Reporte de astro-energía Septiembre 2014
Por Sarah Varcas
Después
de la intensa presión (tanto positiva como negativa) que muchos
experimentaron en el mes de agosto, septiembre del 2014 ¡viene como algo
de alivio!
Ofrece un respiro durante el cual podemos tomar aliento,
descansar y acomodarnos en nuestro ‘nuevo normal’. Existe un tema
energético reciente que se puede caracterizar mejor como el ‘regreso del
reprimido’.
Este término freudiano se utiliza para señalar el
surgimiento en la conciencia de pensamientos, sentimientos y recuerdos
reprimidos, muchos de los cuales creíamos que habíamos superado. Tal
proceso a menudo ocurre en tiempos de cambio intenso, mayormente debido a
que es nuestro inconsciente el que conspira para impedir que cambiemos
en formas que puedan alterar fundamentalmente nuestra vida.
Durante un
tiempo como el que hemos estado experimentando en estos meses pasados,
las puertas del inconsciente se abren de par en par con cada temor
suprimido, emoción negada, deseo ignorado que brota para asaltar
nuestros sentidos haciendo lo mejor que pueda para evitar que nos
salgamos de nuestra zona de comodidad. ¡Justo cuando pensábamos que
habíamos lidiado con nuestra carencia de autoestima!
El aborrecimiento
del yo saca su fea cabeza, la cual habíamos perdido de vista desde hace
tiempo. Justo cuando pensábamos que la depresión con la que tanto
luchamos estaba sanada, ahí está de nuevo, penetrando cada esquina con
su presencia pesada, opresiva.
Justo cuando pensábamos que realmente
habíamos dominado este ‘asunto de la compasión’ no resistimos estar en
la misma habitación como todos los demás ¡por temor de arrancarles la
cabeza!. Podemos terminar sintiendo que nada ha cambiado y que
simplemente somos la misma persona de hace un año, dos años, diez ¡!o
veinte años atrás!!
La otra cara de esta moneda son los
cambios rápidos que han tenido lugar para muchos en los dos últimos
meses. Abunda el progreso positivo en la vida de algunas personas, ¡pero
ni siquiera esto viene sin estrés!
El gran cambio generalmente viene
sin garantías. Sabemos lo que tenemos que hacer y también que hacerlo
ahora es inevitable, pero no sabemos cual será el resultado, solamente
que no podemos quedarnos donde estamos.
Damos un salto de fe y esperanza
para lo mejor. Dondequiera que estemos en este espectro de experiencia,
septiembre ofrece una oportunidad para procesar más profundamente todo
lo sucedido en las semanas pasadas regresando a nuestro propio hogar en
medio de este cambio.
A lo largo de septiembre una
alianza entre Saturno y Escorpio y el Nodo Norte en Libra brinda el
telón de fondo energético. Nos estimula a apropiarnos de los aspectos de
nuestro yo-sombra que pueden haber estado preocupándonos,
permitiéndoles que nos muestren donde y cómo ellos necesitan acomodarse
para alinearse con el flujo de la vida en este tiempo.
El problema con
la sombra radica en que le permitimos que nos aísle y abochorne en el
silencio. Es por eso que la reprimimos, negando los pensamientos y
sentimientos que nos producen tanta consternación.
La ira, la
desesperación, el odio, la envidia, el temor, sentimientos de rechazo,
de falta de merecimiento, cualquiera o todos estos y más son lanzados
al inconsciente para mantener nuestra consciencia cotidiana libre de
tales emociones problemáticas. El proceso parece limpio y eficiente,
pero en la práctica no funciona tan bien.
La cantidad de energía que se
consume tratando de mantenerlo todo escondido, aunque inconscientemente,
es energía de la que no disponemos para nuestro propio bienestar. Es
como dejar un equipo eléctrico conectado, consumiendo electricidad
cuando no lo necesitamos. Es costoso e innecesario. La energía es
preciada. ¡Merece respeto!
Lo más simpático del
inconsciente es que todos tenemos uno y en general su contenido es igual
al de los demás. Los detalles pueden variar un poco, pero básicamente
es el pantano usual de ira, lujuria, envidia, temor, bla, bla, bla.
