WESAK ENERGIAS DE TAURO “TORMENTAS SOLARES Y EL DESPERTAR CHAMÁNICO”part.I
Por Anabel.C.Huertas
Un poderoso y potente ciclo energético se cierne sobre la tierra a las puertas del principal evento espiritual del año.
El Wesak o plenilunio de Tauro, nos envuelve este año con la
relevante acción y empuje de los cielos, propiciada y potencializada por
la progresiva y creciente actividad del poder de creación de la
humanidad, y su influencia sobre los étheres principales agentes de
cambio y manifestación.
Una de las poderosas influencias cósmicas de estos meses es la
corriente hipermagnética producida por la tormenta solar del pasado 13
de abril.
Su impacto sobre los procesos psicológicos y psíquicos de la
humanidad en dinámica de elevación es de suma importancia, y su
“recepción”se verá consolidada por la influencia del plenilunio de Tauro
y los divinos Maestros (Cristo y Budha) que ejecutan una fuerza
inusitada sobre la conciencia durante este periodo.
“Veo y cuando el ojo está abierto todo se ilumina”.
Tras haber resurgido sobre la marea emocional de los campos astrales
(principalmente del subconsciente colectivo) durante el primer festival
mayor de Aries, la capacidad de concentración y “visión” de la fuerza y
de los elementos y herramientas que interactúan en la “realidad”,
nuestra creciente espiral de crecimiento consciente a comenzado a
“liberar las cadenas” de la ilimitada perspectiva.
Empujados por un estimulante y armónico despertar de la semilla
crística, los escenarios intuitivos comienzan a manifestarse frente a
nosotros, dotándonos de una capacidad comprensiva y compasiva de acción
que nos ha redescubierto el mundo secreto y ancestral de los misterios,
revelándolos, aún en su apariencia más densa, como vitales vehículos de
expresión divina y de manifestación.
Hemos redescubierto en nosotros la fuerza de la luz emergente, que a
través de pasadizos oscuros nos ha permitido explorar la capacidad de la
sabiduria innata y el poder del amor manifestado, quien a través de las
distintas experiencias psíquicas nos ha conducido a elevarnos y a
contemplarnos como divinas y perfectas “cajas de resonancia magnética”,
que no sólo son capaces de la hipercomunicación sagrada con el cosmos si
no capaces también de repercutir en él.
Los distintos pasajes de sanación por los que hemos transitado, las
distintas re-conexiones con las dinámicas y reinos que nos circundan y
las experiencias emocionales sentidas como propias de un “todo” en
emergente transformación, nos están revelando, como cada uno de nuestros
estados y niveles, (desde el más denso, hasta el más elevado) están
siendo influenciados exponencialmente hacia un cambio de tendencia y un
nuevo modelo de comunicación.
Toda la actividad energética que está siendo vigorizada en nuestros
vehículos de manifestación, se produce a través de la creciente acción
del plexo solar y su cualidad de hipermagnetismo.
La “atracción” a nuestras esferas personales de distintas influencias
inerciales, globales, planetarias o cósmicas, nos han permitido el
primer “contacto” con la unidad, asentando la comprensión de nuestra
total implicación con el todo emergente desde todas las fuentes y
canales y que dan “vida” al espíritu.
Este redescubrimiento, esta amplificada visión de la esencia del
camino de retorno, nos permite adentrarnos en uno de los principales
agentes del cambio de este nueva era, que no es otro que “el fin de los
tiempos”, el desarrollo de las capacidades vibracionales y
electromagnéticas, para manejar la dimensión espacio-tiempo y dejar de
experimentarla de forma tridimensional.
El futuro no existe en un lugar si no que es una frecuencia de la
conciencia solar o evolutiva, el pasado a su vez es una dinámica
vibracional involutiva…La eternidad, la ilimitada experimentación de
nuestro propio ser, comprendiendo y manejando las nuevas tendencias de
la 5ª dimensión, amplifica la comprensión de nuestro poder, y genera los
escenarios poderosos entre distintas frecuencias y dimensiones, donde
todo se revela existente y al alcance de la mano. (“Quienes quieran ver
que vean, quienes quieran oir que oigan”)
Los principales estados de “visión” de estas nuevas tendencias de la
humanidad, nos revelan como hemos sido agentes de un cambio substancial.
El hipermagnetismo de nuestro plexo ha sido el vehículo a través del
cuál hemos enviado los códigos solares recibidos durante el proceso de
“despertar 11.11″, y los mundos dévicos inferiores, creadores y
constructores de la materia (base-sacro), han restaurado y optimizado la
memoria celular y genética de nuestro vehículo físico, no sólo
potenciando nuestra capacidad de conectar y recibir frecuencias
superiores, si no reactivando nuestra creadora esencia de “magos”
capaces de sublimar y sacralizar los estados de la materia.
En palabras simbólicas “el guarda del umbral” y su tendencia inercial
e inconsciente se une a la tendencia creadora sin resistencia,
redescubriendo por los amorosos escenarios de la compasión y el amor su
papel vital dentro del mundo de la existencia espiritual.
La personalidad comienza a actuar bajo su verdadera tendencia,
despertando su papel de “ejecutor” de las manifestaciones intuitivas, de
los designios del Alma.
“Veo y cuando el ojo está abierto todo se ilumina”.
Cuando la conexión con las tendencias abstractas e intuitivas del
Amor crísitico que resurge en nosotros nos permite observar el mundo en
la totalidad de su esencia más allá de su nivel de densidad o
conciencia, las puertas de la tierra se abren para su sacralización,
para su total entrega a la inseminación del cambio, del resurgimiento,
del retorno a su divina expresión de Diosa Creadora.
La creciente luz del hombre, y su música ancestral recuperada, nos
permiten cruzar los secretos misterios de la Madre, grial místico del
Padre…expresión viviente del Espíritu.
La reconexión con sus reinos, con las fuerzas de la naturaleza y sus
biorritmos de creación ilimitada, se manifiestan en nosotros vivificando
la semilla Crística a través del vientre sagrado y amoroso de la
Tierra, y la “visión liberada” nos otorga el poder de la alquima, de la
transmutación al reconocerlos como “fuerzas subyacentes” de Dios, que
son elevadas y dirigidas hacia la construcción de la Nueva Era.
“Veo y cuando el ojo está abierto todo se ilumina”
La energia de Gaia, el vientre sagrado, oscuro y misterioso de la
Madre, custodio y grial de la luz existencial y primordial de las edades
de los hombres, se abre en nosotros como un basto e infinito templo de
misterios ancestrales que recuperar.
Una poderosa parte de nuestra herencia genética creadora donde la
luz-mente (Inteligencia Activa) y el Poder ( Fuego-transmutador) que
resurge en nosotros acomete la principal acción de sanar y elevar los
registros astrales y akashícos, volviéndolos “griales” receptivos de la
armónica fuerza superior, haciendo resurgir el quinto elemento de la
materia, la quinta esencia del Ser, donde el éther sútil de la creación,
nos envuelve para interpretar, dirigir y gestar la información y la
fuerza que ha de dar existencia a una Nueva Tierra.
Uno de los triádicos trabajos meditativos que pueden acrecentar el
crecimiento de la “semilla cósmica” es el reconocimiento inferior, donde
las fuerzas retornan al Uno, entregando y recibiendo la sagrada
“reconexión” con la Esencia Divina.
“Lo que yo te digo en la oscuridad, háblalo tú en la luz”
Namasté
Anabel.C.Huertas
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