¿TIENES ENERGIA CRISTAL?
La energía
Cristal es una impronta energética altamente empática y profundamente
espiritual, que ha pasado a la vanguardia con los adultos nacidos en los
50s y 60s y las generaciones más jóvenes nacidas después de 1976.
Los primeros Cristales introdujeron una forma altamente concentrada de
la energía Cristal en el planeta, preparándolo para los niños que
vendrían después. La energía Cristal es sensible, considerada, altamente
intuitiva y muy conectada espiritualmente. Esta energía no se integra
bien en la tercera dimensión y tenerla puede ser una carga,
especialmente en un mundo que está tan enfocado en lo material.
Los Cristales son altamente empáticos, lo que los lleva a mantenerse fuera de la corriente principal, ya que simplemente sienten demasiado. Mientras que los Índigos son rebeldes y orientados a la acción, los Cristales son más tranquilos, pacientes, y si bien no son tan agresivos como los Índigos, tampoco son menos persistentes. Ellos prefieren actuar cuando sienten que la energía es adecuada para ellos, en lugar de liderar el ataque.
Los adultos Cristal iniciaron el movimiento espiritual en los 70s y 80s, escribiendo sobre temas que nadie conocía ni entendía, pero persistieron en sus esfuerzos, contentos de permanecer en un segundo plano, sabiendo que con el tiempo, lo que antes se consideraba ‘raro’ sería común, como lo es hoy.
Los Cristales están aquí para crear equilibrio espiritual, para enseñarnos cómo integrar nuestros aspectos espirituales y materiales, para vivir en el cielo estando en la tierra. Pero la creciente polaridad del proceso de ascensión ha sido difícil para ellos y sienten que entraron en el espacio energético de la Tierra mucho antes de que éste estuviera listo para ellos.
Ellos se sienten más cómodos en un ambiente altamente
espiritual y acogedor y amable, y lo que encontraron se siente cualquier
cosa menos eso. Ellos pueden sentir que están viviendo en dos mundos,
el mundo apacible y seguro de su propia energía, y el mundo exterior que
sienten que no los entiende ni aprecia.
Ser sensitivos energéticamente
puede crearles una falsa sensación de miedo, ya que a menudo no saben
cómo separar su energía de lo que ellos sienten que les rodea. Ser
sanadores naturales los lleva a precipitarse a sanar la energía, en
lugar de dar un paso atrás y aplicar energía sanadora a un nivel más
alto en el que están más cómodos.
Más que otros, ellos sienten los poderosos cambios y liberaciones energéticas actuales, y el miedo por el que muchas personas están pasando en este tiempo. Debido a que son tan empáticos y tienen un potencial sanador tan fuerte, tienen que esforzarse mucho para no integrar la negatividad que los rodea y tratar de transmutarla ellos mismos, lo que puede crear depresión, ansiedad, malestar físico y enfermedad, y desgaste energético.
Los Cristales se sienten como almas viejas, sabias en temas espirituales, pero a menudo infantiles cuando se trata de asuntos del mundo material. Su mayor desafío en la vida es mantenerse arraigados, enfocados y dentro de su energía, pero sin excluir al mundo y retirarse a su propio espacio energético seguro.
Al equilibrar su empatía con el desapego, establecer
fuertes límites energéticos y usar sus habilidades sanadoras desde un
punto de empoderamiento y no como mártires, ellos ofrecen soluciones a
muchos de los problemas del mundo, y pueden ayudar a otros a encontrar
empoderamiento desde dentro de su propio centro espiritual. Pero sin el
desapego, fácilmente pueden perder su enfoque, desarraigarse y flotar
por la vida en una especie de limbo energético.
Las energías Cristal e Índigo trabajan juntas para ofrecer una solución completa para el mundo, identificando desafíos y proporcionando alternativas transformadoras. Dándosele tiempo, espacio y aliento, la energía Cristal ilumina, apoya, guía y dirige una profunda transformación de la energía más densa hacia sus más altas octavas.
El mensaje Cristal enfatiza la
sanación y el amor incondicional, cuando pueden mantenerse enfocados en
el valor de sus dones y utilizarlos para edificar el mundo que los
rodea. Sus dones residen en las artes, la música, compartir información,
enseñar, canalizar, la empatía, compasión y sanación a nivel del alma.
Fomentar la expresión de la energía Cristal en sí mismos, en sus hijos y
en otros, crea aperturas energéticas hacia un mundo que está naciendo
mientras el viejo mundo muere, para crear la poderosa transformación del
cielo en la tierra, haciendo énfasis en la empatía y compasión, y
buscando un equilibrio espiritual en un mundo enfocado en lo material.
por Jennifer Hoffman
Proyecto de Oruga a Mariposa
por Jennifer Hoffman
Proyecto de Oruga a Mariposa
No hay comentarios:
Publicar un comentario