Simplemente escondemos lo que todos compartimos, pero de alguna forma,
en algún punto hemos incorporado la creencia de que somos solamente
nosotros los que tenemos esos sentimientos y que realmente necesitamos
asegurarnos de que nadie más los descubra, de lo contrario ¡habrá muchos
problemas!.
Es así cómo colectivamente evitamos que otra persona se
los apropie asegurándonos que nadie señale lo que está sucediendo
realmente en la psiquis humana.
Así que ¿por qué estoy
diciendo esto? Porque septiembre es un gran mes para normalizar lo que
todos compartimos, para aceptar, sin fanfarria ni algarabía, que todos
tenemos estas tendencias extrañas y a veces preocupantes y que todo es
parte de ser humano, no alguna aberración funesta que solo nos agobia a
nosotros.
La ira, la envidia, la depresión, el odio, la desesperación,
los impulsos violentos, la codicia, sea lo que sea que no estemos
asimilando, podemos quedar tranquilos que hay miles que no lo asimilan
tampoco. Es lo que nos hace humanos, aparentemente.
No tenemos que hacer
un gran drama respecto a eso, lloriqueando y golpeándonos el pecho.
¡Simplemente aceptar que toda esta confusión que viene con nuestra
condición humana puede despejar mucho dolor y estrés justo aquí!
Septiembre puede el mes ‘para salir del closet inconsciente’ ¡y si
hacemos que funcione todos nos sentiremos mucho más relajados cuando
finalice!
Después de la primera semana del mes, durante la
cual podemos aquietarnos en el terreno del drama de bajo perfil ‘así es
como es’, tenemos una Luna Llena en Piscis en conjunción con Quirón.
Esta es una luna poderosamente sanadora, pero puede venir acompañada de
una sensibilidad excepcionalmente elevada durante un par de días en
ambos lados.
Asegúrense de dedicar algún tiempo a la naturaleza y eviten
entornos y actividades estresantes de ser posible. Cuando Quirón quede
iluminado por la Luna Llena habrá un enorme poder de sanación para
‘descargar’ pero como la sanación nos retrotrae a un estado de plenitud,
los desequilibrios mantenidos previamente pueden volverse
particularmente evidentes durante un tiempo.
De ser así puede ser útil
recordar que la energía es simplemente energía, ni buena ni mala,
solamente neutral, así que cualquier cosa que nos afecte se puede
trasmutar en algo que nos sane si se lo permitimos. Si por el contrario
nos identificamos muy fuertemente con el dolor y la angustia lo
solidificamos y creamos estructuras energéticas que son mucho más
difíciles de transformar y trasmutar.
Esta Luna Llena
habla de la sanación necesitada debido a nuestra evitación previa de
emociones difíciles. Los desequilibrios que ella busca corregir son
aquellos creados por la negación. Ella nos pide que sintamos plenamente
cualquier cosa que surja ahora, independientemente de cuánto creamos que
nos abrume el hacerlo.
No lo hará. Y al permitir que los sentimientos
sean sentidos plenamente y sin juicio, estamos invitando a la sanación a
nuestras vidas y permitiendo que nuestro campo de energía se
reequilibre y realinee.
Este es un momento para vigilar nuestros
pensamientos con un aire de desapego, de negarnos a creer lo que ellos
nos dicen de nosotros mismos. No somos ni nuestros pensamientos ni
nuestros sentimientos, sino algo más constante y confiable que yace
debajo de ellos.
Nosotros somos la presencia que puede vigilar cómo los
pensamientos y sentimientos van y vienen, la fuerza de vida que susurra
debajo del drama, de la pasión, de la angustia, de la alegría y de la
ira. Esta Luna Llena nos insta a identificarnos con eso, no con el
contenido pasajero de la mente, y de conocernos a nosotros mismos como
algo mucho más presente y vibrante.
Pocos días después
de la Luna Llena, Marte entra en Sagitario (el 13/14 de septiembre)
ofreciendo un empujón y alguna energía positiva para empoderar nuestro
viaje de experiencia. Este cambio de Marte viene con inspiración y
motivación. La sanación de la Luna Llena puede verdaderamente dejar su
huella ahora a medida que avanzamos más liberados de las viejas energías
que nos restringen y definen en formas que ya no convienen a quienes
somos.
