SOLSTICIO VERNAL Y PLENILUNIO DE CÁNCER “UNA PUERTA HACIA LA TRASCENDENCIA”part.I
Este
año el poderoso encuentro del solsticio vernal y del plenilunio de
Cáncer, nos reunen nuevamente frente a las puertas del misterio del
nuevo hombre.
Tras un largo periodo de “despertar”, de activaciones y de desarrollo
hipercomunicativo, la “puerta de los hombres” solstisicial nos invita a
un viaje profundo, a un descenso interno donde la “nueva perspectiva”
el control mental de Aries, el destello iluminativo de Tauro, y la
polaridad de Géminis trascendida nos permite bucear las grutas de Grutas
del reino humano estando determinadamente listos, para iniciar este
trabajo mayor.
La puerta de los hombres, el tránsito de Cáncer a Capricornio, (la
puerta de los dioses) es un viaje poderoso donde todos los niveles,
dinámicas y jerarquias cósmicas derraman e intercambian su influencia,
produciéndose un acercamiento a la síntesis, a la fusión de los
prototipos que producen un fuerte estímulo de los planos sutiles de la
Tierra y sus hijos.
Un descenso a los secretos custodiados de las edades de los hombres
en el interior de la materia, un retiro detrás de las formas mentales y
emocionales creadas por el subconsciente, el instinto hereditario y el
imaginario colectivo, donde el hombre se deja vincular a la fuerza de
éste cuarto signo preparatorio, donde la conciencia de masas se consume
en el fuego del espíritu dando nacimiento a la conciencia intuitiva, a
la “voz” que ha de permitirnos trascender los espejos y reflejos, que
durante este viaje, contactamos y a los que ahora somos altamente
sensibles.
El silencioso encuentro de las energías y fuerzas que mueven
imparablemente el colectivo viaje de retorno, nos abre un periodo de
sagrada sublimación y trascendencia. Una crisálida de radiante actividad
ethérica, donde una vez gestada la transmutación de oruga a mariposa
(activaciones celulares y desarrollo de los dones psíquicos), debemos
enfrentarnos a la elevación sagrada, de la belleza al poder,…de la
mariposa al águila que es capaz de “trascender” de elevarse sobre la
tormenta inferior para volar sobre “el conflicto”, evitando los espejos,
trascendiendo las influencias del pasado, para dar nacimiento al hombre
que se refleja en el tiempo y el espacio, al hombre que reconquista su
eternidad venciendo la ficticia muerte de la forma.
Cáncer, signo donde la dualidad de la forma y el alma se unifican,
parte de la cruz cardinal o cruz del iniciado, es un poderoso centro de
actividad espiritual que se produce por transferencia. Todos y cada uno
de aquellos que han estado desarrollando hasta niveles nunca sentidos su
percepción y sensibilidad a las fuerzas y energías cósmicas, se
adentrarán de forma inevitable en este viaje hacia el potencial de la
trascendencia humana.
Su consciente trabajo, su entregada y renovada percepción donde no
existen ataduras mentales ni emocionales, donde la observación
silenciosa, la serena expectación permite la emergencia sin “afectación”
de la nueva naturaleza de los reinos inferiores, nos ofrece la
opotunidad de construir un centro inalterable, “una casa iluminada”
desde donde dirigirnos a los signos venideros de crisis, Leo (el
individuo), Virgo (Cristo en potencia), Libra (los opuestos) Escorpio
(superar la ilusión).
La influencia del solsticio vernal y del plenilunio de Cáncer es el
principio de un viaje iniciático, un profundo e inevitable reencuentro
con el vacío y la oscuridad del origen, que permiten la iniciativa
verdadera, el surgimiento del hombre-dios que ha trascendido a Prometeo,
y que será capaz de tomar la decisión autoconsciente y poderosa de
escalar la montaña de la Iniciación en Capricornio.
En los días venideros, la fuerte e imparable vestidura de una nueva
humanidad, principio mediador entre los reinos inferiores, la Jerarquia y
Shamaballa nos aproxima a la auto-existencia abandonando el
auto-conocimiento y la auto-exploración. Lo conocido no prevalece, lo
deseado o aspirado se vacía y se abandona en las cadenas del hombre
aprisionado, que se libera para aceptar todas sus voces, que se eleva
trascendiendo en el silencio más puro el instinto y el intelecto, para
dejarse simplemente nacer, para impulsar la semilla crística que atesora
y que permite un tránsito a la propia realidad fuera de la maya a
través del hiperdesarrollo de la mente intuitiva.
Cáncer fuerza imparable del solsticio, “tumba” para los hebreos y
“meore” (renacimiento) para los egipcios es un viaje involutivo hacia la
trascendencia. Una profunda y silenciosa pérdida de la identidad, del
conocimiento, de las espectactivas…Una entrega desapegada a los espejos,
a las puertas del instinto hereditario donde el “águila” lleva a cabo
el primer viaje, y el abandono de uno mismo y todas sus creencias dan
impulso al nuevo ser que se levanta com Budh (sabiduría), líder y
evocador de almas, expresión e inspiración verdadera de la Vida.
“Lo que yo te digo en la oscuridad, háblalo tú en la luz”
Namasté
Anabel.C.Huertas
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