Nube Blanca: El Círculo De La Vida – Por: Eliza Ayres (aka Tazjima Amariah Kumara)
Nube Blanca: El Círculo De La Vida – Por: Eliza Ayres (aka Tazjima Amariah Kumara)
11-11-2013
Nuestra escriba ha viajado lejos, explorando los confines internos de su Espíritu Nativo Americano.
Ah, dirían ustedes, no hay gota alguna de Americanos Nativos en sus venas.
Cierto, pero su Espíritu reside con nosotros y con aquellas personas que viven cercanas a la Tierra.
Ella honra a la Madre; honra al Gran Espíritu. En estas cosas ella es Uno con nosotros.
Ella ha sentido compasión por nuestro sufrimiento y el sufrimiento de muchos ahora en el mundo.
Su corazón está abierto y ella escucha en su interior, por lo que podemos hablar con ella.
Y ustedes son también Uno con el Gran Círculo de la Vida. Quizá olvidaron esto por un momento.
Reconociendo que la vida se mueve en círculos y espirales, uno puede ir muy lejos sin moverse ni una pulgada.
Es mejor moverse pues el cuerpo está diseñado para moverse, pero a veces el cuerpo retiene al Espíritu atrás.
Entonces
el Espíritu debe alejarse y explorar por cuenta propia, trayendo a su
regreso al cuerpo el conocimiento y sabiduría obtenidos.
Cuando nuestros niños observaban las acciones desequilibradas de los hombres blancos, ellos se quedaban pasmados.
Los jóvenes guerreros pensaban que ellos los podían derrotar fácilmente, y lo hubieran hecho si no hubieran sido tantos.
Algunos de los furiosos líderes de los hombres blancos no observaban, sino que tomaban decisiones y actuaban.
Ellos
veían algo en su camino y reaccionaban, pensando al respecto más tarde,
y a veces con remordimiento por sus estúpidas acciones.
O
racionalizaban la destrucción que ellos diseminaban lejos llamándola un
destino manifestado o el deber del hombre blanco de “civilizar” a los
infieles.
No había sensibilidad alguna en sus acciones, no se daban cuenta de que eran parte de un Todo.
Estos
hombres blancos perdidos no se daban cuenta de que ellos eran los
infieles, de que eran ellos quienes habían dejado al Gran Espíritu
atrás, y andado una senda a través de una gran oscuridad.
Ellos no podían ver la verdad aunque estuviera frente a sí. sus ojos y oídos estaban cerrados.
Sus corazones eran como de piedra. Ellos no nos veían siquiera como gente, sino como bestias a destruir.
El Gran Círculo se mueve aún cuando no estemos listos para hacerlo.
Y así es que muchos de los niños del hombre blanco ahora se sienten más armonizados con la Tierra.
Ellos
desean sanar sus cuerpos y la Madre que ha sido herida por las
actividades egoístas de otros hombres blancos avariciosos y cortos de
miras… y aquellos que emularían las acciones desequilibradas de los
hombres blancos engañados.
Ellos están sintiendo los gemidos de la Madre cuando se corta su carne para hacer caminos y escavar minerales.
Ellos
entienden la necesidad de una gran limpieza que ha llegado porque el
hombre blanco no quiso escuchar, ni a nosotros ni a la Madre, ni
siquiera al Gran Espíritu.
Recordemos que cada uno de nosotros anda por un camino, un camino o una trayectoria que es único para cada persona.
Yo he aprendido a pasar vidas en muchas tierras, culturas y sociedades.
No estamos limitados solamente a una, a menos que el Ser desee que experimentemos más de una vida en una cultura en particular.
Así
que les digo que algunos de aquellos que andaron como hombres blancos
en los días de las Guerras Indias viven hoy en día como Americanos
Nativos en la Reservación, donde los soldados blancos pusieron a sus
tataranietos.
Y algunos de aquellos que andaron y pelearon y murieron como Americanos Nativos andan ahora como hombres y mujeres blancos.