Marte se mantiene en Sagitario hasta el final de octubre, así que
tenemos un aliado útil aquí que puede ayudarnos a mantenernos en alza
durante los tiempos de baja y enfocados en el objetivo cuando alcanzarlo
parece ser una lucha agobiante. El 16 de septiembre ve un apoyo
entrante adicional en la forma de una alianza entre Urano, Quirón y
Júpiter que se mantiene hasta comienzos de octubre.
La libertad está
definitivamente en el aire aquí, si elegimos reclamarla. Pero debe ser
una elección y tenemos que comprometernos a cumplir con la elección,
¡aun si se hace difícil! Esta no es la libertad sin un precio. Esta
libertad viene a expensas de la seguridad, certeza y predictibilidad.
Ella desafía nuestros supuestos y corta las cadenas que preferimos
mantener ahora, ¡muchas gracias!
Pero si nos permitimos cortar esas
cadenas y mantener la fe en que al hacerlo algo mayor pueda surgir en
nuestras vidas, las dos semanas finales de septiembre nos verán echando
los cimientos para los dos eclipses de octubre, el primero de los cuales
(Eclipse Lunar en 8 de octubre GMT) ¡conlleva un puñetazo
particularmente liberador! (más sobre esto cuando se acerque el momento)
El 22 de septiembre GMT ve a Plutón estacionándose
directo en Capricornio. Retrógrado desde mediados de abril, este ha
descubierto algunos sitios oscuros y dolorosos tanto personal como
colectivamente.
Asuntos de poder y de terminación del poder, venganza,
resentimiento y odio que pululan conjuntamente con un fortalecimiento de
aquellos que estén preparados para mirar de frente ese sufrimiento y
ver a través del mismo la claridad y libertad del otro lado.
El giro de
Plutón en este mes añade peso al tema de normalización de la sombra para
que todos podamos asimilarla. No hay necesidad de culpa o temor si
estamos preparados para aceptarla y trabajar con ella conscientemente,
conociendo nuestra propia psiquis a un nivel más profundo e
infinitamente más íntimo.
Muchos buscamos la intimidad con los demás,
especialmente ese otro ‘especial’, pero nos apartamos de la intimidad
con nosotros mismos y en primer lugar. Los cielos de este mes nos
apremian a la auto intimidad ante cualquier otra cosa: un deseo de
liberarnos de la culpa y abrazar todo lo que somos y todo lo que tenemos
para compartir con los demás.
Una Luna Nueva en el
segundo grado de Libra el 24 de septiembre anuncia el comienzo de una
temporada de eclipses que dura hasta finales de octubre. El Símbolo
Sabeo para este grado significa un incremento en la frecuencia de la
luz, una actualización vibratoria que prepara la escena para los
eclipses venideros en octubre, ¡brindando una señal clara e inequívoca
del potencial de estos!
Es muy alentador ver que este grado del zodíaco
se acentúa ahora, después de los temas de este mes. Ah, ¡el poder de la
aceptación para iluminar y esclarecer! Esta Luna Nueva hace
exactamente eso, demostrando todo lo que ha estado apoyando este trabajo
interno desafiante.
El mes cierra con el Sol en Neptuno
en una alineación en forma de cinco elementos del 26 al 30, conectando
la voluntad divina con nuestra voluntad personal. Esta conexión no viene
sin desafíos como descubriremos en términos sombríos precisamente donde
no queremos rendirnos a un entendimiento superior, ¡prefiriendo
mantener nuestra perspectiva personal un poco más!
Sin preocupaciones:
solamente podemos ir tan lejos como podamos, y si necesitamos quedarnos
un poco también está bien.
Una temporada de eclipses siempre viene con
arranques y paradas, y si ésta es una parada, ¡habrá un arranque a
continuación aun antes que lo sepamos! Así que independientemente de
donde nos encontremos a fines del mes podemos estar seguros de una cosa:
los tiempos están cambiando y nosotros con ellos.
Sarah Varcas
Traducción: Fara González
Difusión: El Manantial del Caduceo
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