Por Dana Mrkich
11 de Junio 2014
Durante
los últimos años estuvimos sintiendo los efectos de frecuentes
llamaradas solares.
Energéticamente, se sentía como si las llamaradas
actuaran como ‘mensajeros’ de energía, enviando explosiones de energía
de alta vibración hacia la Tierra, activándonos y despejándonos a medida
que cambiábamos hacia nuevos niveles de nosotros mismos.
En
estos días se siente como que las olas son horizontales más que
verticales. Es decir, en lugar de bajar desde arriba o hacia fuera, se
siente como si estuviesen a todo nuestro alrededor. A veces hasta pueden
sentirlas literalmente como una ola de energía, que puede provocarles
mareos o como si la tierra se moviera bajo sus pies. ¿Alguno de ustedes
ha sentido eso?
Si nos pusiésemos nuestros Anteojos de
Energía, veríamos que toda la Tierra está ahora pulsando y parece como
gelatina, a medida que estas olas cubren cada parte de ella,
transformándolo, despejándolo y activándolo todo. Todos los seres.
Todos los aspectos de la sociedad. Sip, podemos ver mucha suciedad, pero
nada que no haya estado ahí, escondido bajo la alfombra durante mucho
tiempo. Mejor es que salga a la superficie para que podamos barrerla.
En
un momento pueden sentirse como parte de la brigada de limpieza,
mientras que al siguiente se sienten mejor enfocándose en la creación de
lo nuevo. En otros días es todo lo que pueden hacer para mantenerse en
su centro sin perder el equilibrio, queriendo saltar por la borda de
este barco que se bambolea. Se siente el bamboleo porque todo está en un
estado de flujo intenso. Todo es fluido, considerando que venimos de un
paradigma donde todo era muy, muy denso.
Vemos las
situaciones alrededor del mundo y nos desesperamos pensando que será así
por mucho tiempo, pero las estamos juzgando teniendo en cuenta cuánto
les ha llevado desarrollarse y transformarse en el pasado.
Ahora nada es
igual a cómo era antes. En sus propias vidas pueden ver que ahora los
problemas evolucionan en cuestión de horas o días mientras que antes
tomaba meses o años. Igualmente, hasta las situaciones políticas más
acaloradas están cambiando con mayor rapidez que las noticias para
mantenerse al tanto.
Es importante tener un
ancla y usualmente yo diría que esa ancla es el centro dentro de
ustedes, pero para muchos de nosotros se siente como si ese centro se
estuviese moviendo y cambiando constantemente. ¿Quién soy yo hoy? ¿Quién
seré mañana? Es la especulación de cualquiera, ¡es cómo se siente!
Así
que si pueden, mantengan su centro como su ancla – ya sea esto para
ustedes su alma, su corazón, Dios, Diosa o algún otro nombre – sepan sin
embargo que de un día al otro su percepción, su sentido de alerta y su
experiencia de lo que ES su centro/alma/corazón/dios/diosa, cambiará.
Estamos en un estado de rápida expansión, y esto puede disparar una
crisis diaria de identidad, a menos que comencemos con la premisa de
que: nuestro sentido de identidad CAMBIARÁ muchas veces mientras nos
expandimos. Es un hecho cierto. A veces en múltiples ocasiones en un mes
¡o en una semana últimamente!
El cambio tiene que ser nuestro nuevo mejor amigo, si vamos a encontrar paz en nuestro bamboleo. ¿Cómo se sienten?
©
Dana Mrkich 2014. Se permite compartir este artículo libremente a
condición de que se acredite a la autora y se incluya la URL www.danamrkich.com
Traducción: Fara González
Difusión: El Manantial del Caduceo
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