COMPARTO... UNA GRAN VERDAD!!!
“Hacerse cargo de la propia vida”: sin responsabilidad no hay Libertad
July 11th, 2013
[Este acertado mensaje que me ha llegado por Facebook creo que se lo debería aplicar mucha gente. De autor desconocido].
HACERSE CARGO
De las decisiones, de los pensamientos, de los sentimientos, de las acciones, de las inacciones, de la propia vida.
Conozco
muchas personas que culpan a quien tengan a mano de sus infortunios, a
su familia, cultura, al gobierno de turno, al Universo, al jefe, a una
adicción, lo que les surja; y muchas otras que les otorgan sus créditos a
la suerte, a un favor que recibieron, a la casualidad o lo que sea.
La realidad me ha demostrado que cada uno de nosotros somos responsables de nosotros mismos y de las cosas que nos suceden.
Por
supuesto que hay imponderables, situaciones que están totalmente fuera
de nuestro control, y otras en las que tenemos una influencia muy
relativa. Sin embargo siempre podemos elegir como reaccionar frente a
estas situaciones y hacernos cargo de ello.
Cuando
nos damos cuenta que esconder la cabeza como el avestruz es una opción
lamentable y sumamente perjudicial, comenzamos lentamente a desear salir
de ese agujero.
Hacerse
cargo significa tomar las riendas de nuestra vida, aceptar los errores y
aprender de ellos, y también hacerse cargo de los éxitos y
disfrutarlos.
Cuando
responsabilizamos a otros por nuestras acciones les estamos entregando
el poder, actuamos como niños cuya primera respuesta es yo no fui.
Hacerse
cargo y enfrentar las consecuencias de las decisiones tomadas significa
madurar, y también implica algo sumamente importante, la posibilidad de
cambiar.
La
única forma de modificar aquello que no nos gusta, que nos está
saliendo mal, que no se ajusta a nuestros deseos, es hacernos cargo de
que estamos en ese lugar por nuestros propios actos. Desde aquí, podemos
elegir otro camino.
Los
pensamientos generan sentimientos y estos a su vez nos impulsan a
actuar o no, de determinada manera.
Hacernos cargo es ser libres para
pensar, sentir y actuar en forma independiente escuchando nuestra voz
interna.
Podemos
equivocarnos mil y una vez y muchas más, podemos errar la ruta, podemos
sufrir con los resultados, sin embargo si nos hacemos cargo de aquello
que nos llevó hasta aquí, también sentiremos que tenemos la inmensa
posibilidad de ajustar la brújula, tomar otro rumbo, salir de este
lugar. Y actuaremos de acuerdo a ello.
Hacerse
cargo es dar la cara, enfrentar y confrontar con quien sea necesario.
Es asumir nuestro rol y nuestra responsabilidad, es cumplir con nuestra
palabra y no darla sin pensar, en vano, solo porque es eso lo que
suponemos que se espera.
Es
también empezar a elegir desde nuestra dignidad, siendo fieles a
nosotros mismos, es estar atentos a las oportunidades y tomarlas cuando
se presentan, es darnos la chance de cambiar cuantas veces sea
necesario.
Hacerse
cargo es pedir ayuda en el momento que lo precisamos, es reconocer
nuestras vulnerabilidades, es tender la mano y permitir que otro la
sostenga.
Y
por supuesto es reconocernos en nuestros logros, felicitarnos por
ellos, darnos el crédito que nos merecemos. Es estar conscientes de
nuestras fortalezas, es acompañar a quien nos necesita
Cuando
nos hacemos cargo, nos estamos dando un lugar y no permitimos que otro
nos desplace. Nuestra estima se robustece y salimos al mundo con vigor y
determinación.
Y el mundo responde en consecuencia.
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