Jesús aTravés de Juan: Todo lo que sucede en cualquier lugar de la Tierra tiene un aspecto espiritual
19-05-2013
Todo
lo que sucede en cualquier lugar de la Tierra tiene un aspecto
espiritual en sí mismo, proporcionando oportunidades para expresar
compasión, para compartir las necesidades, y para aprender las lecciones
que te ayudarán a participar con otros en cooperación y armonía.
Esperar siempre es agotador, cuando no se sabe en qué momento o en qué día el evento que estás esperando va a suceder.
Quieres
estar listo, pero no estás seguro de qué esperar, y así no sabes cómo
prepararte. Bueno, cuando se produzca tu despertar a la plena conciencia
estarás totalmente listo.
Es casi imposible para ustedes el no estar listos, porque han estado en
el camino de ese momento a través de toda su actual vida en la Tierra,
cuando se te presentaba lección tras lección en el proceso de enseñarte a
liberar los bloqueos, y cualquier cosa que reduzca de cualquier manera
tu capacidad de ser sólo Amor.
Y
has estado haciendo enormes progresos en este frente porque este es el
punto en tu evolución espiritual donde tu despertar se convierte en
inevitable.
Suelta
cualquier preocupación o ansiedad que puedas albergar, porque, como se
te ha dicho, el despertar es un hecho. Nada puede evitar que ocurra
precisamente lo que Dios quiere.
Dios
no se preocupa, y tú tampoco debes preocuparte! La preocupación utiliza
energía que podría ser utilizada más eficazmente en otra cosa.
Y, sin embargo, cuando ves las noticias de accidentes, conflictos,
terremotos, condiciones climáticas extremas, y los incontables
sufrimientos en todo el mundo, es difícil para ti no verte inmerso en el
“canal de preocupación.”
Todo
lo que sucede en cualquier lugar de la Tierra tiene un aspecto
espiritual en sí mismo, proporcionando oportunidades para expresar
compasión, para compartir las necesidades, y para aprender las lecciones
que te ayudarán a participar con otros en cooperación y armonía.
Preocuparse y juzgar socava las oportunidades o las oculta detrás de la pantalla de retórica que promete mucho y da muy poco.
Una
pequeña ofrenda personal a alguien en problemas – una palabra amable,
un momento de puro escuchar, un regalo apropiado a la necesidad
inmediata – crea una onda de energía, una ola de amor, mucho más grande
de lo que puedas imaginar, que ondula en todas direcciones desde su
fuente y surte efecto en áreas que tu, el donante, no puedes ni siquiera
concebir.
Cada palabra, pensamiento amoroso o acción tiene maravillosas consecuencias imprevistas más allá del lugar en el que se produjo.
Si
pudieras ver los efectos increíblemente poderosos que los pensamientos
de amor, las palabras, y acciones ponen en marcha, te decidirías a
participar en ellos con mucha más frecuencia.
De hecho, con la intención de hacerlo más a menudo amplias tu conciencia
sobre los efectos que estás teniendo y te abres a la constante
retroalimentación que se ofrece, que te hace sentir bien acerca de tí
mismo inspirándote y motivándote a hacer aún más.
El servicio es un aspecto inseparable del amor, como sabes muy bien, pero a menudo sientes que has servido bastante.
La
razón de esto es simplemente que en lugar de centrarte en la felicidad
que proporciona tu servicio a aquellos a los que sirves, y en la
satisfacción que el ofrecer servicio proporciona, a menudo tiendes a
centrarte en lo mucho que has hecho, tal vez incluso más que ninguna
otra persona, y en el cansancio resultante de ello.
Cuando
mides tus esfuerzos y haces un recuento de lo mucho que has dado, la
energía de la alegría y la felicidad enviada por el destinatario te
elude al igual que el incremento de energía que te ofrece.
Así
que da libremente y no repares en el costo. No lo necesitas porque tu
Padre ve cada acontecimiento amoroso que tú creas y lo almacena para ti
donde será eternamente honrado, nunca olvidado, y cuando despiertes del
sueño profundo en el que la ilusión te ha anclado, tus creaciones se te
darán a conocer en su verdadera magnificencia.
Ustedes
son seres de, -como verían si fuesen conscientes de ello-, capacidades
creativas infinitas, porque esa es la forma en que fueron creados.
Tu
Padre te creó a semejanza de El para que también pudieras tomar parte
en la alegría de la creación, la alegría de servir a los demás, que por
supuesto es también servicio a sí mismo, porque no hay otro, no hay
separación, ya que todos somos uno.
Has
ocultado la verdad de esto, la realidad de tu conciencia, participando
con entusiasmo en una forma muy limitada de conciencia de la que has
excluido tus capacidades sensoriales infinitas cambiándolas por las muy
limitadas que posee tu cuerpo físico de vista, oído, tacto, gusto y
olfato, que te confirma tu sentido de la individualidad, de
separatividad.
Estos
sentidos limitados parecen operar de forma eficiente para ti, al
extremo de que la mayoría niega la posibilidad de la existencia de otras
personas que de alguna manera puedan ampliar su campo de conciencia o
conocimiento.
A
pesar de que la existencia de otras formas de sentir han sido
claramente demostradas por muchos individuos talentosos que están
plenamente comprometidos en ayudar en su proceso de despertar, la mayor
parte de la humanidad opta por no reconocer nada que no sea percibido
por los cinco sentidos.
La humanidad prefiere la aparente seguridad de un entorno limitado y restringido en el que piensa que está seguro.
Ustedes
tienen una expresión “fuera de la sartén al fuego” para describir un
salto a lo desconocido, pero lo desconocido – en este caso, la Realidad –
es desconocido sólo porque has optado por desconocerlo. Y no es sin
duda “el fuego”.
El miedo a lo desconocido es un aspecto de la ilusión, pero en la Realidad de Dios nada es desconocido, oculto o disfrazado.
Todo conocimiento, toda sabiduría, todas las posibilidades están
disponibles para ti, proporcionando interminables campos de energía
amorosa en las que vuelas, flotas o nadas (o, de hecho, cualquier otra
forma de movimiento que decidas crear!) mientras te regocijas en las
maravillas de este estado divino.
Vas a despertar en esos reinos emocionantes donde la alegría infinita te espera, ninguna otra posibilidad se ha previsto.
Tu hermano que te ama, Jesús.
Traductor: Rossana Carmona
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