Perdona a los demás y déjalos ser por Marco Engelke.
Perdona a los demás y déjalos ser por Marco Engelke.
Las personas
se la pasan la mayor parte de su vida sintiéndose ofendidas por lo que
alguien les hizo. La sorprendente revelación que te voy a hacer, va a
cambiar tu vida...
¡Nadie te ha ofendido! Son tus expectativas de lo que
esperabas de esas personas, las que te hieren. Y las expectativas las
creas tú con tus pensamientos. No son reales. Son imaginarias. Si tu
esperabas que tus padres te dieran más amor y no te lo dieron, no tienes
porqué sentirte ofendido. Son tus expectativas de lo que un padre ideal
debió hacer contigo, las que fueron violadas. Y tus ideas son las que
te lastiman.
Si esperabas que tu pareja reaccionara de tal y cual
forma y no lo hizo...Tu pareja no te ha hecho nada. Es la diferencia
entra las atenciones que esperabas tuviera contigo y las que realmente
tuvo, las que te hieren. Nuevamente, eso está en tu imaginación.
¿Enojado con Dios? Son tus creencias de lo que debería hacer Dios, las
que te lastiman. Dios jamás ofende ni daña a nadie. Un hábito requiere
de todas sus partes para funcionar. Si pierde una, el hábito se desarma.
El hábito de sentirte ofendido por lo que te hacen otros (en realidad
nadie te hace nada) desaparecerá cuando conozcas mejor la fuente de las
'ofensas'.
Cuando nacemos, somos auténticos. Pero nuestra
verdadera naturaleza, es suprimida y sustituida artificialmente por
conceptos que nuestros padres, la sociedad y televisión nos enseñan. Y
crean una novela falsa de cómo deberían ser las cosas en todos los
aspectos de tu vida y como deben de actuar los demás.
Una novela
que no tiene nada que ver con la realidad. También, las personas son
criaturas de inventario. A lo largo de su vida, coleccionan
experiencias: padres, amigos, parejas, etc. y las almacenan en su
inventario interior.
Las experiencias negativas dejan una huella más
profunda en nosotros que las positivas. Y cuando una persona es
maltratada por alguien, deja esa experiencia en su 'inventario'.
Cuando
conoce a alguien, tiene miedo. Y trata de ver si la nueva persona
repetirá las mismas actitudes que la que la hirió. Saca una experiencia
de su inventario negativo. Se pone los lentes de esa experiencia y ve a
las nuevas personas y experiencias de su vida, con esos lentes.
¿Resultado? Se duplican los mismos problemas y las mismas experiencias
negativas.
Y el inventario negativo sigue creciendo. En realidad
lo que hace es que te estorba. No te deja ser feliz. Y a medida que se
avanza en años, se es menos feliz. Es porque el inventario negativo
aumenta año con año.
¿Has visto a las personas de edad avanzada y a los
matrimonios con muchos años? Su inventario es tan grande, que
parece que la negatividad es su vida. Una y otra vez sacan experiencias
de su inventario negativo ante cualquier circunstancia. Una de las
mayores fuentes de ofensas, es la de tratar de imponer el punto de vista
de una persona a otra y guiar su vida.
Cuando le dices lo que debe
hacer y te dice 'no', creas resentimientos por partida doble. Primero,
te sientes ofendido porque no hizo lo que querías. Segundo, la otra
persona se ofende porque no la aceptaste como es. Y es un círculo
vicioso.
Todas las personas tienen el derecho divino de guiar su vida
como les plazca. Aprenderán de sus errores por sí mismos. Déjalos ser!
nadie te pertenece.
Cuando los colonos americanos querían
comprarles sus tierras a los Pieles Rojas, estos les contestaron
'¿Comprar nuestras tierras? ¡Si no nos pertenecen! Ni el fulgor de las
aguas, ni el aire, ni nuestros hermanos los búfalos a los cuales solo
cazamos para sobrevivir.