Así se mueve el Gran Círculo en una lenta espiral para que el Ser pueda
aprender todas las lecciones y pase por las experiencias necesarias para
trascender el Círculo y avanzar a las Estrellas.
Si
ustedes sienten afinidad por las maneras de los Americanos Nativos,
entienden que tal vez su Ser ya ha experimentado nuestra manera de vida.
Alguna vez pensamos que eramos hombres libres. Teníamos una buena vida, simple pero llena de trabajo y juego.
Esos buenos tiempos terminaron con la llegada del hombre blanco, no al principio pues eran pocos.
Como con la llegada de una inundación, el chorrito se volvió un torrente que no podíamos retener, destruir ni parar.
Nuestra
manera de vida se derrumbó y nos sentimos perdidos, despojados y
desgarrados, pero aún así algunos de nosotros nos las arreglamos para
sobrevivir los malos tiempos.
Aún
como captivos del hombre blanco seguíamos siendo más libres que
nuestros captores, aunque aún entonces nuestras maneras nos hicieron
tropezar también.
No
pudimos entender cómo eran muchos hombres blancos pues nosotros siempre
habíamos sido pocos, diseminados por las planicies y montañas y los
bosques.
No agobiábamos a la Tierra con gente, sino que dejábamos suficiente
espacio para nuestros hermanos y hermanas de las planicies y los bosques
para que deambularan y prosperaran.
Había
más que suficiente para todos, especialmente a través de la gracia de
nuestro hermano el búfalo, quien proveyó por nuestras necesidades.
Nosotros
no pudimos entender la avaricia y crueldad de una gente que atacaba
nuestras aldeas sin provocación y quienes negaban los celos y el odio
que sentían entre sí.
Ellos eran una gente con corazón cerrado, que no podía sentir que su odio por nosotros provenía de su propio odio de sí mismos.
En
los viejos tiempos nuestros corazones yacieron rotos en el suelo al ver
a nuestros niños y mujeres y los ancianos morir a manos del hombre
blanco.
No
podíamos comprender la crueldad que residía en estos, no tuvimos el
tiempo para entender por qué los blancos estaban tan alejados de la
Madre y unos de otros.
Ellos
estaban enojados y se atacaban locamente unos a otros; nosotros
estábamos simplemente en su camino y éramos una presa fácil, aunque
luchamos brava y largamente con los recursos que teníamos.
El final llegó malamente, pero algunos de nuestra gente sobrevivieron y siguen sobreviviendo.
La
sabiduría secreta de nuestros pueblos ha sido retenida por los ancianos
sagrados y ahora se está pasando a nuestros niños, aunque algunos de
ellos se han perdido como el hombre blanco de los malos tiempos, por lo
que a veces tenemos que buscar a otros para que porten la sabiduría para
generaciones futuras.
Actualmente
algunos de nuestros niños deambulan por el mundo, desequilibrados,
perdidos en el laberinto de su enojo consigo mismos y con el mundo.
Ellos beben, se pelean y huyen, avergonzados de la manera como la Gente vive ahora.
Ellos no quieren reclamar su herencia, sino que huyen y se esconden en las sucias ciudades del hombre blanco.
Nosotros
les abrimos nuestro corazón y esperamos que regresen a nosotros, a su
familia, pero comprendemos que la necesidad de deambular es fuerte en
algunos.
No obstante, es solamente yendo en la trayectoria interior como uno puede llegar a conocerse a sí mismo.
Hasta
que uno esté dispuesto a ver en su interior y aceptar lo que encuentre
allí, uno no puede proceder más allá en la trayectoria, aunque camine
millas y millas.
Hay
algunos de nuestros pueblos que están dando ahora un paso adelante y
usando la sabiduría antigua para sanar su tierra y su gente.
Están
dispuestos a trabajar con el hombre y la mujer blancos, quienes están
empezando a entender ahora, quienes son sus hermanos y hermanas.
Las
maneras de la gente eran antiguas y eran las que sostenían la tierra y
permitían a todos los que la habitaban florecer y vivir en paz.
