COMUNICÁNDOTE CON TU ALMA –
JESHUA CANALIZADO POR PAMELA KRIBBE
Cada uno de ustedes, durante su
crecimiento, va incorporando opiniones y creencias sobre ustedes mismos.
Absorben ideas e imágenes de sus padres, de su familia, de sus
compañeros, de la escuela, etc. Comienzan a jugar ciertos roles sin
cuestionarlos, y pronto desarrollan algo llamado “personalidad”: un set
de hábitos, comportamientos y pensamientos.
Pero en cierto momento en el
curso de su crecimiento, algo más despierta en ustedes. Primero, no es
más que un susurro; un recuerdo que no pueden ubicar; un conocimiento de
que son más de lo que sólo está determinado por el mundo fuera de
ustedes. Hay algo más profundo, una capa que no puede ser contenida y
comprendida por el intelecto humano. Ahí yace vuestro centro, aquél que
precede y sobrevive a la esfera terrenal – vuestra alma.
Cuando vuestra alma encarna en la
Tierra, ya ha adquirido una historia. El alma acarrea dentro de sí toda
clase de impresiones de otras vidas y de experiencias en el cosmos.
Ustedes no son una página en blanco cuando nacen; ya han desarrollado
sabiduría a través de sus experiencias previas.
Vienen a esta vida con
algo para dar; al nacer ya son una flor única. Y en realidad se espera
que la vida haga que esa flor sea viable y visible; que la lleve a un
pleno florecimiento radiante. Sin embargo, debido a las influencias que
ustedes adquieren durante vuestra juventud, pueden retener este
despliegue por un largo tiempo.
Ustedes tratan de conformarse con lo que
se les demanda, y ese ajuste a menudo trae dolor porque al hacerlo
están privándose. Las fuerzas externas pueden ser muy irresistibles y
decisivas para ustedes. Todos ustedes quienes están presentes aquí o
leen esto, ahora quieren liberarse de estas fuerzas.
Las presiones de
vuestro entorno tratan de influenciarlos y de definirlos, y los
mantienen a raya, pero como una mariposa emergiendo del capullo ustedes
buscan liberarse de estas fuerzas externas. ¿Y qué es lo que los
conduce? Un recuerdo, un susurro, un conocimiento que es muy leve al
principio y que no puede encontrar su realización en el mundo visible,
sino sólo en la profundidad de vuestro ser interior.
Ahí dentro, ustedes aún se atreven a
soñar; ahí dentro, por momentos ustedes saben muy claramente quiénes
son. A veces ustedes durante la noche en sus sueños literalmente viajan
al Hogar para beber de una fuente tan vívida, tan familiar y tan pura.
Cuando están ahí no pueden imaginar cómo alguna vez pudieron olvidar –
sin embargo, es así. Se han perdido en la vida en la Tierra
principalmente porque el miedo, el juzgamiento y la negatividad aún son
tan frecuentes en el mundo.
Debido a su propia impotencia, los
padres y los maestros a menudo no les dan a sus niños la fe en ellos
mismos y en sus propios recursos – perdónenlos por esto. Ellos también
han caído presos de estas influencias mundanas; en parte han sucumbido a
las ilusiones prevalentes en la Tierra.
Pero ustedes han venido aquí a
romper esas ilusiones, lo cual hace que sean un Trabajador de la Luz.
Alguien que quiere ayudar a cambiar la conciencia en la Tierra, de modo
que las personas puedan comenzar a creer nuevamente en su propia fuerza
única – el alma que trasciende su personalidad terrenal – y convertirla
en canción.
Ustedes son valientes. Por un lado están
heridos por haber perdido vuestro rumbo en esta realidad, y esta
dolorosa experiencia se vuelve una parte de vuestro camino en la vida;
pero por otro lado, ustedes también han encontrado el camino hacia el
interior al escuchar los susurros de vuestra alma.
A veces es duro
confiar realmente, porque ustedes sienten el tirón de los viejos
pensamientos que los mantienen pequeños; los sentimientos de
incertidumbre y duda. Y de hecho, siendo niños, ustedes aprendieron que
esos sentimientos eran correctos y verdaderos: mantente pequeño; no te
quedes fuera; no actúes raro, no pienses diferente a la norma; ajústate;
sé un buen ciudadano; sé cariñoso con tu pareja y sé un buen padre; sé
responsable.
Todos esos supuestos valores elevados
muy frecuentemente los mantienen pequeños, y requieren que ustedes
escondan vuestra originalidad. Pero una vez que ustedes han comenzado a
ir hacia adentro, ya no pueden volver más atrás.
Ya no pueden ignorar
más vuestra singularidad, vuestra fuerza, y el ser diferentes, y esto
inspira miedo en ustedes:
“si sigo la voz de mi corazón, el llamado de
mi alma ¿no me volveré un extraño y seré rechazado? ¿Quién me amará,
entonces quién querrá aceptarme? ¿Aún me aceptarán?