Es una idea completamente desconocida para
nosotros'. Ni la naturaleza, ni tus padres, ni tus hijos, tus amigos o
parejas te pertenecen. Es como el fulgor de las aguas o el aire. No los
puedes comprar. No los puedes separar. No son tuyos. Solo los puedes
disfrutar como parte de la naturaleza.
El cauce de un río no lo puedes
atrapar. Solo puedes meter las manos, sentir el correr de las aguas
entre ellas, y dejarlo seguir.
Las personas son un río caudaloso.
Cualquier intento de atraparlas te va a lastimar. Ámalas, disfrútalas y
déjalas ir. Entonces ¿Cómo puedo perdonar?
1) Entiende que nadie
te ha ofendido. Son tus ideas acerca de cómo deberían actuar las
personas y Dios, las que te hieren. Estas ideas son producto de una
máscara social, que has aprendido desde tu infancia de forma
inconsciente. Reconoce que la mayoría de las personas NUNCA va a cuadrar
con esas ideas que tienes. Porque ellos tienen las suyas.
2)
Deja a las personas ser. Deja que guíen su vida como mejor les plazca.
Es su responsabilidad. Dales consejos si te los piden, pero permite que
tomen sus decisiones Es su derecho divino por nacimiento: el libre
albedrío y la libertad.
3) Nadie te pertenece. Ni tus padres, ni
amigos ni parejas. Todos formamos parte del engranaje de la naturaleza.
Deja fluir las cosas sin resistirte a ellas. Vive y deja vivir.
4)
Deja de pensar demasiado. Ábrete a la posibilidad de nuevas
experiencias. No utilices tu inventario. Abre los ojos y observa el
fluir de la vida como es. Cuando limpias tu visión de lentes obscuros y
te los quitas, el resultado es la limpieza de visión.
5) La
perfección no existe. Ni el padre, amigo, pareja perfectos. Es un
concepto creado por la mente humana que a un nivel intelectual puedes
comprender, pero en la realidad NO EXISTE. Porque es un concepto
imaginario. Un bosque perfecto serían puros árboles, Sol, no bichos...
¿existe? No. Para un pez, el mar perfecto sería aquel donde no hay
depredadores ¿existe? No. Solo a un nivel intelectual..
En la realidad
JAMAS VA A EXISTIR. Naturalmente, al pez solo le queda disfrutar de la
realidad. Cualquier frustración de que el mar no es como quiere que sea
no tiene sentido. Deja de resistirte a que las personas no son como
quieres o no piensan como tú. Acepta a las personas como el pez acepta
al mar y ámalas como son.
6) Intoxícate con la vida. La vida real
es más hermosa y excitante que cualquier idea que tienes del mundo. Me
complacerá decírtelo por experiencia.
7) Imagina a esa persona
que te ofendió en el pasado. Imagínate que ambos están cómodamente
sentados. Dile por qué te ofendió. Escucha su explicación amorosa de
porque lo hizo. Y perdónala. Si un ser querido ya no está en este mundo,
utiliza esta dinámica para decirle lo que quieres. Escucha su
respuesta. Y dile adiós. Te dará una enorme paz.
8) A la luz del
corto período de vida que tenemos, solo tenemos tiempo para vivir,
disfrutar y ser felices. Nuestra compañera la muerte en cualquier
momento, de forma imprevista, nos puede tomar entre sus brazos. Es
superfluo e inútil gastar el tiempo en pensar en las ofensas de otros.
No puedes darte ese lujo.
9) Es natural pasar por un periodo de
duelo al perdonar, deja que tu herida sane. Descárgate (no confundir con
desquítate) con alguien para dejar fluir el dolor. Vuelve a leer este
artículo las veces necesarias y deja que los conceptos empiecen a
sembrar semillas de conciencia en tu interior. Aprende con honestidad
los errores que cometiste, prométete que no lo volverás a hacer y
regresa a vivir la vida.
Autor: Marco Engelke
Fuente: http://el-amarna.blogspot.com/2007/12/perdona-los-dems-y-djalos-ser.html
Reedición y correcciones: www.caminosalser.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario