Por Sarah Varcas
1° de Marzo 2015
Tiempos Pasados, Realidades Futuras
Sarah Varcas
La
energía del cosmos llega a nosotros en olas. Con flujos y reflujos
como las mareas, altas en un momento, bajas en el siguiente, entrando,
saliendo, de temible tormenta y luego de hermosa calma.
Las mismas
fuerzas que impulsan a los planetas en sus órbitas, irradian a nuestro
alrededor cambiando y reordenando todos los niveles. A veces esas
energías nos empujan hacia adelante a lo nuevo, presentando
perspectivas y experiencias nuevas. Otras veces llegan como ecos,
despertando otra vez el pasado para llevarlo a un cierre.
El mes pasado
se caracterizó por lo primero; este mes, por lo segundo. Durante marzo
los residuos del pasado aparecen otra vez ante nuestra atención.
Este
es un mes para atar cabos sueltos, para completar procesos largos y
revisar el progreso hecho hasta aquí. Así es como funciona el
universo. Nos iniciamos en lo nuevo incluso cuando enfrentamos otra vez
lo viejo. Ésta es la danza cósmica que da forma a nuestras vidas y a
la vida de este hermoso planeta que llamamos hogar.
Es la Fuente
Sagrada viviendo a través y alrededor de nosotros, honrando sus propios
ciclos de nacimiento y muerte, creación y destrucción, luz y oscuridad,
lo conocido y lo incognoscible. Nacemos de esos ciclos y a través de
este año nuestro aprendizaje de cómo vivirlos plenamente y sin
restricción continúa incesantemente.
Las
primeras dos semanas y media de marzo brindan oportunidades para
reflexionar sobre nuestro pasado personal, no sólo para apreciar cuán
lejos hemos llegado en un período breve de tiempo, sino también para
reconocer esos lugares que necesitan sanar en nuestras mentes y
corazones, donde seguimos aferrándonos a creencias que nos limitan,
conductas que obstaculizan nuestro camino y sentimientos que nos hieren
una y otra vez.
La psiquis humana es infinitamente compleja y la
sanación lleva tiempo, a medida que trabajamos capa tras capa de
energías psíquicas, mentales y emocionales calcificadas en una forma que
debe ser devuelta a estado fluido para moverse por nuestros cuerpos,
mentes y corazones, y abandonarlos.
Podemos visualizar esta energía
como una piedra y verla gradualmente deshacerse en arena suave, o como
hielo duro y frío derritiéndose en agua, o arcilla espesa disgregándose
en tierra suelta en la que puede nacer nueva vida.
A través del mes
próximo, la contemplación de tales imágenes nos ayudará en el proceso
de encontrar algunas de las áreas más intransigentes de nuestra psiquis
y enfrentar las consecuencias de su (y nuestra) rigidez.
Durante
la primera semana de marzo, Mercurio echa un último vistazo hacia
atrás a mediados de enero, cuando se volvió retrógrado, antes de
avanzar hacia nuevo territorio.
Si todavía tenemos que enfrentar
problemas desde el principio de este año, esta semana los podemos poner
a descansar de una vez por todas. En asuntos de más duración, es
probable que en este punto busquemos compromiso intelectual más bien
que emocional.
Puede que luchemos por entender cuando encontramos
viejos patrones, experiencias y sentimientos que creíamos desaparecidos
hace mucho. ¡Queremos saber por qué! y esperamos una respuesta lógica.
Ninguna otra cosa bastaría. ¡Excepto que no hay respuestas lógicas a
obtener!
No estamos en el reino del significado
ordenado y la consecuencia coherente. Aquí está sucediendo algo más
primitivo: una reanimación de patrones de vieja energía que necesitan
sanación más profunda.
Llegan con una sabiduría propia que puede
desafiar a la comprensión. Lo que podemos encontrar este mes bien puede
hacer volar por la ventana cualquier teoría remanente o creencia sobre
nosotros mismos., probando que cada una de las últimas era falsa.
Está por verse cuán dispuestos estamos a abrir la ventana más
ampliamente y dejarlos volar, pero si hemos abierto plenamente las
ventanas de la psiquis por un rato,¡ los primeros días de marzo son
buen momento para revisar y lubricar las bisagras!
Del
5 al 6 de marzo hay una Luna Llena en Virgo mientras Venus cruza el
grado del eclipse lunar del 8 de octubre de 2014. Es el primero de los
tres planetas en hacer eso este mes, despertando otra vez el pasado
aquí en el presente radiante. Cuánto de radiante tendrá nuestro
presente actual dependerá grandemente de lo que hayamos hecho desde
entonces para que así sea.
En ese eclipse tuvimos una opción: usarlo
como catalizador para el surgimiento de nuestro ser auténtico, o verlo
como una molestia, una lucha, y cerrar las escotillas tan pronto como
fue posible para mantener el statu quo.
A medida que la Luna se llena y
Venus vuelve a despertar el pasado para nuestro examen, tenemos una
oportunidad para revisar con detalle los pasos dados de allá hasta aquí
- las elecciones hechas y deshechas, las vueltas y revueltas del
compromiso y el deseo, los engaños y las revelaciones - cada uno
definiendo la cualidad de nuestro próximo paso y el destino al que
llegamos, listos para la próxima etapa del viaje.
Esta
reflexión continúa mientras Marte cruza el mismo grado del eclipse el
11 de marzo y Urano entre el 14 y el 15. Puede sorprendernos lo que
estos planetas traen en cuanto a comprensión, porque el pasado no se
reanima sólo para burlarse de nosotros sino para despertarnos a su
poder sobre nuestro presente y nuestro futuro.
Lo que estaba
oscurecido por una niebla espesa de emociones, de pronto puede
despejarse y los impulsos que sabíamos que tendríamos que haber
reconocido, se vuelven imperativos sobre los cuales hay que actuar sin
demora.
Esta es la oportunidad final de utilizar la energía del
eclipse de octubre antes que se diluya para hacerle lugar al próximo
eclipse, uno solar, entre el 19 y el 20 de marzo.
Sin
embargo, ¡antes de eso hay trabajo por hacer! Júpiter, Urano y Plutón
usan los primeros dieciocho días de este mes para alentar la búsqueda
de libertad, pero el aliento viene con una advertencia: la verdadera
libertad honra la integridad del todo, no impone los derechos de uno
por encima de los de otro. No podemos sencillamente ser libres para
hacer lo que queremos cuando queremos.
El grito de libertad debe
moderarse con el reconocimiento de la responsabilidad que la libertad
trae, y la necesidad de ofrecer un corazón abierto y una mente
inquisitiva a nuestra búsqueda de liberación. "¿Liberación de qué?"
tenemos que preguntar. "¿Y por qué?"
Porque liberar el ego para correr
desenfrenado bajo un disfraz de autoexpresión se parece a soltar un
animal rabioso en nombre de la libertad. Lo que el animal necesita es
contención compasiva, y los que lo rodean necesitan protección ante su
ferocidad.
De ese modo todos pueden estar seguros. La liberación es
ciertamente una idea maravillosa, pero debemos estar lo bastante
maduros mental, emocional y espiritualmente como para asumir la
responsabilidad que conlleva, antes de esperarla como un derecho.
Los
cielos resaltan esta madurez durante la primera mitad de marzo,
ofreciendo oportunidades para observar nuestro deseo de libertad contra
el telón de fondo del pasado resurgido, que puede revelar precisamente
porqué la liberación está todavía fuera de nuestro alcance.
Debemos
atar los cabos sueltos y sanar esas partes fragmentadas de nosotros que
usarían la libertad para inflar el ego, en lugar de moldearlo como una
fuerza efectiva y considerada para el bien. La liberación que
buscamos llega al final de un proceso, no como su primer movimiento.
