Miles de manifestantes en Madrid: “Tus sobres, mis recortes”
24 febrero, 2013
Médicos, profesores, bomberos, mineros, afectados por las preferentes
e hipotecas abusivas, miembros del 15-M, representantes de partidos
políticos como Izquierda Unida o Equo, jóvenes, pensionistas…
Miles de
personas salieron a la calle este sábado en 16 ciudades españolas para
manifestarse contra un mismo enemigo, el Gobierno, y con un lema común: Contra los recortes y por una verdadera democracia.
La llamada Marea Ciudadana Unida, aglutinadora de más de 300 colectivos
y convocante de la protesta, eligió la fecha del 23-F, 32 aniversario
del fallido golpe de Estado, porque considera que el origen de los
recortes es otro golpe, este de los mercados.
“El 23 de febrero de 1981 yo pasé mucho miedo porque pensé que venían
de nuevo los franquistas. Ahora tengo miedo de que la situación siga
empeorando y de que mis hijos no vuelvan a encontrar trabajo”, explicaba
en Madrid Manuel, de 66 años. “Aquel fue un golpe militar y este es un
golpe social y económico”, añadía Felipe Ruiz, de 72 años.
“Este
Gobierno ha barrido todo lo que hemos conseguido en democracia. Vamos a
sufrir mucho, por eso tenemos que salir a la calle y protestar todos
juntos contra los recortes y contra la corrupción y ese nombre que ahora
el PP es incapaz de pronunciar: Bár-ce-nas”.
Tanto Manuel como Felipe declaraban orgullosos haber asistido a más
de una decena de manifestaciones en el último año. En Madrid, en 2012,
hubo diez de media al día, un 74% más que el año anterior. En la de
ayer, como en las anteriores, había multitud de batas blancas (las de
los médicos que protestan contra la precarización de la sanidad), de
camisetas verdes (de los profesores contra la privatización) o negras
(empleados públicos), pero en el paisaje de la protesta se impuso una
novedad: compitiendo con la omnipresente tijera en alusión a los
recortes, los manifestantes portaban cientos de sobres con gaviotas a
modo de matasellos e idéntico remite: Luis Bárcenas.
Alejandro, de 30 años, estudiante de un máster de agrobiotecnología,
incluso acudió a la protesta de Madrid desde Salamanca vestido de sobre.
Muchos le habían imitado y a veces, entre los hombres-sobre, se
cruzaban otros que portaban ristras de chorizos en alusión a los
protagonistas de los últimos escándalos de corrupción.
“Yo ya sé que cuando termine de estudiar me toca irme de España, por
eso me he apuntado a un curso de inglés”, explicaba Alejandro embutido
en un sobre de tela, que, según decía, le estaba sirviendo además para
combatir el frío que ayer hacía en la capital. “Vengo a todas las
manifestaciones. Hay gente que cree que no sirven para nada, y es verdad
que mañana Rajoy seguirá en su sitio, pero cuantos más seamos y más
protestemos, más le va a costar ignorarnos”.
“¡Tus sobres, mis recortes!”, “¡Tijeretazo, tejerazo!”, “Dimitir no
es un nombre ruso”, “Mariano, imita al Papa” y “¡Sí se puede!” fueron
algunos de los lemas más coreados. Las banderas republicanas y las
pancartas contra Urdangarin y el Rey también eran ayer, día en que el
duque de Palma declaró ante el juez del caso Nóos, más numerosas que en anteriores manifestaciones.
Los asistentes protestaron gritando, cantando y guardando un minuto
de silencio con las manos en alto. Representantes de las distintas
mareas que confluyeron en la plaza de Neptuno, la más cercana al
Congreso de los Diputados, leyeron varios manifiestos y finalmente uno
común contra “la presión de los mercados financieros”, “las brutales
políticas de ajuste” y “la corrupción y la pérdida de legitimidad de las
instituciones”.
Un fuerte dispositivo policial, 1.400 agentes antidisturbios,
controló la manifestación en Madrid, donde no se produjeron incidentes
de gravedad, aunque al cierre de la protesta algunos asistentes lanzaron
contra los policías varias piedras que traspasaron la valla que
separaba a los manifestantes del Congreso.
En Barcelona también fueron miles de personas las que salieron a la calle al grito de “¡Fem-los fora!”
(Echémoslos). Muchas de las pancartas se solidarizaban con Esther
Quintana, la mujer que perdió un ojo por el impacto de una pelota de
goma lanzada por los Mossos d’Esquadra en una manifestación anterior. En
San Sebastián, pese a la intensa nevada, varios cientos de personas
recorrieron el centro de la ciudad detrás de una gran pancarta con el
lema No a los recortes. En Valencia, los manifestantes llevaron la protesta a la casa del expresidente de la Generalitat Francisco Camps.
La protesta pacífica se vio ensombrecida por los disturbios que se
produjeron a última hora en las inmediaciones de la estación de Atocha
en Madrid. La Policía detuvo a un total de 40 personas tras los
incidentes, después de cargar contra un grupo de varios jóvenes
encapuchados, entre la Glorieta CarlosV y la Calle Atocha. Según la
Jefatura Superior de Policía de Madrid, se prevén más detenciones por
estos altercados.
Los efectivos de la Policía empezaron a cargar después de que los
jóvenes encapuchados les empezaran a increpar. Las cargas han sido
puntuales y han llegado hasta la zona del Museo Reina Sofía.
Fuente: Elpaís
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