La mirada del alma
por Enriqueta Olivari
Cuando nos vemos a nosotros mismos, a
los demás y al mundo desde la perspectiva de la mente sólo vemos fallas,
limitaciones, errores e imperfecciones. Esa es una de las cualidades de
la mente-ego: emitir juicios y críticas, perpetuando así la ilusión de
la separación.
Cuando nos contemplamos a nosotros
mismos, a los demás y al mundo que nos rodea con la mirada del alma,
vemos belleza y perfección en todo, más allá de las apariencias.
En este exacto momento tu mente quizás
se escandalice: “¡Pero cómo! ¿Cómo este mundo puede ser perfecto, con
todas las calamidades e injusticias que suceden a diario, en todas
partes?”, se debe estar preguntando, y hasta es probable que comience a
cuestionar la cordura de quien escribe este artículo…
La verdad es que a nivel del alma todo sigue siempre un plan oculto, que es perfecto.
Como ya compartí en mi artículo de este
blog titulado “¿Libertad o destino?”, antes de nacer elegimos las
circunstancias que querremos experimentar en nuestra próxima vida en la
Tierra. No sólo elegimos a nuestros padres y familia, sino también a
nuestro futuro país, nuestra vocación y todas aquellas experiencias que
sentimos, a nivel del alma, que necesitaremos atravesar para seguir
creciendo y evolucionando.
También cabe recordar que el alma nunca
muere, sólo cambia de forma o de cuerpo. Esto implica que la muerte, tal
como nos enseñaron a enfrentarla, es una ilusión.
Cuando un grupo de personas muere en un
accidente, un desastre climático o un atentado, cada una de ellas ya
había elegido, antes de nacer, morir de ese modo determinado. Establecen
algo así como un pacto, para que a través de ese evento los demás seres
humanos puedan aprender algo.
Gracias al atentado de las Torres
Gemelas, por ejemplo, el pueblo estadounidense desarrolló una caridad y
solidaridad inéditas hasta entonces.
Gracias a la gran crisis económica que
asola a todo el planeta, muchas personas se han despertado a la realidad
de que el sistema que estaba imperando es insustentable, pues atenta
contra la Madre Tierra, y ya se están creando sistemas económicos
alternativos, mucho más coherentes y fiables.
Y gracias a los desbalances climáticos,
hemos comprendido que son necesarios grandes cambios en nuestra manera
de utilizar los recursos del planeta.
Esta es la era del Despertar. Y todo lo
que sucede, a nivel individual y colectivo, cumple con esa finalidad:
que despertemos a otra manera de ser, vivir y percibir la realidad.
Cuanto antes cada individuo cambie y se transforme, menos necesidad habrá de que sucedan calamidades y tragedias.
Podemos evitar muchos de los males que
asolan al mundo, si vivimos a diario con la mirada del alma, que es puro
Amor, aceptación y Consciencia.
©2013- Enriqueta Olivari. Se pueden reproducir los contenidos, pero citando a la autora y al sitio: http://www.sanatualma.com
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