Puede que tengamos que soportar la penuria y la lucha en el camino, no
porque debamos ganar una recompensa, sino porque la libertad exige
compromiso con los desafíos que presenta, y debemos estar a la altura
de esos desafíos para liberarnos a nosotros mismos.
Nadie, nada,
ningún cambio de energía, ningún período de tiempo, ninguna magia puede
impulsarnos de la atadura a la libertad si no estamos preparados para
conocernos a nosotros mismos como realmente somos, con verrugas y todo,
cuando llegamos allí.
El 14 de
marzo Saturno se estaciona retrógrado en Sagitario, dirigiéndose hacia
atrás a Escorpio para su visita final. Allí tenemos un aliado.
Este
planeta fiel que nos carga con el poder para soportar, y la capacidad
para cosechar la sabiduría madura de los desafíos de la vida, nos apoya
ahora para reflexionar sobre los ocho meses pasados, destilando la
experiencia pasada en sabiduría presente.
Este proceso de por sí
requiere firmeza, porque podemos resistir los mensajes obvios en favor
de algo que esté más de acuerdo con lo que nos gustaría creer.
Saturno,
sin embargo, no se ocupa de nociones cosméticas sino de la sabiduría
profunda, y no se anda con rodeos para revelarnos dónde estamos
persiguiendo olas en una superficie brillante en lugar de zambullirnos
en las profundidades turbias de la verdad.
Entre
el 16 y el 17 de marzo Urano y Plutón forman su exacta cuadratura
final desde que comenzaron su alianza en 2012. Esta culminación de un
proceso de destrucción y renacimiento para tantas personas, y todavía
en proceso para numerosas personas más, destila la sabiduría de este
prolongado y desafiante proceso de cambio.
Aquí se nos ofrece claridad
si elegimos aceptarla; la oportunidad de ver con ojos nuevos, como los
de un niño que mira la vida sin la actitud presuntuosa y cansada de
edades más avanzadas.
Esta cuadratura final revela de qué se trataba,
¡y muy bien puede no ser lo que pensábamos! En el destello de
comprensión que nos brinda, aún más edificios de yoes cansados y vidas
anticuadas ya innecesarias se desmoronan y caen. Déjenlos caer, no
importa el ruido ni la nube de polvo que se levanta de los escombros.
La torre caída es solamente la del ego calcificado, liberado para vivir
de una manera nueva, una vez que ha sido demolido por la bola de
Urano/Plutón. En este acto final de poder, se despiden uno a otro y
se preparan para avanzar en sus caminos separados y distintos.
En
una muestra de misericordia cósmica, Neptuno y el Nodo Norte forman
una alianza el 18 de marzo, que continúa hasta el comienzo de junio.
Aquí
está el bálsamo para nuestras heridas de la demolición, si queremos
recibir su toque sanador. Neptuno, el corazón compasivo e ilimitado,
revela el camino hacia la totalidad y a un futuro que promete ser algo
más que una repetición de un pasado doloroso.
No importa qué nos hayan
exigido Urano y Plutón en años recientes, Neptuno se extiende para
guiarnos de regreso a casa a la totalidad, recordándonos que la
resistencia a la vida es resistirse a nuestros propios seres, porque
nosotros y la vida somos uno y lo mismo.
No nos sucede a nosotros,
sino a través de nosotros. Somos ella, y la vida misma es el aire mismo
que respiramos. Neptuno disuelve todo lo que separa, incluyendo
cualquier noción de que somos otra cosa que completos así como estamos.
Nos invita a descansar en la seguridad de saber que, no importa cómo
se manifiesta la vida, estamos enteros en nuestra esencia y somos una
parte viviente y vibrante del Todo lo Que Es, así como Todo lo Que Es
mora completo dentro de nosotros.
Cuanto más
profundamente podamos abrazar este mensaje, mejor, porque la percepción
de estar separados del divino, sujetos a sus caprichos y sus humores,
es una creencia anticuada que ahora hace falta descartar.
