Por Brenda Hoffman
24 de junio 2014
Queridos,
Quizás
ustedes no sean parte del caos que parece incontrolado a lo largo del
globo – guerras, temor a la guerra, hambruna, convulsión de la tierra –
pero entonces, probablemente se pregunten cuánto tiempo tomará hasta que
ustedes sean parte de esto.
Quizás su país entre en una
guerra. Quizás un terremoto destruya partes de su propio país. Quizás
lluvias torrenciales alteren su vida en otras formas. Todos los temores
que ustedes sostienen profundamente dentro.
Porque, ¿no ha sido su vida
en la tierra durante eones una catástrofe detrás de otra que ustedes
enfrentaron o ignoraron, pero reteniendo el temor resultante
profundamente dentro de su ser?
Así son sus miedos ahora.
De alguna manera, en algún sitio ustedes creen que tendrán que enfrentar
lo que sea que teman – como su frase “esperando que caiga el otro
zapato”. Sienten simpatía o empatía por aquellos más directamente
afectados. A la vez, tienen una sensación de alivio porque no les haya
afectado a ustedes o a sus seres queridos.
Este
sentimiento es muy natural dado que todos ustedes han experimentado una
tierra de la Vieja Era. Pero ya eso no es cierto. Esta creencia
escondida de temor global es quizás la mayor transición de los próximos
días – de esperar reaccionar ante algo desagradable a saber que no
importa.
Si la tierra de la Vieja Era fuese meramente una
obra/drama de algún tipo y ustedes ya han dejado atrás esa obra/drama –
como lo han hecho los que saldrán de su capullo en los próximos días –
no estarán traumatizados. Quizás su casa se incendie – un trauma y miedo
de la Vieja Era. En la nueva tierra, esa casa será reemplazada por un
hogar más apropiado al nuevo ustedes.
No seguirán
experimentando el drama porque ahora son parte de una fase de
comedia/amorosa de la tierra. Esa que una vez fue devastadora, será una
apertura obvia para una vida mejor, más alegre.
Todavía no lo entienden – pero lo harán. Al igual que una vez no entendieron cómo podían sentir más alegría personal que miedo.
El
miedo es del pasado. Incluyendo el temor a lo que pudiese o debiese
suceder dadas ciertas circunstancias y perspectivas históricas de la
Vieja Era.
Esta vez es algo similar al cambio en los procesos de
pensamiento requeridos una vez que un castillo con murallas protectoras
ya no garantizaba la seguridad – los cañones y otras invenciones
técnicas hicieron obsoletos tales pensamientos
El mirfo –
y un ‘plan de juego’ resultante para contingencias temerosas – ha sido
una parte esperada de su procesos de pensamiento/sentimiento. “¿Qué
haría yo si un terremoto destruyese mi comunidad?” “¿Qué debía hacer si
alguien abre fuego en un centro comercial?”; un plan de temor tras otro
escondido dentro de su ser – ocupando un espacio valioso para dedicarlo a
la alegría.
El miedo verdaderamente ya no es parte de
su repertorio. ¿Recuerdan lo difícil que era – y todavía puede ser –
amarse a sí mismos tal como son?
Los temores ocultos respecto a
que ustedes pudiesen ser el siguiente en cualquier drama negativo que
visualicen, están tan pasados de moda como su desaprobación de sí
mismos.
¿Por qué querrían planes de contingencia basados en el miedo si su vida es o se está desplazando hacia la alegría?
En
lugar de crear un drama basado en el temor que ya no es válido, son sus
nuevas creaciones de cómo una aventura, una experiencia pueden ser cada
vez más alegres, las que crean una sonrisa o la risa. En lugar de:
“estoy riendo ahora, pero quién sabe qué traerá mañana”
Quizás
quieran permanecer en las posibilidades negativas. Ese es su derecho.
Pero sepan que está tan desactualizado como las escupideras del siglo
diecinueve. Pueden continuar con el hábito de mascar tabaco, pero habrá
pocos que los apoyen.
Al contrario del pasado donde
dominaba el miedo – está ocurriendo justo lo opuesto con mayor rapidez
de lo que ustedes se dan cuenta.
Muy pocos encuentran
interesantes o entretenidas las noticias en los medios que presentan una
imagen de temor tras otra. Llegará un momento en el futuro no muy
lejano en que los noticieros cambiarán - no porque quieran hacerlo,
sino porque a muy pocos les interesarán los temores constantes que los
medios eligen presentar.
Ahora bien, ustedes sienten que
tener pensamientos agradables y reírse no niega la realidad de hambruna o
guerra. Es cierto. Pero cuando tales imágenes, tales factores ya no
sean interesantes, cuando las entidades en la tierra ignoren los
temores, el temor desaparecerá.
Algo parecido a la reacción a muchos
bravucones. A los bravucones les gusta que se les enfrente, creando el
miedo. Si esto no sucede, tienen poco poder y muy poco interés para sus
seguidores.
Ustedes han liberado sus temores personales. Liberen ahora sus temores globales.
Esta
no es una promesa respecto a que la tierra será un hermoso campo de
juegos mañana, sino un pedido de que cambien su atención de un modo
basado en el temor global a la alegría, y entonces otras entidades harán
lo mismo.
Esta transición no es para unos pocos – sino
global. El cambio universal de un mundo infiltrado por el temor a un
nuevo mundo de alegría. Su papel general consiste en introducir esa
alegría en su vida para ser un faro que brille para todos.
Una
luz que brilla en un área de oscuridad niega la oscuridad. Al dejar su
capullo y sus miedos más profundos, irradian su luz – y por tanto,
irradian su descrédito hacia los temores de lo que pueda suceder.
Esos
temores son de ayer. Hoy es un nuevo amanecer. Así sea. Amén.
Derechos de autor © 2009-2014, Brenda Hoffman. Todos los derechos reservados: www.LifeTapestryCreations.com.
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Traducción: Fara González
Difusión: El Manantial del Caduceo
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