TÚ NO PUEDES SER NADA MENOS, PERO SIEMPRE PUEDES SER MÁS
A medida que avanzamos a través del año, el peso de nuestros "haz" y "no hagas" parecen volverse más pesados, densos y más sólidos que en cualquier otro momento en el pasado. Ellos se agrupan y cimientan a sí mismos a nuestros pies, creando un inmovible sentimiento de estarse hundiendo.
Nuestras intenciones dan un mordizco al pedazo, nuestro ser nos da el visto bueno/la luz verde, pero nuestro pequeñito yo humano se yergue en alto calladamente. Nosotros nos ahondamos cada vez más en la desesperación y mal estado, al tiempo que nos castigamos con el proverbial "wet noodle"[es como un látigo mojado más suave].
Pasamos vastas cantidades de energía estando en desacuerdo con nosotros mismos. Tratando de domar lo que aparenta ser una bestia salvaje de indecisión, el monstruo que nos retiene bloqueando nuestro camino a la felicidad, al amor, y a la abundancia. Con la cantidad de energía que gastamos argumentando con nosotros mismos podríamos construir centros comerciales, erigir torres, esculpir obeliscos y tal vez inclusive una gran pirámide o dos.
Estamos detenidos al tiempo que nos hundimos más profundo en el cenagal de la no acción. Continuamente saboteamos nuestros sueños, nuestros deseos, nuestro futuro en un esfuerzo por salvar a las selvas tropicales del viejo yo. Nos aferramos fuertemente a aquello que nos sirvió alguna vez, entumeciendo nuestra habilidad para avanzar a lo nuevo, a lo más brillante, al mejor futuro de nuestros sueños. ¿Por qué tenemos miedo de avanzar adelante? ¿por qué tenemos miedo de actuar, de hacer algo?
Todos en la Tierra están sintiendo la transformación. Todos sabemos que no hay manera de permanecer en la zona de confort, la zona del cero y el vacío. Sabemos que es tiempo de levantarse de las bancas del viejo yo del pasado y avanzar al campo de juego de lo nuevo, del ahora. Y sin embargo, cuando nos llega nuestro turno a batear, nos inmovilizamos.
Inmovilizados a todas las posibilidades, las nuevas puertas de las maravillas de nuestro futuro. Abrazando nuestra "conciencia de paleta". Como "Frosty", el hombre de nieve, aguardando temerosamente a la primavera, sabiendo que el cambio es inevitable. Frosty podría moverse a un patrón que asistiera este cambio, pero elige no hacerlo.
La humanidad está destinada y diseñada para cambiar y para el cambio. Al igual que el agua, cada uno de nosotros tenemos el potencial de experimentar varias formas. Tenemos nuestros días líquidos, nuestros días sólidos y nuestros días evaporados. Podemos ser como un témpano, una corriente, una nube, una gota de lluvia, una niebla o un océano.
La humanidad está destinada y diseñada para cambiar y para el cambio. Al igual que el agua, cada uno de nosotros tenemos el potencial de experimentar varias formas. Tenemos nuestros días líquidos, nuestros días sólidos y nuestros días evaporados. Podemos ser como un témpano, una corriente, una nube, una gota de lluvia, una niebla o un océano.
Somos 90% agua. Somos el flujo y el reflujo de cada nuevo pensamiento, cada amanecer, y cada tormenta, cada eclipse. Y sin embargo, año tras año anhelamos permanecer quietos, permanecer atascados, permanecer constantes y en nuestra zona de confort. ¡La única constante verdadera que tenemos realmente es el hecho de que siempre nos movemos y cambiamos!
Comprendan que la inquietud y el anhelo en su interior son los impulsos del Universo, gentiles recuerdos de que es hora de dejarlos ir. Nada puede crecer en la resistencia. Ustedes no están avanzando a un futuro que es menos que; el cambio siempre va de la mano de la energía del ‘más.’ Ustedes no pueden ser nada menos, pero siempre pueden ser más.
Comprendan que la inquietud y el anhelo en su interior son los impulsos del Universo, gentiles recuerdos de que es hora de dejarlos ir. Nada puede crecer en la resistencia. Ustedes no están avanzando a un futuro que es menos que; el cambio siempre va de la mano de la energía del ‘más.’ Ustedes no pueden ser nada menos, pero siempre pueden ser más.
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