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martes, 30 de diciembre de 2014

Mientras llega el nuevo Año ... "Comprando y Vendiendo Amor y Valores" Por Jennifer Hoffman

Mientras llega el nuevo Año ... "Comprando y Vendiendo Amor y Valores"

Por Jennifer Hoffman





Estaba ayudando a un cliente a prepararse para una importante reunión de negocios y él me dijo ‘me siento listo, ahora solamente tengo que venderme a ellos”. Eso trajo a la luz otra discusión de por qué él sentía que tenía que convencerlos de su valía y estima, y venderles lo que él tenía que ofrecer. 

¿Por qué no podía solamente hacer lo mejor que pudiese y que esa fuese la base de la decisión? Si él vende demasiado, se arriesga al excederse, haciendo promesas que no podrá cumplir, o ir a esa importante reunión de negocios sintiéndose cómo si fuese a perder, y creando eso a manera de una profecía auto contemplativa. 

¿Por qué sentimos que tenemos que vendernos a los demás, y convencerlos que somos lo ‘suficientemente buenos’ para ellos, cuando todo lo que tenemos que hacer es ser lo ‘suficientemente buenos’ para nosotros mismos y dejar que ellos hagan su propia elección? 

Finalmente mi cliente se sintió cómodo con sus preparativos para la reunión incluyendo una lista de ofertas y más importante, un recordatorio de las cosas en las que no iba a estar de acuerdo. 

De esta forma no se extendía demasiado haciendo promesas que no podría cumplir. ¿No hacemos esto cuando tratamos de conectarnos con los demás, especialmente en situaciones en las cuales queremos ser valorados o sentirnos conectados, o que creemos que son importantes? 

Nos sobre-vendemos, cedemos demasiado, creemos que tenemos que convencer a los demás de que somos lo suficientemente buenos en todos los sentidos y entonces ¿qué sucede? 

Acordamos cosas que no podemos o queremos hacer, o nos involucramos en situaciones que no son para nuestro bien. Pero hemos invertido tanto en la situación que sentimos que no debemos retirarnos queriendo que se nos valore a toda costa, haciendo todo lo posible por lograrlo. 

Nuestro deseo de complacer a los demás nos hace pensar que tenemos que ‘vendernos’ para convencerlos que deben valorarnos y aceptarnos, desear dedicarnos tiempo, estar con nosotros o crear una conexión. 

Tenemos miedo de que se nos rechace, se nos menosprecie o ignore y pensamos que esas son señales de que no somos suficientemente buenos. Sin embargo, en realidad, la persona que nos rechaza no lo está haciendo por lo que somos, es por lo que ellos tienen que ser para estar con nosotros. 

 Tienen que estar a nuestro nivel y frecuencia energética para crear una conexión valiosa y con sentido, y eso puede ser pedirles demasiado. Cuando lo vemos desde esa perspectiva, entendemos que no podemos realmente vendernos lo suficiente a alguien que conoce que el precio de esa conexión tiene un costo muy alto para ellos. 

Lo mejor y único que podemos hacer es ser nosotros mismos en todo sentido, ser lo mejor que podemos y brillar con nuestra mayor luz. Cuando estamos alineados dentro de nosotros mismos de esta forma, podemos alinearnos con quienes quieran alinearse con nosotros. 

No tenemos que ‘vendernos’ a esas personas, ya ellos saben quienes somos. No tenemos que convencerlos de nuestra valía, ellos pueden verlo por sí mismos. 

Reflejamos lo mejor de ellos y viceversa. Y ellos no esperan o quieren que hagamos promesas extravagantes o que nos manifestemos como si fuesemos insuficientes porque ellos saben que somos, al igual que ellos, perfectos, plenos y totales en todo sentido. 

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Derechos de autor reservados © 2014 por Jennifer Hoffman. Pueden citar, traducir, reimprimir o referirse a este mensaje si mencionan el nombre de la autora e incluyen un vínculo de trabajo a: http://enlighteninglife.com
Traducción: Fara González  
Difusión: El Manantial del Caduceo
 

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