La Era de
Acuario que llega necesita que tengamos esto en claro, porque no puede
hacer su trabajo sin la claridad de nuestra verdadera naturaleza
brillando a través.
El 20 de
marzo trae un Eclipse Solar en el grado final del zodíaco, el grado 30
de Piscis. Dondequiera que veamos activado este grado, nos alerta de un
final. Cuando un Eclipse Solar cae aquí, el final quema los puentes y
no hay forma de retroceder.¡
Es el máximo de la culminación! Para
algunos de nosotros este eclipse y las semanas siguientes pueden traer
la visión de oportunidades alguna vez disponibles, que no aprovechamos y
ahora se han perdido.
El cosmos no puede esperar eternamente y hay
ocasiones en que cierra del todo las puertas que nos
negamos a abrir lo suficiente para pasar. En tanto esta comprensión
puede traer tristeza y lamentación, la culminación inequívoca de este
ciclo de posibilidades despeja el camino para el comienzo de uno nuevo a
su debido tiempo.
Nuestra tarea es aprender del pasado, para aceptar
plenamente nuestros sentimientos en el presente y avanzar con los ojos
bien abiertos a los mensajes de la vida que siempre nos muestran el
camino y el cuándo florecer. Es cada vez más vital que aprendamos a
escuchar profundamente a la sabiduría inherente a la trama de cada
momento.
Que reconozcamos más y más que no estamos aquí para crear sino
para ser creados, y nuestro papel es alinearnos con la creación en que
nos estamos transformando, con objeto de vivirla plenamente, con
integridad e ilimitada alegría, nacida no de deseos satisfechos, sino
de un propósito más grande cumplido a través de nosotros. Más grande
de lo que podríamos imaginar o manifestar cuando nos valemos de
nuestros propios mecanismos.
Los
últimos diez días del mes nos ven digiriendo lo que han sido tres
semanas iluminadoras. El pasado despertado otra vez y la culminación
inequívoca de ciertos ciclos, pueden ser una receta para alguna
inquietud mientras procesamos su impacto.
Se necesita paciencia para
permitir a nuestros corazones y nuestras mentes tranquilizarse y
adaptarse a la "nueva normalidad".
Pero recuerden que Neptuno y el
Nodo Norte están de nuestra parte, revelando una sabiduría nacida de la
compasión por uno mismo y por los demás, y una oportunidad cada vez más
profunda de reconocer la presencia callada pero poderosa que vive en
nuestro núcleo. Es a esta presencia que debemos dirigirnos, y
escucharla cada vez más profundamente desde ahora. Contiene todo lo que
necesitamos saber.
Mercurio
finaliza marzo cruzando el grado del eclipse solar desde el 20,
resaltando aun más la disponibilidad de información si ponemos la
atención de la forma correcta.
Esto no se trata de pensar nuestro
camino a través de las cosas, planeando y programando las cosas
correctas, sino volviendo la atención hacia adentro para escuchar al
corazón, que nos habla sin palabras pero con sentimientos y
sensaciones, ya sea con un conocimiento sutil o una consciencia intensa
de lo que se necesita en el momento.
Esta sabiduría habla claramente
ahora, para quienes tengan oídos para oir, y al finalizar marzo, lo que
hayamos perdido empieza a tomar nueva forma como algo totalmente nuevo.
Su forma tardará un tiempo en revelarse y se requiere paciencia
mientras tanto, pero no importa cuán persuasivamente nuestras mentes
nos digan que todo está perdido, nuestros corazones contestan que esto
no podría ser nunca, porque todas las cosas descansan en el Corazón
Universal que nunca abandona a nada ni a nadie.
Sarah Varcas
©
Sarah Varcas 2015. Todos los derechos reservados. Se permite compartir
libremente este artículo en su totalidad si se otorga crédito total a
la autora, se distribuye libremente y se incluye la URL www.astro-awakenings.co.uk
Traducción: M. Cristina Cáffaro
Difusión: El Manantial del Caduceo
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