La
nueva fase de la crisis del Euro, desatada por las imposiciones del
Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional a la pequeña
nación de Chipre, con el consiguiente “corralito” bancario impuesto por
las autoridades europeas y la resistencia de la población chipriota,
demuestra de manera dramática la verdadera naturaleza de la “troika” que
gobierna la zona del euro, a nombre de los centros financieros de la
City de Londres y de Wall Street, y el desprecio absoluto por el
bienestar de sus ciudadanos.
A diferencia de los centenares de miles de millones de euros puestos a
disposición de los grandes bancos europeos desde que se desató la
crisis financiera global, el pasado 16 de marzo las autoridades de la
Unión Europea impusieron a Chipre, para otorgarle un crédito de 10 mil
millones, decretar una tasa sobre todos los depósitos bancarios a fin de
recuperar 5,8 mil millones de euros adicionales.
Es decir, que a partir
de ahora, todos los ciudadanos deben pagar el ‘hueco’ de la burbuja
financiera privada, no sólo con brutales recortes en salud, educación,
pensiones, seguridad social, etc., (como ha estado sucediendo en España,
Grecia, Italia y Portugal, entre otros) sino directamente con sus
propios depósitos bancarios.
Entre otras cosas, la medida ha roto con uno de los pilares de la
unión monetaria europea: la garantía absoluta sobre los depósitos de
hasta 100 mil euros.
Esto desató de inmediato una ola de desconfianza en
todos los bancos europeos e inestabilidad en las bolsas de valores, lo
que ha llevado a remendar una y otra vez los planes que quiere imponer
la autoridad europea, con un humillante ultimátum a Chipre hasta el
lunes 25.
Una semana después, la economía chipriota sigue paralizada y la zona
euro amenazada por una crisis que ha provocado el cierre de los bancos
del país y el fracaso del primer plan de rescate europeo, tras ser
rechazado por el Parlamento de Chipre.
Pero independientemente de lo que acuerden las autoridades
chipriotas, ya los diques están rotos y el sistema del euro ha mostrado
su verdadero rostro.
Ninguna austeridad es suficiente para salvar el
euro y lo que espera ahora a España, Grecia, Italia, Portugal y los
demás países de la zona, es lo que está ocurriendo ahora con Chipre.
Como lo expresó Athina Kyriakibou, miembro del Partido Demócrata de
Chipre, es el momento de la unión entre todos los ciudadanos de los
países afectados, para defender entre todos a
nuestras naciones del saqueo criminal y evitar que se extienda al resto
de Europa.
El Movimiento LaRouche España declara su total apoyo y solidaridad
para con Chipre e insta al gobierno chipriota, al gobierno español y a
todos los gobiernos de la zona a adoptar urgentemente las siguientes
medidas:
1º Todas las naciones deben hacer lo que hizo el parlamento de
Chipre: decir “¡No!” a la austeridad genocida y a los interminables
atracos perpetrados por los bancos.
2º Abandonar el euro y retornar a las monedas nacionales para retomar la soberanía monetaria y financiera.
3º Crear un Banco Nacional de Crédito e implementar la legislación
Glass-Steagall original de Franklin D Roosevelt , para separar la banca
de crédito productivo, de las actividades financieras especulativas
y demás instrumentos tóxicos, y defender las primeras y dejar que se
hundan las últimas por el peso propio del cáncer financiero que
representan.
4º Comenzar el programa de reconstrucción de la economía nacional y
de sus capacidades físico productivas, basándose en el programa para
Europa del Sur y el Mediterráneo, dentro del programa internacional de
infraestructura a gran escala de El Puente Terrestre Mundial, ambas
desarrolladas y difundidas internacionalmente por el Movimiento
LaRouche.
Para más información: Facebook: Movimiento LaRouche España. www.larouchepub.com. www.larouchista.com
Daniel Estulin
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