La Voz de nuestros tiempos
por Jordi Morella
Nuestro
sol cada día está más activo. Sus erupciones son cada vez más intensas y
constantes. Todo aquello relacionado con él, queda influenciado y
repercute a todo nivel de vida.
Nosotros, como miembros de la galaxia
nos sentimos así mismo, como algo se está cociendo en nuestro interior.
La fuerza espiritual de nuestro sol activa las energías de nuestro ser,
removiendo y zarandeando todo aquello que no resuene con el flujo
energético actualizado del universo. Éste nos avisa y nos envía su
encargo divino conforme el ser humano necesita revisar su existencia y
permitir que su presencia sea distinta a como ha ido actuando hasta el
presente.
Síntomas no convencionales aparecen en
nosotros, no siendo interpretados adecuadamente por los corazones
cerrados. En estos casos, la mente tradicional queda obsoleta al ignorar
el verdadero sentido de las muestras que nuestro ser manifiesta sin
voluntad propia.
Nuestro sol activa aquellas partes de
nosotros que necesiten ser revisadas y sanadas. Sólo aquellas que han
sido dañadas en algún espacio de tiempo de nuestra existencia y ahora,
en este presente, necesitan actualizarse. Nuestra energía requiere una
actualización para llevar a término el proceso hacia nuestra divinidad.
Hace ya un tiempo que el universo nos
viene avisando, pero en este año 2012 todo se ha intensificado y
nosotros, como seres que somos bajo su influencia, también nos sentimos tocados por su mano.
Todo se acelera. El tiempo de avance
hacia nuestra presentación tal como somos en nuestro entorno ha cambiado
de marcha, yendo todo a una velocidad, si así puede decirse, como no ha
ido hasta ahora. Por momentos algo parece no moverse, pero para nuestra
alma, hemos apretado el pedal del acelerador.
Son momentos de desconcierto, por
instantes, pero si escuchamos a nuestro interior y ponemos atención qué
sentimos o qué nos transmite nuestro corazón, veremos que todo está
bien, y nuestro estado, a pesar de todo, es de un mayor bienestar para
muchos de vosotros.
Cuando necesitamos hacer obras en
nuestra casa, todo puede quedar “patas arriba”, pero esto no quiere
decir que vaya mal, sino que el baúl de nuestro pasado necesita
revisarse para hacer limpieza de lo que ya no nos sirve a partir de
ahora, y abrir las puertas a nuevas oportunidades, actitudes,
pensamientos y palabras más amorosas.
Sí, amada alma. Este es el regalo que el
universo, a través de nuestro sol, nos está haciendo para que nuestro
rincón de vida, de nombre Tierra (Gaia), pueda ser habitado y
manifestado tal como su conciencia divina la está guiando hacia su plena
manifestación.
2012, si se refiriese al mundo vinícola,
diríamos que es un buen año con una muy buena cosecha. ¿Y sabes por
qué? Por ti. ¡Sí! Tu intencionalidad ha colaborado que lleguemos hasta
el día de hoy con todo el revuelo que existe a nuestro entorno. Tienes
mucho que ver con el presente de la humanidad. Por el solo hecho de leer
estas palabras es que tu corazón está resonando al unísono con otros
miles y miles alrededor del mundo. Juntos eleváis la vibración de
nuestra casa planetaria.
Nuestro sol todavía tiene mucho que
decirnos. Todavía no ha acabado de actuar. Sólo es el principio. Llegará
un momento que será el punto álgido para la coronación del ser humano
despierto, de ti. Lo notaréis, ¿y sabéis por qué? Porque nos
encontramos, unidos por el corazón, encima de la ola de este año de
nombre 2012. ¿Os suena? O mejor preguntaros: ¿lo sentís?
Hay situaciones que parecen no tener
final. Hay otras que querríamos finalizar, y unas terceras, cuartas o
quintas, que tienen que ver con nuestros deseos más profundos, que nos
llevarían a nuestro pleno bienestar.
Bueno, viajeros de este año, sed
pacientes y manteneros centrados en vuestro corazón, porque estando en
él, saldréis con serenidad y con más calidad de vida, como una hoja se
deja llevar por las aguas bravas del curso del río. No pongas
resistencia. Deja que todo sea, y sobre todo, siente el amor en el
centro de tu interior para regar tus sentimientos, sensaciones y todas
tus partes más biológicas, activando a la vez, a tu amado ADN, sanando
con esta actitud tus registros akáshicos.
¡Benditas seáis, amadas almas hermanas, porque aquello que vuestro corazón os dicta ya se encuentra más cerca!
Vuestra Luz os protegerá. Vuestro Amor
os guiará. No dudéis nunca de vuestra Luz, porque ella os llevará a
vuestra divinidad. Nada debéis de temer siendo vosotros/as. Ir a vuestro
corazón, y él os dirá en todo momento qué hacer y cómo hacerlo.
Mantened la paz, porque la Luz de este verano nuestro (invierno para
otros), revertirá en la transmutación de vuestro ser.
Son momentos de ir a nuestro interior y
sentir les energías del Amor. Pase lo que pase, no dejéis que vuestros
pensamientos se alteren. Pase lo que pase, sed vosotros y sentid la paz y
el amor dentro de vosotros.
¡Vosotros sois la Luz esperada! ¡Vosotros
sois a quien la humanidad espera! Vosotros sois el camino hacia la
divinidad manifestada.
Nuestro sol es un aliado nuestro, dándonos de comer el alimento
necesario para dar los nuevos pasos y despertar al verdadero ser que
somos. Como en una herida de hace tiempo, es la hora de que las costras
endurecidas se despeguen de nuestro ser y poder cicatrizar para siempre
las limitaciones en las cuales nos identificábamos. ¡Ahora somos libres
con la capacidad para que así sea! ¡No imploréis! ¡Revalorizaros! ¡La
puerta de vuestra majestuosidad se encuentra abierta con la ayuda de
nuestro sol, en pleno contacto con el Hogar del cual todos procedemos!
Son tiempos gloriosos donde la perfección del ser que sois tiene la oportunidad de decir: ¡Sí, aquí estoy. Ahora soy!
Nos encontramos en una gran pendiente,
una de las cuestas finales para acabar un ciclo. Para muchos os
representa un gran esfuerzo, y para otros, quizás, una bendición
consciente por sentir al Ser Superior que sois. Tanto para unos como
para otros, estos son momentos de resurrección, y de liberar aquello que
fue para dar paso a aquello que nuestra voluntad expresa desde el
corazón.
Parece que hay aspectos que cuestan de
pasar, pero no temáis dar los pasos necesarios para dejar ir aquello que
no resuena con vuestro corazón, con vuestra manera de ser. No neguéis
lo mejor y perfecto que la vida te tiene reservado para ti.
Es hora de dejar ir y de replantearnos qué es lo que quiero.
No temáis amados/as, porque estos miedos
o dudas solo son fruto de lo que fue, no de lo que queréis.
Nunca
estáis solos ni lo estaréis. Vuestro entorno os ha acercado a almas
similares a vosotros y que os hacen sentir bien. Quizás alguna de ellas
pueda ser vuestra nueva pareja, vuestra guía en el nuevo camino o el
coraje para que podáis decir:
- ¡Sí, yo puedo! ¡Sí, YO SOY!
Que el Amor y la Paz sean en todos vosotros.
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