LO QUE PENSAMOS,VARIA NUESTRA BIOLOGÍA
Bruce Lipton, doctor en Medicina, investigador en biología celular.
No
se trata de un gurú de las pseudociencias, Lipton impartió clases de
Biología Celular en la facultad de Medicina de la Universidad de
Wisconsin y más tarde llevó a cabo estudios pioneros de epigenética en
la facultad de Medicina de la Universidad de Stanford que lo llevaron al
convencimiento de que nuestro cuerpo puede cambiar si reeducamos
nuestras creencias y percepciones limitadoras.
El problema siempre es el
cómo: cómo cambiar la información del subconsciente. En su libro La
biología de la creencia (Palmyra) recomienda métodos como el PSYCH-K. Y
en La biología de la transformación (La esfera de los libros) explica la
posibilidad de una evolución espontánea de nuestra especie.
Me
enseñaron que los genes controlan la vida, que en ellos se inscriben
todas nuestras capacidades y características, pero es falso.
¿Del todo?
No somos víctimas de nuestra genética, en realidad es el ADN el que está controlado por el medio externo celular.
¿Qué significa eso?
La
célula es la vida. Hablar de una célula es como hablar de una persona.
Nosotros recibimos la información a través de los cinco sentidos y las
células reciben las señales del entorno a través de los receptores que
captan la información. El ADN es controlado por señales que vienen desde
fuera de la célula, incluyendo mensajes energéticos de nuestros propios
pensamientos, tanto los positivos como los negativos.
¿Somos lo que vivimos y pensamos?
Sí,
y cambiar nuestra manera de vivir y de percibir el mundo es cambiar
nuestra biología. Los estudios que empecé hace cuarenta años demuestran
que las células cambian en función del entorno, es lo que llamamos
epigenética. Epi significa por encima de la genética, más allá de ella.
¿Y?
Según
el entorno y como tú respondes al mundo, un gen puede crear 30.000
diferentes variaciones. Menos del 10% del cáncer es heredado, es el
estilo de vida lo que determina la genética.
¿Es el entorno el que nos define?
Aprendemos
a vernos como nos ven, a valorarnos como nos valoran. Lo que escuchamos
y vivimos nos forma. No vemos el mundo como es, vemos el mundo como
somos. Somos víctimas de nuestras creencias, pero podemos cambiarlas.
Pero las creencias están inscritas en lo más profundo de nuestro subconsciente.
Cierto.
El subconsciente es un procesador de información un millón de veces más
rápido que la mente consciente y utiliza entre el 95% y el 99% del
tiempo la información ya almacenada desde nuestra niñez como un
referente. Por eso cuando decidimos algo conscientemente como, por
ejemplo, ganar más dinero, si nuestro subconsciente contiene información
de que es muy difícil ganarse la vida, no lo conseguiremos.
¿Entonces?
Si
cambiamos las percepciones que tenemos en el subconsciente, cambiará
nuestra realidad, y lo he comprobado a través de numerosos experimentos.
Al reprogramar las creencias y percepciones que tenemos de cómo es la
felicidad, la paz, la abundancia, podemos conquistarlas.
Me suena a fórmula feliz...
Así
es como funciona el efecto placebo. Si pienso que una pastilla me puede
sanar, me la tomo y me encuentro mejor. ¿Qué me ha sanado?... ¿La
creencia?
Eso parece. Al igual
que los pensamientos positivos y el efecto placebo afectan a nuestra
biología, existe el efecto nocebo: si crees que algo te hará daño,
acabará por hacerte daño. Henry Ford decía que tanto si crees que puedes
como si crees que no puedes, tienen razón. Si eliges vivir un mundo
lleno de amor, tu salud mejorará.
¿Y eso por qué?
La
química que provoca la alegría y el amor hace que nuestras células
crezcan, y la química que provoca el miedo hace que las células mueran.
Los pensamientos positivos son un imperativo biológico para una vida
feliz y saludable. Existen dos mecanismos de supervivencia: el
crecimiento y la protección, y ambos no pueden operar al mismo tiempo. O
creces o te proteges.
Los
procesos de crecimiento requieren un intercambio libre de información
con el medio, la protección requiere el cierre completo del sistema. Una
respuesta de protección mantenida inhibe la producción de energía
necesaria para la vida.
¿Qué significa prosperar?
Para
prosperar necesitamos buscar de forma activa la alegría y el amor, y
llenar nuestra vida de estímulos que desencadenen procesos de
crecimiento. Las hormonas del estrés coordinan la función de los órganos
corporales e inhiben los procesos de crecimiento, suprimen por completo
la actuación del sistema inmunológico.
¿La culpa de todo la tienen los padres?
Las
percepciones que formamos durante los primeros seis años, cuando el
cerebro recibe la máxima información en un mínimo tiempo para entender
el entorno, nos afectan el resto de la vida. Y las creencias
inconscientes pasan de padres a hijos.
Así
es, los comportamientos, creencias y actitudes que observamos en
nuestros padres se graban en nuestro cerebro y controlan nuestra
biología el resto de la vida, a menos que aprendamos a volver a
programarla.
¿Cómo detectar creencias negativas?
La
vida es un reflejo de la mente subconsciente, lo que nos funciona bien
en la vida son esas cosas que el subconsciente te permite que funcionen,
lo que requiere mucho esfuerzo son esas cosas que tu subconsciente no
apoya.
¿Debo doblegar a mi subconsciente?
Es
una batalla perdida, pero nada se soluciona hasta que uno no se
esfuerza por cambiar. Deshágase de los miedos infundados y procure no
inculcar creencias limitadoras en el subconsciente de sus hijos.
Ima Sanchís
Comàrtido con mucho cariño,
Isolda
From: isoldarr@yahoo.com
http://escritores-canalizadores.blogspot.com.ar/
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