Saúl en Español. A medida que se alinean, sus campos de energía experimentan una elevación dramática
17 de Febrero de 2013
Estos,
son tiempos emocionantes para la humanidad, ya que se intensifican
alrededor de ti las energías de la Nueva Era, trayéndote hacia una mayor
conciencia de tu herencia espiritual: la unidad de los unos con los
otros y con Dios.
Concéntrese
en las sensaciones que ellas inspiran – un despertar de conciencia de
que el Amor es la respuesta a todas las preguntas, a cada problema, a
cada conflicto, a toda confusión, al miedo a todo. . . porque sólo hay
amor.
Esa
comprensión, colándose incluso en los corazones de los más firmes
creyentes en la realidad de la ilusión, te está guiando irrevocablemente
a casa.
Amor.
. .Amor. . . El amor es donde tienes que enfocar tu atención, ya que es
el campo de energía divina en el que toda la creación está concebida.
Es
abundante, amable, generoso, inclusivo, y contiene todas las
sensaciones – vista, oído, tacto, gusto, olfato, y una infinita
selección más allá de ellas- que proporcionan una experiencia constante
de belleza e inspiración, envuelta de regalo en El amor, que vuestro
Padre ha creado para tu satisfacción infinita.
Puedes
ver en los informes de los medios de comunicación, que todavía hay
mucho comportamiento y actividad en todo el mundo que pueden, en el
mejor y más compasivo de los casos, ser descritos como faltos de amor.
Sin
embargo, la gran mayoría de la humanidad, los está encontrando cada vez
más inaceptables, en la medida que el rescoldo de la llama amor dentro
de ellos se remueve y los empuja hacia la conciencia que los lleva a
despertar.
Estás
en el curso y en el cronograma previsto para tu gran despertar, después
de que sueltes de dentro de ti todo lo que no está en alineación con el
amor infinito de Dios por ti.
Muchos
encuentran ahora que las sensaciones de irritación, de enojo, de ira,
incluso extrema, son algunos de los estados de ánimo y sentimientos poco
atractivos que se levantan en tu conciencia para descuadrarlos y
perturbarlos.
No
te involucres con ellos, sino déjalos pasar, aunque puede ser útil
gritar, golpear la batería o martillar superficies para ayudar con la
liberación de las energías poderosas y aparentemente incontrolables que
se han puesto en movimiento.
No
las proyectes sobre los demás, aunque algo que otro haya hecho puede
parecer haber sido el detonante que despertó tu ira, y por lo tanto hace
que parezca justificable.
Estos
sentimientos son los que siempre has suprimido, enterrado, o negado, ya
sea porque te parecían inaceptables, o porque hubiera sido demasiado
peligroso expresarlos en el momento en que se originaron.
Esto
es lo que la psicología llama el lado oscuro. Cada ser humano tiene un
lado oscuro, y este debe integrarse plenamente si vas a liberar los
sentimientos de falta de valía, culpa y vergüenza que has acumulado a lo
largo de tus muchas vidas.
En
la ilusión hay un sinnúmero de oportunidades para causar un enorme daño
a otro u otros – el dolor, el sufrimiento intenso, la muerte.
Lo
que has hecho en estas circunstancias es ilusorio, pero porque parece
tan real, trae consigo sentimientos intensos de vergüenza, culpa e ira –
ira contigo mismo, que constantemente buscas con justificaciones de
proyectar en los demás.
Con
frecuencia, se producen eventos que aparentemente justifican tu ira, y
observas la mala, inaceptable y grave conducta de los demás. Cuando esto
suceda, recuerda que todos somos uno!
Los sentimientos de ira, culpa y vergüenza tienen que ser reconocidos y aceptados como propios.
Al
principio, esto puede parecer no sólo imposible, sino muy equivocado:
sin duda, otros tienen la culpa de la angustia que has experimentado!
Pero
a medida que permitas que estos sentimientos intensos se espacien en tu
conciencia para que puedas observarlos, te darás cuenta con una
asombrosa claridad, que esta zona de angustia está pidiendo a gritos ser
consolada y amada por ti- a menudo se le llama tu niño interior.
En
lugar de moverte en esos sentimientos de desdicha y atacar a quien este
convenientemente a mano, ofrécete compasivamente el confort y el
consuelo por el sufrimiento que has pasado, el que no estaba disponible o
te fue negado en el momento de tu dolor.
Al
comenzar a comprender lo que te ha traído a este estado, percibirás con
los ojos de un adulto, y te darás cuenta de que quienes imponen el
dolor y el sufrimiento están, ellos mismos, con un gran dolor. . . y
encontrarás compasión por ellos.
Cuando
eso suceda, la oportunidad se abre dentro de ti para perdonar: primero a
ti mismo, por las cosas inaceptables que hayas dicho o hecho, y luego a
otras personas que te han herido, tus seres queridos, o a la humanidad
en general.
El
amanecer de esta realización es para ti, un momento de sanación
tremendo, y cuando estás sanado, tu capacidad de expresar compasión y
amor se expande enormemente.
Esta
sanación te permite abrir tu corazón cada vez más plenamente al amor,
ya que tu comprensión de la locura de lo que ha llegado a ser
considerado por muchos como un comportamiento normal te permite
ofrecerle a los demás sólo amor y compasión – sea cual sea la situación.
Esto eres tu más plenamente en alineación con las energías de la esfera de amor divino que te envuelve.
Y
en la medida en que entras en alineación, tu propio campo de energía
sufre un cambio dramático: la compasión y el amor fluyen a través de ti,
sin ningún esfuerzo, ayudando a todos los que entran en contacto
contigo para que sus campos de energía entren cada vez más en alineación
con el campo divino. Y es precisamente para hacer esto que estas en la
Tierra.
Cuando
te sientas abrumado por el sufrimiento que observas en el mundo,
recuérdate a ti mismo inmediatamente que el Amor es la solución, que
está fluyendo con fuerza y compasión por todo el universo observable,
sanando y consolando a todos los que se abren a El.
Haciendo
esto, se reabre tu corazón – que estabas permitiendo que se cerrara
como respuesta a tu sentimiento de agobio- y entonces, el amor de Dios
lo llena una vez más.
Recuérdense
a sí mismos, que nunca están solos y nunca pueden estar solos, porque
todos son parte esencial e inseparable de la creación de Dios, unidos
con Él en cada momento de su existencia eterna. Y regocíjense!
Con muchísimo amor, Saúl.
Traductor: Rossana Carmona
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