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lunes, 1 de abril de 2013

PLENILUNIO DE ARIES FESTIVAL DE PASCUA: “EL AMANECER MÍSTICO”

PLENILUNIO DE ARIES FESTIVAL DE PASCUA: “EL AMANECER MÍSTICO”


Con el Festival de Pascua comienza el cilco de la gran rueda cósmica.

El  primero de los tres grandes festivales esotéricos cuya exponencial energia es de máxima influencia sobre la humanidad y los éteres del planeta tierra, nos envuelve en una gran corriente de principio “creador” de un nivel ascendente, cuyas fuerzas están altamente magnetizadas hacia las causas divinas.

Tras el equinoccio vernal, donde las más altas frecuencias psicológicas han captado el “principio de transmutación” de los portales internos, el plenilunio de Aries se derrama sobre todos los niveles de conciencia, haciendo florecer en las mentes más entrenadas la “alquimia transmutadora” y en las mentes “sensibles” los primeros impulsos del reino del Alma despertando la “potencionalidad” de su manifestación.

Tras la gran revelación sagrada de la Madre o del principio divino femenino como agente indispensable en la alquimia sagrada del hombre durante la purificación de Piscis, Aries y su “fuego sagrado” cargado de poderosas energias etéricas espirituales, se encuentran en las místicas “bodas cósmicas”.

La realización, el encuentro, la fusión de las dos polaridades divinas se ven altamente influencianciadas por los escenarios macro-cósmicos de las energías de pascua, donde agua y fuego, crucifixión y resurrección, generan una respuesta altamente sensitiva en la tierra, un espacio de Amor y entidimiento profundo denominado por muchos, “El Amanacer Místico”.

Durante estos días de plenilunio hasta el domingo de resurrección, se produce un reflejo altamente sensitivo a los movimientos cósmicos en el micro-cosmos humano.

Los divinos escenarios femeninos (el agua emocional o campo astral) se funde o fusiona con los “fuegos de la mente” (polaridad masculina) fuerza y deseo, produciéndose una “vivificación” o resurrección de los éteres, quienes con el “magnetismo” divino de la Madre, son capaces de atraer a las esferas personales la acción directa espiritual sobre la mente entrenada.

Las fuerzas del plenilunio de Aries producen el asentamiento del proceso de reorientación que se ha estado llevando a cabo bajo las influencias cósmicas anteriores, y la humanidad se ve forzada a la reorganización y repolarización del resurgimiento de un cuerpo celestial que está siendo “resucitado” en sus cualidades divinas, liberando el “grial” interno, donde el cuerpo denso, etérico-emocional y mental, son una única tendencia creativa donde las dos polaridades se realizan.

“Surjo y desde el plano de la mente rijo”.

El gran centro creador y de magia (punto medio) se ve potencializado por las elevadas vibraciones de la comunión entre el principio creador masculino y el femenino, y las elevadas dinámicas de los impulsos del Alma encuentran en todos los reinos inferiores la servicial “entrega” donde extraer y perfeccionar las nuevas potencialidades y dones divinos.

La renovada percepción que las energias del plenilunio de Aries nos brindan donde agua y fuego, Padre y Madre, són un único gran Principio Creador, genera una exponencial apertura en la capacidad de transitar los mundos espirituales y responder a su influencia, mientras a su vez unos vehículos inferiores sacralizados nos otorgan la fuerza del ritual y la magia organizada.

El “grial” la alquimia interna donde todas las fuerzas de la polaridad son reconocidas como esenciales centros creadores individuales y planetarios, se manifiesta en los estados psicológicos y perceptivos permitiendo la tendencia intuitiva del trabajo con los grandes centros cósmicos, desvelando los tránsitos frecuenciales y campos de fuerza que deben ser entrenados para captar las nuevas dinámicas con las que debemos comenzar a “responder” o exteriorizar la Nueva Tierra.

La alquimia interna del festival de pascua, donde la “crucifixión” de la dualidad y la separatividad es “resucitada” hacia el gran centro creador de la Unidad, se materializa a su vez en los campos etéricos del planeta, donde el “subconsciente colectivo” reconoce y entrega su fuerza inercial a la acción enfocada de las mentes espirituales, donde maestros, guardianes y líderes de la nueva Tierra, están actuando bajo la influencia directa de los grandes centros creadores cósmicos.

La influencia del Cristo cósmico durante estos días produce especialmente durante la  noche del sábado santo al domingo de resurrección una alta elevación de las frecuencias de los centros o chakras, destinada a producir “la transmutación y la alquimia”.

El grial, el punto medio se vivifica resurgiendo a su actividad etérica creadora, donde las fuerzas pueden ser conducidas y gestionadas en sus transformaciones e influencias energéticas, y donde la polaridad encuentra el gran principio neutral que genera la Síntesis de todas las expresiones y tendencias, iniciando el sendero de regreso, el reconocimiento de los dos principios creadores divinos que toman forma en la conciencia humana.

La gran unidad, el gran encuentro, la boda cósmica se realiza en el hombre liberando la conciencia para dar los primeros pasos “fuera de la ilusión”. El Alma, el mundo intuicional y abstracto puede ahora comenzar a ejercer su acción directa sobre el mundo mental que “redescubre” su Inteligencia Activa, despertando la actividad cerebral que poco a poco va reconociendo el simbolismo interno, mientras traza los puentes de la nueva comunicación con todos los reinos y los procesos de creación de la naturaleza cósmica y planetaria.

“Lo que yo te digo en la oscuridad, háblalo tú en la luz”

Namasté
Anabel.C.Huertas


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