ENERGÍAS MAYO-JUNIO “EL RESURGIR DE LOS TRIÁNGULOS DE FUERZA” I part.
Envueltos en las potencializadoras fuerzas del empuje Tauro, tras el
festival de Wesak, se presenta un periodo de emergente concreción y
dirección espiritual.
La manifiesta energía astronómica de estos meses, reflejo intrínseco
inspirado por las dinámicas internas nos conduce a un tiempo de “visión”
exponencial, donde las “creencias” (frecuencias emocionales y mentales
más densas) son sacralizadas por el despliegue y la actividad del
escenario intuicional, capaz de coordinar, unificar e interpretar la
“realidad”, otorgándonos el principio de la “percepción
quintadimensional”.
La triáda de eclipses, lunar-solar-lunar que derrama sus influencias
en armónica conjuncion con plenilunios y novilunios, produce gran
hipercomunicación jerárquica y eleva las frecuencias de los campos
astrales de Gaia generando un periodo de “intercambio”
invocativo-evocativo entre las dimensiones superiores o guias de la
raza, y la fraternidad humana en el punto elevado de su conciencia
creadora de la Nueva Tierra.
Así durante este periodo hasta el solsticio de verano nos encontramos
con un poderoso sendero de energías creadoras y vinculadoras que ha de
permitirnos descender la puerta solstiscial de los “hombres” con la
capacidad de invocar y evocar respuestas certeras para la “realización”
del Propósito de una nueva era.
Durante el Festival de Aries estrenamos el contacto con la “semilla
del fuego” que activada en la humanidad consciente durante el vórtice
12/12 nos puso en contacto con la fuerza de primer rayo
(Fuego-Padre-Voluntad-Poder).
Fue alineada con los centros jerárquicos de acción que operan en la
tierra durante la alineación galáctica del 21/12, produciendo en los
vehículos de manifestación, tanto planetarios como individuales una
“vinculación” y una tendencia vibracional interna hacia la influencia de
los distintos ashrams y maestros y su trabajo particular, pudiendo
generarse una intercambio (hipercomunicación) con nuestro centro o
quinta esencia cada vez más desarrollada.
El proceso del fuego refinador, nos condujo a una sanación y
adecuación de los canales de manifestación durante el largo invierno. La
Luz (Ángel Solar) capaz ya de su total desarrollo iba haciendo emerger
los procesos y tendencias instintivas, inerciales, erróneas, mientras la
semilla del “fuego” era capaz de transmutar refinando y elevando la
“sombra” a su tendencia vibracional de fuerza cooperante lumínica.
Este proceso de “entrenamiento” nos ha permitido comenzar a percibir
la energía como unidad (“el discipulo y la energia son lo mismo”) y
entonar la nota clave de Aries con el asentamiento de la certeza mágica:
“La energía sigue al pensamiento y así Yo surjo y desde la mente rijo”.
De este modo la certeza de que las frecuencias mentales son el
principio “creador” capaz de influir en la materia y en la realidad
emergente, genera en los hombres un centro focalizador, un vórtice de
fuerza (cada vez más despierto y activo: el punto medio) desde donde
opera la magia organizada planetaria.
Así pues el Festival de Aries produjo la emergencia de la energía del
Ángel Solar, (su inmanifestación es concretada a través del escenario
de una mente cada vez más refinada que es capaz de utilizar el “fuego”
para transmutar el cerebro en sexto sentido, vehículo de manifestación
del Alma y su mundo intuitivo) produciendo el principio de fusión entre
vehículos superiores e inferiores, manifestando el primer triángulo
jerárquico (centro de radiación de fuerza creadora), Ángel
Solar-Mente-Cuerpo.
La capacidad de luz (Inteligencia Activa) del Ángel de la Presencia,
ilumina y focaliza su atención en los reinos inferiores (devas de la
materia-cuerpo) y así “despierta” su atención revelando y conduciendo su
densidad instintiva hacia la senda de luz de su verdadera capacidad
cualitativa creadora.
No son meras células ni moléculas desvinculadas al Hombre-Dios, son
los vehículos más sublimes de creación, manifestación y comunicación
cósmica.
Cuando esta realidad dévica es “vista” desde la unidad de un mismo
campo energético de “aspiración divina” se produce la “entrega del
Guarda del Umbral”, que sin resistencia acepta las reencontradas
directrices de su reflejo, de su complementario y opuesto el Ángel de la
Presencia, y se convierte así bajo su mando, en el coordinador,
unificador y interrelacionador del medio ambiente planetario, de sus
devas y reinos espectantes por ascender y co-crear con las elevadas
dinámicas de frecuencia solar y evolutiva.
La influencia del Festival de Tauro “Veo y cuando el ojo está abierto
todo se ilumina”, nos permite observar la realidad inferior como la
sagrada tierra de la fecundación.
Las puertas al vientre de la Madre y sus misterios ancestrales de
creación (esencia femenina manifiesta en este triángulo particular), nos
devuelven el recuerdo al origen de los chamanes cósmicos, que desde la
sagrada percepción de un bioritmo de unidad planetario, son capaces de
interpretar y utilizar la fuerza total de la naturaleza como parte
intrínseca y divina de su propia presencia.
El principio de magia organizada emana de la fuente interna del ser
humano a través de la actividad enfocada, amorosa y consciente de este
primer triángulo de fuerza que despierta e interactúa precipitando la
manifestación de su verdadera esencia.
Ángel Solar-Mente-Cuerpo, es un despertar evolutivo imprescindible
para la ascensión de la Tierra y sus reinos. El triádico trabajo de la
Madre y sus hijos es el principio vital que ha de generar la “sutileza”
necesaria de los vehículos de manifestación (formas) de la raza,
llevándolos por la senda de la ascensión divina hacia su esencia
primordial de :Expresiones vivientes del Padre.
El Poder del Padre no puede ser reconocido debido a su
omnipresencia e inmanifestación…debe ser convertido en el paradigma, en
la magia de la “creación viviente.
“Lo que yo te digo en la oscuridad, háblalo tú en la luz”.
Namasté
Anabel.C.Huertas
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