Jorge
Bergoglio nunca dejó indiferente a nadie en sus homilías y documentos.
Aquí se transcriben algunos fragmentos de los mensajes del hoy papa
Francisco:
Corralito. Documento “Queremos ser nación”, de
agosto de 2001, en plena crisis económica argentina que desembocaría en
el corralito:
“Los obispos no pretendemos hacer un diagnóstico completo
de la crisis argentina (...), pero sí señalar algunas de las
enfermedades sociales más graves que padecemos, de reflejo político y
económico, pero que tienen origen moral. La primera es el endiosamiento
del Estado, que parece una especie de dios, que todo lo puede, al cual
nada malo le podría pasar. (...). Además, debemos reconocer otras dos
enfermedades: la evasión de los impuestos y el despilfarro de los
dineros del Estado, que son dineros sudados por el pueblo”.
Distracciones.
Homilía en el Tedéum del 25 de mayo de 2004:
“(...) Cercenada,
deformada, reinterpretada, la sobreabundante información global empacha
el alma con datos e imágenes, pero no hay profundidad en el saber (...),
las izquierdas ateas y las derechas descreídas abroqueladas en sus
seguridades marginales ajenas a todo sentir popular (...)”.
Resignación.
Mensaje del Miércoles de Ceniza, 25 de febrero de 2009:
“El gran riesgo
del acostumbramiento es la indiferencia (...). Algo así puede pasarnos
con el triste paisaje que asoma cada vez con más fuerza en nuestras
calles. Nos acostumbramos a ver hombres y mujeres de toda edad pidiendo o
revolviendo la basura, a muchos ancianos durmiendo en las esquinas o en
los umbrales de los negocios, a muchos chicos durante el invierno
acostados sobre las rejillas de los tragaluces de los subtes para que
les suba algo de calor (...)”.
Educación. Misa del 14 de
abril de 2010:
“Miramos a los chicos. Y el examen de conciencia nos
tiene que llevar a la pregunta: estos chicos, que están llamados a ser
educados en la esperanza, ¿saben recibir, los preparamos para recibir la
semilla de la esperanza? Los preparamos para grandes horizontes o para
el horizonte de la esquina en donde por unos pesos pueden comprarse la
pasta base o lo que sea. Esto sucede en esta ciudad y no sólo en los
barrios periféricos’.
Matrimonio igualitario. Declaración
sobre la ley, del 8 de julio de 2010:
“No seamos ingenuos: no se trata
de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de
Dios. No se trata de un mero proyecto legislativo, sino de una movida
del padre de la mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de
Dios (...)”.
Esclavitud. Misa del 12 de julio de 2010:
“Por
eso digo que esta ciudad (Buenos Aires) es una fábrica de esclavos y
picadora de carne; por eso digo que en esta ciudad se ofrecen
sacrificios humanos en honor del bienestar de pocos que nunca dan la
cara y que siempre salvan el pellejo”.
Inseguridad. Misa
por las víctimas; 5 de junio de 2011:
“Para que tomemos conciencia de
los cambios necesarios que la sociedad requiere y se termine con la
trata de personas; para que todos los vecinos se unan, se solidaricen y
se organicen de forma desinteresada por el bien de nuestros barrios;
para que podamos escucharnos sin crispaciones y no tengamos miedo; para
que tengamos fe en que algo se puede cambiar, vencer la impunidad y la
corrupción”.
Tragedia de Once. Misa sobre la tragedia
ferroviaria ocurrida el 22 de febrero de 2012:
“Que no nos
acostumbremos, Padre, a que para ganarse el pan haya que viajar como
ganado. Que no nos acostumbremos, Padre, a que en esta ciudad no se
llore nada, todo se arregla y todo se acomoda”.
Política.
Homilía en el Tedéum del 25 de mayo de 2012:
“Ningún sistema o ideología
asegura por sí mismo este cuidadoso y justo trabajo político del bien
de los otros, de todos nosotros (...). Una política sin mística para los
demás, sin pasión por el bien, termina siendo un racionalismo de la
negociación o un devorarlo todo para permanecer por el solo goce del
poder”.
Abortos no punibles. Documento sobre la resolución
en Buenos Aires del 10 de septiembre de 2012:
“La biología manifiesta de
modo contundente a través del ADN, con la secuenciación del genoma
humano, que desde el momento de la concepción existe una nueva vida
humana que ha de ser tutelada jurídicamente. El derecho a la vida es el
derecho humano fundamental. El aborto nunca es una solución”.
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