Yo veo esas dudas en
vuestros corazones, y les pido que reflexionen sobre quiénes son: la
otra parte que quiere moverse fuera del camino trillado; que continúa
yendo hacia adentro; que recuerda algo: una nostalgia, un anhelo.
Sientan la energía de ese “Yo”, la otra parte de ustedes. Acéptenlo en
la Tierra, y sientan el poder y la sabiduría de esta parte vuestra. Es
vuestra alma que habla y que les ha tocado el hombro durante toda
vuestra vida y ruega que le presten atención. El alma nunca habla con
coerción o juzgando, con severidad o con amenazas, tal como lo hace la
voz de la autoridad.
El alma susurra, invita, habla con alegría: “¿No
sería lindo esto, no sería maravilloso e inspirador hacerlo así?” A
menudo ustedes tienen miedo de escuchar esa voz. “¿Realmente esto es
posible? ¿Entonces yo tan sólo puedo hacer y disfrutar lo que realmente,
realmente quiero?” El alma habla un lenguaje enteramente diferente al
que están habituados.
El alma no es un poder externo que les
hace demandas; el alma está al servicio de ustedes. Eso suena extraño a
sus oídos, porque están acostumbrados a pensar: “Debo servir a mi alma,
mi parte superior”. Pero el alma igualmente está al servicio de ustedes;
quiere brillar a través de ustedes, elevarlos, llevarlos al Hogar,
inspirarlos a que hagan lo que realmente quieren hacer y a que como un
ser humano sean felices en la Tierra.
Inviten a la alegre energía del
alma y háganlo ahora. Dejen que los rodee, sientan la delicadeza de esto
– ninguna obligación, sin requisitos – sólo la sensación de ser
aceptado de un modo muy profundo. Permítanse ser recibidos por vuestra
alma, y sientan su presencia alrededor de vuestro cuerpo como un manto
radiante de Luz.
Luego pregúntenle a vuestra alma: “¿Qué es lo que ahora
es importante que yo sepa? ¿Qué necesito saber de ti en este momento?” Y
sientan su respuesta; ni siquiera tienen que escucharla decir muchas
palabras. ¿Qué clase de sentimientos, qué estado de ánimo quiere
transmitirles el alma?
Suelten todos los pensamientos acerca de cómo el
alma debería hablar y vuestras ideas sobre lo elevado y lo bajo. ¡Vuestra alma es la vida misma! Es la fuerza de vida natural, vital y sabe dónde se necesita equilibrio, o un ritmo diferente y quiere dárselos gustosamente.
Si sienten esa energía del alma fluyendo
alrededor y a través de vuestro cuerpo, también observen qué puede en
partes estar bloqueándola. ¿Hay algo en algún lugar de vuestra aura, o
en vuestro cuerpo, donde la Luz no puede fluir libre y completamente?
Luego vayan al lugar que se destaca por estar más bloqueado. No lo
juzguen; sean como el alma, sólo obsérvenlo, ligeramente y con
delicadeza y apertura. Vean la necesidad en ese lugar en vuestro campo
de energía o en vuestro cuerpo, y sepan que la necesidad no tiene que
ser hablada o expresada en palabras; simplemente permitan que lo que sea
necesario fluya hacia ahí.
Todos ustedes están aquí hoy porque por
una razón u otra quieren conectarse con un ser canalizado. Pero yo les
digo, más allá de ese deseo está el deseo mayor por el Hogar – la morada
donde ustedes pueden sentir la realidad de quiénes son – y traer ese
Hogar abajo hacia la Tierra. ¡Es por eso que están aquí! Sientan
cuán buena y verdadera es esa intención.
Cómo lo van a hacer y qué
forma tomará exactamente es de menor importancia. Este deseo es la voz
de vuestra alma. Vuestra alma quiere manifestarse más claramente y
plenamente en vuestra vida.
Sientan cuán familiar es para ustedes
vuestra alma – la ligereza y la facilidad de eso. Ésa es la voz del
amor. Los “deberías”, la pesadez, la presión, la obligación, son voces
del miedo, las voces externas a ustedes.
La voz de vuestra alma viene
desde adentro y a veces habla tan suavemente y ligeramente que ustedes
no la escuchan; o la voz susurra dulce y tranquilamente: “Tan simple,
¿no es así?” ¡Y es tan simple como eso! El núcleo de la vida es sencillo y liviano.
Quiero terminar diciendo: tengan respeto
por ustedes mismos, por vuestra fuerza, por la valentía que han
mostrado hasta el momento. No es digno de ustedes juzgarse, disminuirse,
criticarse, aunque hayan aprendido que hacer eso es bueno o sensible.
Traten de aprender a tener verdadero respeto por ustedes mismos, y a
valorar vuestra propia fuerza y coraje. Eso es lo que los convierte; eso
abre vuestros canales a quienes realmente son.
Jeshua canalizado por Pamela Kribbe
Traducido del inglés por Sandra
Gusella
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