Nuestra cultura es solamente una de las del planeta cuyas raíces van profundo.
Inclusive la cultura del hombre blanco va profundo, pero él se ha olvidado de ella o ha negado que ha existido jamás.
Él ha creído las mentiras de sus líderes y padres falsos que han buscado separar a sus seguidores de la Tierra y unos de otros.
Sus
líderes han buscado únicamente el poder y la riqueza. Nuestros líderes
buscaban la prosperidad y el bienestar de nuestra gente.
En el lenguaje de nuestros hermanos, el Sioux, no había palabra para “mí” o “yo”.
Todas las tribus llamaban a sus pueblos: Los Pueblos. Dentro de nuestras tribus todos trabajábamos como una unidad.
No
éramos perfectos y nos peleábamos entre nosotros, pero nunca
olvidábamos que éramos una gran familia y nos necesitábamos unos a otros
para sobrevivir.
Cuando lo olvidamos y perdimos esa unidad, nos perdimos nosotros mismos.
Aunque
aprendimos rápidamente cómo mentían algunos hombres blancos y qué poco
valor tenía la palabra de los hombres poderosos que nos odiaban, los
hombres que trabajaban bajo ellos no podían confiar en sus sentimientos y
seguían a sus líderes ciegamente.
O huían también, avergonzados y negando lo que ellos sabían no era verdad.
Ellos no estaban dispuestos a ver en su interior para descubrir su propia verdad por sí mismos.
Ahora
ha llegado el tiempo en que ellos deben enfrentarse a su propio odio y
ver que es una ilusión, una quimera diseñada para derrotarlos.
El tiempo de la negación y la resistencia a la verdad ha terminado.
Los
velos del olvido han sido alzados y el mundo está aprendiendo la verdad
sobre los falsos fundamentos del mundo del hombre blanco.
Algunos de los hombres blancos están todavía tan desequilibrados que ni
siquiera se dan cuenta de que los fundamentos de su mundo ya se han
derrumbado.
Sólo
mediante la fuerza de sus hábitos y pensamientos algunos continúan
viviendo en la forma superficial que les han enseñado quienes se han
permitido gobernarlos.
Ellos han creído tozudamente las mentiras que se les dijo, que son impotentes, inmerecedores y que no se merecen prosperar.
Han sido sistemáticamente separados de la fuente de su poder, de la Madre y del Padre Cielo.
Su corazón está cerrado por el odio y la aversión a sí mismos, por lo que continúan atacando a quienes son diferentes.
Y
sin embargo, aún en estos obstinados la Luz está empezando a trabajar
en las barreras que ellos han erigido alrededor de su corazón.
Algunos de quienes antes estaban perdidos están empezando a reconectar y a entender que algo está mal y desequilibrado.
Los niños están despiertos. Ellos saben que toda la gente son sus hermanos y hermanas.
Ellos no consideran que la raza, el color de la piel, la religión y la cultura sean barreras al poder de la amistad y el Amor.
Ellos juegan juntos, felices, resistiendo las amenazas y advertencias de
sus padres de que desistan de estas amistades pues saben que son Uno
con sus amigos.
Algunos de los ancianos y adultos de la gente blanca están despertando también.
Nosotros sabemos que muchos son los guerreros arco iris secretos enviados a la Madre para ayudar a su gente a despertar.
Por
eso su corazón y el nuestro resuenan como un corazón, porque nosotros
sentimos la frecuencia de la verdad en esta gente, sabemos que ellos son
nuestros hermanos y hermanas en Espíritu.
Muchos de ellos han andado con nuestra gente en otras vidas. Compartimos los mismos valores, compartimos el mismo corazón.
Ya
no se pueden seguir las viejas maneras enteramente pues el mundo se ha
movido, pero puede haber un retorno a los valores de las viejas maneras.
Reconectándose
con la Madre y sus elementos, la tierra, el aire, el fuego y el agua,
uno puede acercarse a la verdad del Ser de uno.
Ustedes son un Ser Estelar, un gran Ser que anda sobre la Tierra.
Su punto de anclaje es el cuerpo, pero ustedes son mucho más.
Nuestras
historias hablan de cuán fácil era andar en mundos diferentes; ustedes
pueden hacer esto también abriendo su corazón y viendo el mundo a través
de sus ojos.
Y la sabiduría que descubran en las estrellas y los mundos internos es suya para traerla de regreso y compartirla con otros.
Como
pueblos, hermos dejado ir en gran medida nuestro enojo, resentimiento y
pena sobre lo que ha sucedido entre nosotros y el hombre blanco.
Ya no podemos culpar al hombre blanco por nuestras condiciones actuales puesto que nosotros mismos hemos contribuido a ellas.
Por
lo tanto, debemos recobrar nuestro poder y nuestra soberanía personal,
como pueblos y como individuos, y rehacer nuestro mundo como nos
gustaría experimentarlo.
Nosotros sabemos ahora que debemos sanarnos a nosotros mismos. Haciendo esto sanamos nuestro mundo.
Como
White Cloud [Nube Blanca], yo no anduve en el mundo cuando los hombres
blancos llegaron a nuestras tierras, pero ví su venida en mis visiones.
Advertí a la gente entonces, pero no me quisieron escuchar, o se olvidaron.
Ellos no deseaban oir lo que yo tenía que decir; estaban asustados de las visiones y no entendieron lo que se estaba diciendo.
Y
sin embargo, yo sabía que el tiempo de la tribulación y sufrimiento de
nuestra gente terminaría justo como el tiempo de la tribulación para el
hombre blanco comenzaría.
Y nosotros los ayudaríamos a recobrar su conexión con la Madre y la de unos con otros.
Nos ayudaríamos mutuamente ofreciendo nuestros regalos a la Totalidad, a todos los pueblos y a la Madre.
Yo ví que tendríamos que trabajar juntos como hermanos y hermanas, aprendiendo a hablar y a escucharnos mutuamente.
Ví que tendríamos que abrir nuestro corazón unos a otros y escuchar a nuestro Espíritu con nuestro corazón.
Ví
que aquellos cuyo Tercer Ojo estuviera abierto y cuyo corazón estuviera
lleno podrían conducir a la gente a través de los difíciles tiempos
venideros.
Y
solamente aquellos que anden con la verdad y el Amor en su corazón
serían capaces de escuchar la guía de los Espíritus y de la Madre.
Sabemos que existen muchos mundos lado a lado de éste. Estos mundos están entrelazados en la tela del mundo por el que andamos.
Es
fácil para uno con ojos abiertos y corazón abierto dar un paso a través
de y entrar a estos mundos. Nosotros llamamos a estos “Espíritus
Andantes.”
Ellos viajan por nosotros y nos enseñan cómo hacer el viaje nosotros mismos, pues cada persona tiene este poder interiormente.
Se
necesita dejar ir el temor antes de que uno pueda realizar estos
viajes, pero ellos se abren a quienes buscan recobrar su poder y para
determinar su dirección en la vida.
El
mundo ha cambiado, el Gran Círculo se ha vuelto una espiral,
conduciendo a todos los pueblos hacia arriba, a un lugar donde todos
puedan vivir como hermanos y hermanas.
Quienes
puedan andar en la espiral y entrar a la promesa del sol mañanero
vivirán como hermanos y hermanas en Armonía, Paz, Amor y Abundancia para
todos. Nosotros esperamos verlos allí con nosotros.
Nos
iremos ahora, pues les hemos dado mucho a ponderar. Consideren nuestras
palabras, pero escuchen a su propio corazón guiarlos en la dirección
que deben ir.
Nosotros estamos a su lado para guiarlos y aconsejarlos, pero no podemos andar la trayectoria por ustedes.
Ahora es tiempo de que recobren su poder y soberanía, y aprendan a escuchar a su corazón. Él los guiará bien.
Estén en Paz y sepan que somos Uno.
Namasté.
Canalizadora: Eliza Ayres (aka Tazjima Amariah Kumara)
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Traductor:Gloria Mühlebach
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