por Jennifer Hoffman
28 de Septiembre 2015
La actualización de energía de Octubre se publicará después del día 1 de octubre de 2015.
Este
mes deseo hacer algo diferente para celebrar que septiembre termina y
el comienzo del nuevo mes, que también llega con un nuevo revestimiento
energético.
Durante los próximos 3 días podrás encontrar en esta página
ejercicios de energía especialmente diseñados para ayudarte a enraizar, a
volver a tu centro y a reordenar tus energías, para despejar y liberar
de tu campo cualquier residuo que haya podido producirse durante
Septiembre.
De esta manera podrás sacar el máximo partido del potencial
expandido que nos presenta el mes de Octubre.
Ejercicio 1: Ejercicio de enraizamiento para volver a tu centro.
Es
un ejercicio de enraizamiento que ya presenté en el año 2005 y que
resulta muy efectivo para arraigar y equilibrar la energía. Con él,
podrás traer la energía de la Tierra y de la matriz cristalina a tu
cuerpo y, con la combinación de ambas, podrás crear un escudo protector
de energía de luz equilibrada y arraigada.
Puedes utilizar este
ejercicio de enraizamiento en cualquier momento en que creas que
necesitas volver a enraizarte, volver a tu centro, cuando te sientas
ansioso, con miedo o, simplemente, cuando necesites un pequeño aporte
extra de energía.
EJERCICIO DE ENRAIZAMIENTO PARA RECUPERAR NUESTRO CENTRO Y EQUILIBRIO
por Jennifer Hoffman
Puedes
utilizar este ejercicio para arraigar y enraizar tu energía con la
energía de la Tierra y la matriz cristalina (que es una rejilla de luz
que se encuentra por encima de la Tierra). Con él, podrás introducir en
tu cuerpo la energía de la Tierra y la energía de la matriz cristalina,
desde tu coronilla.
Realizaremos una serie de ejercicios para unir
estas energías, para que después puedan crear un escudo protector de
luz a nuestro alrededor.
Siéntate con la espalda recta, con los pies bien asentados en el suelo y las manos suavemente apoyadas en el regazo.
Toma una inhalación profunda y comienza a relajarte, con la intención de enraizar, centrar y equilibrar tu energía.
En la siguiente inhalación, vas a sentir la Tierra bajo tus pies.
Imagina
que unas raíces salen de la planta de los pies para adentrarse en el
interior de la Tierra. A través de esas raíces, vas a traer la energía
de la Tierra hasta los pies, las piernas, hasta las caderas, el vientre,
hasta llegar a tu centro del corazón.
Haz una pausa y, al
exhalar, imagina un rayo de luz de la longitud de tus brazos que
comienza a rodearte, por delante y por detrás. Puedes hacer el rayo tan
grande o tan pequeño como desees; puede ser como una línea delgada que
creas a tu alrededor o como una inmensa esfera que te cubre
completamente.
En la siguiente inhalación, lleva la
atención a la coronilla y puedes imaginar que se abre tanto como desees.
Visualiza entonces la matriz cristalina, esa red energía que se
encuentra por encima de tu cabeza, imaginando que vierte su energía
hasta tu coronilla, y que va descendiendo por tu cabeza, tu cara,
cuello, hasta llegar al centro corazón, en el centro del pecho.
Haz
una pausa durante unos momentos, y con una larga exhalación, imagina
que sale de tu corazón un rayo de luz de la longitud de tus brazos y que
te envuelve completamente en un círculo que, de nuevo, puede ser tan
pequeño o tan grande como quieras imaginar.
En la siguiente inhalación, imagina que entra por tus pies la energía de la Tierra, al mismo tiempo que
la energía de la matriz cristalina entra por la coronilla, y visualiza
como ambas se reúnen en tu corazón.
Al exhalar, visualiza de nuevo el
rayo de luz de la longitud de tus brazos que te envuelve completamente
en una esfera, tan grande o tan pequeña como desees. Puede ser diminuta,
como un pequeño donut, o como un inmenso capullo de protección que te
rodea.
Para practicar, realizaremos este proceso una vez más.
Lleva
la energía de la Tierra desde los pies hasta el corazón, a la vez que
atraes la energía de la matriz cristalina también hasta el corazón,
imaginando que las dos se unen en ese punto. Inhala, imaginando que
afluye a tu corazón tanta energía como quieras.
En la exhalación, vas a
irradiarla desde el pecho en forma de un rayo de luz, que va formando
una esfera que te envuelve completamente, por delante y por detrás. De
nuevo, la esfera puede ser tan grande como desees.
Ahora,
centra tu intención en enraizar y centrar tu energía, por arriba y por
debajo. Siéntete como el punto de encuentro entre la matriz cristalina
por encima de tu cabeza y la Tierra bajo tus pies. Realiza cualquier
ajuste que consideres necesario para que tu energía esté perfectamente
equilibrada y centrada, y para que tu parte humana y tu parte divina
estén en armonía, lo material y lo espiritual, la tierra y el cielo.
Puedes
realizar esta meditación siempre que te encuentres estresado, ansioso,
preocupado, enfadado, o si sientes que has perdido el equilibrio. Toma
entonces una inhalación y atrae la energía de la Tierra y de la matriz
cristalina hacia tí, para irradiar desde tu corazón un anillo de
protección, de manera que tanto la energía de la Tierra como la energía
de la matriz cristalina te protejan y estén siempre a tu alrededor.
Espero que esta meditación te resulte útil.
Traducción: Rosa García
Difusión y edición: El Manantial del Caduceo en la Era del Ahora
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