa. Lo que comenzó como una tragedia y trauma
se convierte en renacimiento y una nueva vida. Contra todos los
pronósticos surgimos de las llamas para vivir el nuevo día.
Esta
ha sido la historia para muchos en los tres años pasados. Este mes esa
historia comienza a cambiar a medida que se disuelve la cuadratura
Urano/Plutón. Al separarse estos planetas dominantes su impacto se
modifica y los encontraremos bajo diferentes disfraces en el camino por
delante. Ya no sucederá que al encontrar a uno encontraremos al otro.
Ya no son un equipo.
Sí, Urano todavía quiere tirarlo todo al aire y
Plutón todavía revela las profundidades más oscuras para iluminarlas
con mayor brillo. Pero ellos hacen las cosas a su manera ahora y eso
significa que debemos adaptarnos en consecuencia. La vida no nos
forzará como lo ha hecho hasta ahora. Ya no enfrentaremos el caso de:
“oh, no resisto un minuto más tengo que cambiar sea como sea”.
Vamos a
tener que tomar alguna decisiones arriesgadas, conscientes nacidas no
de la necesidad básica (cambiar o morir!) sino de un profundo
conocimiento interno de que si vamos a jugar una parte plena en la
evolución de este planeta, simplemente tenemos que hacer lo necesario y
punto. Es ambos nuestro derecho de nacimiento y obligación como
custodios de este tiempo y lugar.
De
ahora en adelante puede ser más fácil, gradualmente, evitar el cambio,
encontrar excusas para no hacerlo, hundirnos de nuevo en viejos
hábitos con muchas justificaciones para hacerlo.
La elección es nuestra
ahora, más que antes, simplemente porque no será tan difícil
mantenernos atascados. Realmente depende de nosotros. Plutón seguirá
surgiendo de la oscuridad y Urano seguirá golpeándonos la cabeza
gritando
“DESPIERTA ANTES QUE SEA DEMASIADO TARDE”,
pero de cierta forma será más fácil ignorarlos. Nuestras defensas serán
más fuertes, nuestra negación y auto engaño serán más efectos. Si
simplemente queremos una vida fácil posiblemente la obtengamos ahora.
Pero más fácil no es necesariamente mejor.
Y después de unas cuantas
decisiones para mantenernos seguros, salirnos del ring de boxeo, seguir
atascados en lugar de cambiar, puede ser que comencemos a mirar
alrededor y darnos cuenta que hemos quedado atrás, los compañeros de
senda nos han aventajado, el potencial languidece en la enredadera, las
posibilidades que antes eran cercanas ahora están fuera de alcance.
La
urgencia se desvanece conjuntamente con la cuadratura Urano/Plutón. Lo
que no significa que no se necesite el cambio, solamente que tenemos
más elección en nuestro rol como sus agentes. Podemos dar un paso atrás
del borde del barranco si así lo elegimos.
Salirnos del combate,
atrancar las escotillas internas y hundirnos en el barro negándonos a
avanzar de nuevo. Estos tres últimos años fueron todo un paseo, así que
ya hice mi parte gracias! Que otro lo continúe! Pero ustedes son ”ese
otro” al igual que yo. Igual para todos.
Todos somos ese otro a quien
le entregamos la batuta ahora para el próximo tramo de la carrera. Si
descubrimos que la presión ha cesado y la vida nos ofrece una cláusula
de ‘salida’ cuando las cosas se ponen difíciles, eso no significa que
la cláusula sea la mejor opción, solamente que el desafío ahora se
encara en las elecciones que hacemos no en nuestra capacidad para
resistir cuando no podemos escapar del mismo.
Depende de nosotros
decidir cómo procederemos en adelante, si nos acomodamos con lo que
tenemos o abrazamos nuestro rol como Agentes Evolutivos a largo plazo.
Siempre tenemos una elección y siempre existirán diferentes fuerzas y
factores que influyan en ésta.
Urano y Plutón nos han guiado a través
de las llamas pero ahora asumen una empuñadura diferente. Tan poderosa,
transformadora, liberadora, pero vienen individualmente invitándonos a
entrar a su danza de sombras y viaje aterrador hacia la libertad. Pero
son menos insistentes, menos exigentes.
Su intensidad incrementará y
caerá como siempre, pero el imperativo que se sentía como “cambia o
mueres” se ha levantado. Estamos entrando a la próxima fase ahora,
donde elegimos el cambio radical porque sabemos que es la única vía para
cumplir con nuestro potencial evolutivo, no porque simplemente creamos
que no tenemos elección.
Siempre tenemos una elección. Y nunca ha sido
tan vital como ahora que tomemos la más sabia.
Sarah Varcas
©
Sarah Varcas 2015. Todos los derechos reservados. Se permite compartir
libremente este artículo en su totalidad si se otorga crédito total a
la autora, se distribuye libremente y se incluye la URL www.astro-awakenings.co.uk
Traducción: Fara González
Difusión: El Manantial del Caduceo
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